- Necesito el manuscrito para la fecha que lo prometiste, la publicación está pensada para primera feria del libro dentro del próximo mes, urge empezar a editar.
Jungkook sostenía el teléfono en su oreja con una mano mientras que con la otra acomodaba un cigarrillo entre sus labios aspirando lentamente.
- Trataré - siseo.
- Eso me llevas diciendo casi por medio año.
Se recargó hacía atrás de su asiento tirando la ceniza en el suelo, su despacho con las cortinas cerradas la única luz que se veía era la lámpara de un rincón.
Su cabello amarrado descuidadamente, una bata desatada y unos pantalones de seda era su atuendo diario.
- He estado tratando, lo haré una vez más.
- Necesito leer lo que llevas escrito.
Jungkook suspiró escuchando por mucho rato las quejas de su representante. Él jamás se había caracterizado por ser paciente, pero ahora todo le daba igual.
Sentía un profundo desapego ante la realidad.
Temía haber muerto sin haberse dado cuenta.
- Quiero una fecha, Jk, solo eso... Sabes que tenemos contratos que pronto se vencerán.
Jungkook depósito la colilla de su consumido cigarro en el cenicero.
- Una semana.
El hombre se quedó callado del otro lado de la línea, segundos después se empezó a reir.
- ¡Eso sería fantastico! Jk, si me entregas el manuscrito sería justo la fecha para preparar todo para su publicación.
- Espera - le dijo cuando el hombre ya empezaba a detallar fechas - si en una semana no está listo entonces renunciaré.
- ¿Que?
- Lo que oyes, no escribiré mas...
- Pero perderemos lo del contrato, la saga tiene mucho éxito tus lectores demandan tus letras.
Jungkook se quedó en silencio.
- No te presiono más Jk, tómalo con calma no puedes decir algo así derepente. Te daré un mes, si. Solo concéntrate y dejá que tu mente vuele.
El hombre colgó y Jungkook se quedó con el teléfono unos instantes más escuchando el sonido del teléfono colgado.
Dejar que su mente volará.
Ni siquiera sentía que pudiera enfocar algún pensamiento coherente.
Miró el teléfono unos momentos después y colgo cuando se dio cuenta que nadie estaba del otro lado de la línea.
De que serviría un mes, un año, un decada, su esposa ya no vivía más y eso parecía drenarle todo tipo de razonamiento, aturdido y en silencio se sentaba a diario en ese despacho con el ordenador frente a él, buscando entre su mente la mejor manera de continuar con la historia, aunque ya casi la terminaba temía que hubiese perdido su esencia.
Caminó por el estudio como era su costumbre. Ni siquiera sabía si era de día o de noche, todo el tiempo estaba él y su mente sumergidos en diferentes ideas unas más retorcidas y en el peor de los casos trágicas que no eran del todo desagradable.
Desde escribir historias de terror hasta ilustrar una historia paralela donde si hubiese un sentido a su nueva realidad.
Sus pies descalzos acariciaban la alfombra a cada paso.
Estaba convencido que se estaba volviendo loco.
No sabía dónde estaba ni a dónde quería ir, lo único que tenía claro era que morir no era una opción, eso ella jamás lo hubiese querido.
Mucho rato después escuchó que alguien tocó la puerta.
La Nana una señora regordeta ya muy grande de edad le enseñó una charola con comida.
- Debes de cenar.
Jungkook abrió un poco más la puerta.
- Gracias nana.
Tomó la bandeja y la señora sonrió tiernamente observándolo con cuidado.
- Deberías cortar tu cabello, ya está muy largo.
Alzó la tapa de uno de los platos. Comer era algo automático ahora, pero agradecía que ella se esmerara en hacerle sus comidas favoritas.
- Lo cortaré pronto, descansa nana.
- Jungkook...
- Si.
- Tal vez deberías salir un poco, el encierro te hace mal.
La mirada de preocupación de la señora lo hizo sonreír triste.
Ojalá que alguien entendiera que no era a propósito su estado de animo, que salir no servía de nada cuando alguien está muerto por dentro.
- Ya han pasado dos años, debes dejar de pensar en ella.
La mención lo puso incómodo.
Si ya no pensaba demasiado en ella, los recuerdos se habían quedado congelados en algún punto de su agonía.
- Dime que es lo que quieres que haga y lo haré.
- Busca un nuevo Omega.
- Trataré.
Promesas y más promesas que jamas cumpliría.
Nana sonrió ampliamente.
- Me parece fabuloso, te mereces ser amado de nuevo.
Pero nada en esa frase lo hizo reaccionar ¿que pasaría si solo no había remedio? ¿cuál sería su desenlace?
La señora dio la vuelta.
Pero unos pasos más allá regreso.
- Oh por cierto, buscaré a alguien que te atienda en lo que salgo hacía mi pueblo, ya casi es fin de año, he prometido a mis hermanos que no perdería los festejos esta vez.
Jungkook se sintió tranquilo de su decisión, no la quería seguir arrastrando a su propia amargura.
- Te veré mañana Nana.
Encerrado de nuevo en su estudio se sentó y en silencio tomó el ordenador, comenzó a escribir sin sentido, solo reflejando el vacío que había en su alma y como no había nada que lo ayudara a entender el por qué no había muerto cuando ella lo hizo.
*Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Gracias por leer 😘😘
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Róbame el corazón.
FanfictionEl Sr. Jeon es alfa escritor en depresión. Jimin es un Omega sinvergüenza que trata de robar su caja fuerte. ✨ Intento de novela erótica ✨Omegaverse ✨Kookmin ✨Historia Original ⭐Jimin tiene genitales femeninos en esta obra ⭐