25. Soy mayor que tú.

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- Lamento todo el desastre.

Cómo podía disculparse de esa manera cuando él había acabado con su furia las cosas de su casa, pero acomodo su cabello de lado comprobando su suavidad, su mejilla estába en su pecho y con una mano hacía pequeños caminos en su piel.

- El desastre lo hice yo solo.

Se sentía de manera extraña, su lobo se mantenía en conexión al de él y había una cierta mezcla de emociones cálidas que no sabía si todas le pertenecían a él Omega o si estás lo estaban llevando a potenciar las de el mismo, pues podría asegurar que jamás había sentido ese tipo afinidad.

- Usted no me conoce, pero le juro que no le robaré ni un peso, deberá confiar en mí.

Él había alzado el rostro y lo miraba con una sonrisa.

- Trabajaré y así podré estudiar, vendré a verlo todos los días lo juro.

La incomodidad de esas palabras lo hicieron alzar la ceja mirándolo muy serio.

- Veo que ya planeaste todo.

- En realidad no - se volvió a acostar en su pecho - no sé ni que demonios estoy haciendo con mi vida, lo único que quería era saber si usted y yo éramos ya sabe... eso.

Jungkook se empezó a reír al notar su nerviosismo.

- Eres un desastre.

Con sus manos recorrió su cuerpo encima de su abrigo, sintiendo la complexión pequeña apesar de que esté tenía volumen pues la prenda quedaba bombacha en su cuerpo.

- Lo sé, espere - él se retorció tomando las manos de Jungkook riéndose - ya hablamos sobre esto, no puede tocarme así por qué tengo cosquillas.

- Solo quería abrazarte.

El lo miraba con sus mejillas rosas. Sus ojitos brillaban sintiéndose avergonzado. Lo soltó.

- Está bien, pero no las mueva mucho.

Jungkook lo acomodó su cuerpo para que pudiera encontrar la manera más cómoda para estar recostarse en su pecho y Jimin trató de disimular su sonrisa. Dejó las manos sobre su cintura, él ahora  había quedado a la altura de su cuello y besaba  levemente suspirando en el proceso.

- Es usted tan distinto a su alfa.

No pudo detener su reacción ante sus caricias, él besaba suavemente su piel por debajo del lóbulo de oreja y luego tomó entre sus labios este. Jungkook permitió que explorará su piel en silencio, no esperaba ser acariciado de esa manera, más bien  no sabía que necesitaba ser acariciado de esa manera, sus besos viajaron húmedos hacía la base su cuello y escucho un suspiro satisfecho de su parte, podía sentir cuando le agradaba explorar su piel y su disfrutar de su aroma.

- Pero definitivamente ambos me gustan.

Sus labios fueron hacía su quijada, y sonrió cuando las mirada se encontraron.

- No le molesta que lo bese ¿verdad?

Jungkook gruño haciendo que el regresará a su trabajo, su nariz oliqueaba con placer el delicioso aroma a fresa deduciendo que era él aroma más delicioso del mundo.

Sintió sus manos detrás en su nuca acariciandolo con sus yemas masajeando sus mechones tirando de ellos con suavidad. Eso debía ser el sueño más errante que su lobo jamás hubiese tenido nunca. Nada absolutamente nada se parecía a lo que estaba experimentando en ese momento.

- ¿Le gusta que lo bese?

Jungkook estaba rígido hacía rato sus manos sostenían su cintura con firmeza sin ir más allá.

Róbame el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora