26. La fantasía del Omega.

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Jungkook tenía en sus manos uno de esos nuevos libros, sentado en el sillón de la sala escuchaba la voz de Jimin de fondo seguido por la de nana que le contestaba, ansiosos colocaban los adornos en lo alto del árbol de navidad.

Había dejado de fumar, justo allí en ese momento sentía que no estaba ya esa ansiedad que antes lo mataba.

Su alfa gruñía suavemente cuando notaba que Jimin guardaba silencio solo así dejaba la lectura y alzaba el rostro buscándolo, encontrándose con su mirada y luego con una sonrisa nerviosa que rápidamente este escondía de él.

Esa era la manera en que su lobo alfa cuidaba de su Omega, estándo cerca de él, abrazandolo constantemente y monitoreando constantemente que las emociones de este fuesen buenas y estables.

Le enseñaría a Jimin que podían tener una relación responsable y calmada, llendo paso a paso.

Sin embargo, Jungkook no se alejaría, jamás había sentido tantos sentimientos por una persona de esa manera y lo atribuía principalmente a la larga soledad que había experimentado en el pasado. El alfa no se arriesgaba a alejarse de él de nuevo, quedarse cerca de él parecía hacerle bien,  la mayoría del tiempo el lobo parecía enternecido por absolutamente todo lo que hacía el chico rubio, dejando más que claro que estaba enamorado y muy profundamente de ese Omega.

Cambió la página y siguió su lectura.

¿Y como cuidaba el Omega a su lobo?

Fácil, simplemente existiendo.

El Omega de aroma a fresas y canela constantemente se acercaba y esperaba a que Jungkook le pusiera atención para luego sonreír dulcemente esperando a que él abriera sus brazos para recostarse en su pecho. Este gesto se repetía a lo largo del día varias veces. Era así como había echo un cambio en su estado de animo del alfa amargado de manera notable.

Su presencia y cercanía suponía algo sin precedentes en su rutina diaria, ahora le apetecía salir de su estudio y disfrutar de la luz de sol, por primera vez en mucho tiempo Jungkook había tenido ánimos de hacer cosas distintas.

Tan solo habían pasado un par de días y ya podía notar como su soledad había desaparecido casi por completo.

- Yo jamás he pasado una navidad tan divertida como la del año pasado, en mi zona donde vivo hubo una reunión y celebramos juntos con música.

- Ojalá pudiera decir lo mismo, pero no he tenido navidad divertida últimamente.

- Que mal que tuvo que trabajar.

- No es trabajo en sí, me agrada saber que estoy aquí donde me necesitan, eso me hace sentir feliz.

- Eso es verdad, bueno dice mi amigo Taeh que la costumbre es más fuerte que la necesidad, bueno él dice muchas cosas.

Jungkook dejó de leer pues había cosas que no sabía de él y que iba enterándose poco a poco.

- Él cree que debo siempre seguir mi corazón siempre, como está vez, él me dijo que regresara y tenía razón.

Jungkook alzó la mirada para enfocar al chiquillo subido en una escalera pequeña estirándose para poner las esferas que le daba Nana.

- ¿Es tu mejor amigo?

- Si, ambos íbamos juntos a la universidad pero yo no pude seguir pagandola, Taeh dice que es demasiado pesado, un día me quedé toda la tarde ayudándole a hacer deberes. Pero sabe algo...

- ¿Qué?

- Creo que Taeh es muy fuerte. Su mamá lo presiona mucho para que saque buenas notas y constantemente le dice que ya no pagará su carrera, yo creo que es muy feo que te obligen a hacer algo, así que en verdad lo admiro mucho, yo no suelo escuchar mucho cuando me regañan.

Róbame el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora