Róbame el corazón.

17. Su nuevo Omega.

El sonido de un teléfono lo despertó.

Su cuello dolía por la posición donde se encontraba, moviéndose se dio cuenta que en realidad le dolía todo el cuerpo.

- Aún no lo termino...

La voz del alfa sonaba de alguna parte de aquella habitación. Jimin trató de moverse de nuevo y lo hizo con mucha dificultad abriendo los ojos dándose cuenta que estaba en el sillón del estudio en el cual no había luz natural y no podía saber si era de día o de noche, su cuerpo estaba muy cálido cubierto por una gruesa cobija que lo protegía del frío.

- Igual gracias por preguntar, aun así lo tendré listo al final del mes como habíamos quedado. 

Jimin se tapó el rostro al notar la voz consciente del escritor.

Aquello iba ser muy incómodo. Más cuando el escritor lo echara de su casa.

Movió los pies inquietos notando la desnudez de su cuerpo, no podía solo salir corriendo, su entrepierna estaba aún húmeda.

- Después te llamo. Adiós.

El escritor colgó la llamada, luego escucho que él se acercó deteniéndose justo a su lado.

No pudo evitar el temblor anticipado de su cuerpo, situación que atribuyo más al frío o así lo quizó pensar para no llorar.

Jimin esperaba que él lo corriera de su casa enojado, pero no dijo nada por un par de interminables minutos, dudo entonces que él siguiera allí, así que bajó un poco la cobija y se asomó temeroso buscándolo y lo encontró demasiado pronto.

Su mirada ahora de un color negro profundo y su cabello húmedo le hizo de nuevo taparse avergonzado por todo lo que había sucedido, él ya estaba vestido con una de sus típicas batas mostrando su pecho como si nada, a lo mejor esperando alguna explicación de su parte.

Incomodo era poco para poder describir ese momento que por mucho era lo peor que había pasado.

- Te traje comida, ya casi es medio día, tienes que comer algo.

Su voz no era ni la mitad de dulce que la del alfa de mirada roja. Jimin apretó los ojos tratando de desaparecer.

- Te he traído una pastilla, deberás de tomarla cuanto antes.

- ¿De qué es?

Se asomó de nuevo mirándolo intrigado, tenía una ligera sospecha que a su Omega no le gustaba.

El alfa ya había dado la vuelta y Jimin solo vio su espalda desaparecer detrás de respaldo del sillón.

- Evitará embarazos.

Jimin se sentó de golpe, pues la sensación de su pecho no le gusto, llevo la cobija con el buscándolo con la mirada.

Iba a reclamarle pero se halló en incapacidad de hacerlo, pues el también había pensado lo mismo.

Frente a él en la mesilla había un emparedado, un té humeante, una pastilla y un vaso de agua.

- Toma - el alfa había regresado y le daba ropa doblada. - Vístete.

Jimin tomó la ropa en automático y la puso en sus piernas, después lentamente alzó la mirada hacía él. Sintió que su pulso se aceleró, aunque esperaba que este lo rechazara muy dentro de él no quería que lo hiciera, sabía que todo esa situación estaba mal pero deseaba que al menos todo se terminara de la mejor manera.

Él observaba su rostro sin ninguna expresión.

Eso le hizo bajar el rostro inseguro por qué seguro tendría un aspecto horrible. Pero sintió que su mano acarició su barbilla y le alzó el rostro.