8. El Lobo al rescate.

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Jimin salió a ver cómo la lluvia caía lentamente. Se abrazó así mismo y se quedó allí imaginándo una vida distinta. Esa noche se sentía melancólico.

- ¿Cómo te fue? ¿Encontraste lo que buscabas?

Jimin vio que la anciana movía unas macetas de dónde caía un chorro de agua fue a ayudarla rápido.

- Tendré que regresar la siguiente semana, pero todo apunta a que si.

- Me alegro.

- Quería proponerle que durante el tiempo que este aquí puedo ayudarle en lo que necesite de quehacer. Mi pierna ya está mejor.

La Sra. Fann le dio una mirada llena de cariño, se acercó y revisó el vendaje de la cabeza.

- Es una suerte que esa noche aún halla estado despierta, si no ese lobo te hubiese matado.

- No me lo recuerde, eso fue lo mas aterrador que he vivido.

- Los alfas son seres indomables, cuando toman por completo el control del cuerpo del humano, se pierden en sus instintos, ese alfa estaba por completo fuera de si. - alzó la mirada - ¿Tienes un alfa?

- ¿Qué? - Jimin abrió los ojos de más y se empezó a reir - si tan solo tengo veinte, no, no...

- Es normal que atraígas a algunos, tu aroma es muy dulce y eso les gusta.

- Si ya me di cuenta - alzó la ceja riéndose de su propia mala suerte, pues no era la primera vez que le sucedia. - pero no es algo que me agrade en realidad.

- Está bien si sientes que aún no es tu tiempo.

Estaban sentandos en uno de los sillones de madera que había en la terraza. Esa casa tenía muchos espacios hermosos que a Jimin le habían encantado.

- Acepto tu ayuda, quisiera dejar esto limpio antes de partir.

- ¿Dónde irá? - Jimin se arrepintió al decirlo - Disculpe no me incumbe.

- Viajaré a ver a mi familia por las festividades de fin de año, tiene varios años que no he ido y en verdad necesito un respiro.

- ¿La familia del escritor vendrá aquí?

Era más su curiosidad que los fines de la misión.

- Mmm no, pequeño, el prefiere pasar ese tiempo solo.

- Ohh debe de ser muy triste.

Aúnque Jimin no tuviera familia esa fechas siempre eran especiales por la fiesta que se montaba con sus Hyungs.

- Está bien si es lo que el quiere.

Jimin la observó, por alguna razón eso le pareció demasiado razonable, sus hermanos siempre lo presionaban para hacer lo que se suponía que debía hacer.

- Entonces se quedará solo, supongo que está bastante mayor.

- Pues no tanto, apenas cruza la treintena, yo diría que está en su plena juventud.

Jimin comenzó a toser para disimular su sorpresa.

- ¿Estás bien?

- Si, si, treinta dice pero parece de cincuenta - se empezó a reir.

La señora se empezó a reír también.

- Supongo que tienes razón, yo a su edad me gustaba salir a los bailes de mi pueblo.

- Pues yo no salgo mucho pero tengo un amigo con él que me divierto mucho.

Agregó Jimin aun riéndose.

Róbame el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora