La noche era serena, callada; la luna caía sobre las murallas, iluminando el tejado y caminos de la ciudad, pero a diferencia de otras noches, esta era demasiado silenciosa, creando un cierto ambiente tenso e incómodo para quien pensara en caminar por ahí.
Todos dormían plácidamente o eso parecía.
En otra parte de las murallas, en una panadería, pequeños quejidos y dolorosos gemidos retumbaban en las paredes, siendo ahogados por el sonido seco de golpes.
En una esquina de la habitación un chico castaño se encontraba en el suelo, herido, sangrando y sin conciencia de lo que pasaba a su alrededor.
Por otro lado, una azabache se encontraba cerca de la cama, intentando procesar cómo es que habían terminado así, pero su mente estaba dispersa, impidiéndole concentrarse, aunque esa voz la reconocería en cualquier lado.
"Hijo de puta..."
Amelie no lograba entender cómo es que había sido posible que este hombre entrara a su casa ya que se suponía que estaba vigilada las 24 hrs del día, pero algo ha de haber sucedido, esto nunca había pasado.
"¿Qué había hecho este idiota con mis muchachos?"
¿Cómo había sido posible que sucediera?
La chica no lograba entender cómo había sido posible que algo así pudiera ocurrir y por un momento deseó que Erwin estuviera ahí, pero tal vez el resultado hubiera sido el mismo y con un dolor peor.
Imaginar a su comandante herido al igual que sus compañeros, le aterraba aún más.
No entendía qué había pasado realmente, no lograba tener un posible panorama para esto, pero ahora no era el momento para pensar en eso y señalar culpables, debía proteger su barriga.
-¿Creíste que no vendría a por ti?- preguntó la voz masculina mientras presionaba el brazo de la chica con la intensión de romperlo.- Después de todo lo que me has hecho, ¿de verdad creíste haber estado a salvo?
La presión en el brazo de la chica sintió aún más dolor cuando el hombre apoyó gran parte de su peso en su pie.
*Risa*- De verdad eres una estúpida.
Narra Amelie
¿Qué mierda está pasando?
*Flashback*
Después de un día un poco ajetreado, Takato y yo decidimos ir a dormir temprano ya que dentro de un par de días debíamos viajar al otro lado de la muralla para ir a ver al médico.
Estábamos descansando cuando comencé a escuchar pasos poco sutiles que provenían de la parte de abajo, abrí los ojos y me mantuve atenta.
Creí que simplemente me robarían, cosa que realmente no me importa ya que abandonaría esta casa una vez la entrada secreta fuera tapada así que realmente no me interesa lo poco que pudieran llevarse.
Estuve escuchando sus pasos cuando estos parecieron ser lentos y cortos como si comenzaran a subir las escaleras, en silencio tomé una daga que tenía en el cajón de la mesita de noche para protegerme de ser necesario.
Escuché que entraron a mi habitación en silencio, cerré los ojos y aparenté estar dormida, seguí notando su silencio, y cuando tuve a uno junto a mi lado de la cama abrí los ojos e intenté atacarlo con la daga.
Sin embargo, había alguien detrás de mí que me sostuvo del cabello, intenté golpearlo, pero no lograba ver nada en la oscuridad de la noche, simplemente noté como me quitaban la daga para así intentar apuñarme en la cama.
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Con olor a flores //Erwin&tu
FanfictionMi vida siempre estuvo rodeada de muerte, siempre perdí gente a mi alrededor por lo que aprendí a vivir y pelear sin corazón. No había razón para hacerlo y todo se volvió una rutina, sin sentido ni objetivo hasta que el olor de tu piel despertó algo...