🌻Capitulo 38🌻

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Narra Amelie *Un par de días después*

Han pasado unos días y Erwin ha cumplido su palabra.

Durante todo este tiempo el rubio ha tenido pequeños detalles conmigo, demasiado dulces e inimaginables para el hombre fiero que mostraba ser.

Me ha llevado a cenar y de paseo por algunas zonas de la plaza, todo lo que estuviera a sus posibilidades, y en cada salida me había hecho sentir como la mujer más especial de las murallas.

La última vez, fue algo inolvidable, mágico y que significó más de lo que él pudo imaginar.

*Flashback*

Erwin y yo habíamos quedado en salir esa noche de clima fresco mientras la luna iluminaba el cielo y las calles de las murallas, dejando una atmósfera linda y pacifica.

Ese día, Erwin no había venido a comer como lo hacía regularmente, pero se encargó en avisarme que me preparara para salir esa brillante noche.

No sabía qué era lo que planeaba, qué clase de maravilla habría planeado para sorprenderme, pero lo único que había deseado toda esa tarde era que llegara el momento para poder observar las jemas azules del hombre.

Esa noche me vestí con un vestido celeste, de falda larga y ajustado a mi cintura, me arreglé de una manera más natural, arreglé mi cabello y me miré un momento notando como el simple recuerdo del hombre me hacían sonrojar

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Esa noche me vestí con un vestido celeste, de falda larga y ajustado a mi cintura, me arreglé de una manera más natural, arreglé mi cabello y me miré un momento notando como el simple recuerdo del hombre me hacían sonrojar.

No podía evitarlo, esto era amor.

Me estuve mirando en el espejo, cuestionándome si me veía bonita para él, pero todos mis pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del relinchar de un caballo.

A los pocos segundos, escuché la puerta por lo que tomé un poco de aire y bajé para así abrir la puerta y encontrarme con un verdadero príncipe, un caballero.

El rubio estaba vestido con un traje negro, acompañado de una corbata dorada que hacía juego con su cabello y hacían resaltar el azul de sus ojos.

El rubio estaba vestido con un traje negro, acompañado de una corbata dorada que hacía juego con su cabello y hacían resaltar el azul de sus ojos

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Pude sentir como mis mejillas se calentaban mientras el aliento se escapaba de mi boca, era como un sueño.

-Se ve muy guapo Comandante.- dije un poco apenada al sentir su mirada en mí.

Con olor a flores //Erwin&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora