🌻Capitulo 69🌻

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Narrador omnisciente

Era un día nublado, el aire frío y triste junto al sonido de las olas incontrolables acompañaban el aura triste y gris que rodeaba a la pequeña cabaña y a la mujer que miraba el día desde el pórtico de su casa con una carta en la mano.

Los pensamientos de Amelie estaban revueltos, su pecho dolía, miles de sentimientos recorrían su cuerpo dolorosamente, cualquiera con esa descripción podría decir que estaba en agonía, pero si mirabas su rostro, este no mostraba nada.

El brillo de sus ojos se había ido y su rostro no mostraba más que un gesto frío. Para la azabache la carta no podía ser verdad, aunque a pesar de saber que ese sería su destino, eso no podía haber pasado.

El incómodo silencio que la rodeaba fue interrumpido por el relinchar de cierto caballo blanco, la mirada sin brillo se centró en el origen del sonido, encontrándose con el revuelto rostro de su esposo, quien corría hacia ella.

-Amelie.- dijo agitado para así hincarse frente a ella y tomar sus manos.

Erwin no sabía cómo decirle la desgarradora noticia de la que se acababa de enterar.

-Lo sé.- dijo con la voz rasposa antes de que pudiera decirle algo mientras le extendía la carta.

Para la chica el retener sus emociones era algo normal, pero ver el rostro preocupado de su esposo mirándola era algo que le dificultaba su labor

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Para la chica el retener sus emociones era algo normal, pero ver el rostro preocupado de su esposo mirándola era algo que le dificultaba su labor.

El rubio la miró dolido ya que no sabía en qué momento eso llegó ni cuánto tiempo había tenido que lidiar sola con la noticia, pero de algo estaba seguro, ella necesitaba desahogarse por lo que sin ser capaz de decirle algo, se levantó y jaló suavemente el cuerpo de su mujer para terminar abrazándolo.

En el momento en que sintió su calor, ocultó su rostro en el pecho del rubio mientras rodeaba su cuerpo con sus brazos para aferrarse a la ropa del mayor en un intento de contener el llanto.

-Amelie...- la llamó Erwin suavemente mientras acariciaba su cabello negro.- Llora. Sabes que lo necesitas.

Intentó mantener su respiración calmada como lo hacía con anterioridad, pero sentir la irregular respiración del rubio que anunciaba un pequeño sollozo, le hizo romper en llanto.

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Con olor a flores //Erwin&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora