Narra Amelie *meses después*
Después de aquella noche, Erwin se volvió mi soporte y confidente haciéndome pasar aquellos malos tragos de la mejor manera, pero últimamente se ha comenzado a comportar un poco molesto conmigo, sobre todo cuando toca los gorditos de mi espalda y deja salir salir un par de risitas.
Sé que han pasado meses y mi cuerpo no es el mismo de cuando nos conocimos, pero no debería burlarse de esto, yo no le veo lo divertido a verte como una vaca.
-Come.- dijo Takato acercándome el tazón.
-No, no quiero comer.- dije haciendo berrinche porque no quería comer esa insípida avena.- Quiero algo dulce como un pastel o panecillos como los que hacía en la panadería.
-No, Hanji dijo que esto sería lo mejor para ti y el bebé así que comételo.- dijo Takato acercando la cuchara a mi boca.
-No quiero.- dije cubriendo la zona con mis manos como una cría.
*suspiro*- Si te traigo un pastelillo, ¿comerás un poco de avena?- preguntó resignado.
Iba a aceptar gustosa cuando recordé los pellizcos del rubio en mi espalda lo que me hizo sentir un poco de pena en mi cuerpo y lo mucho que se había deformado por mis múltiples antojos.
Aún faltan unos meses para que el bebé nazca, pero para el tiempo que tengo, estoy muy barrigona lo que me ha hecho pensar que me he dejado llevar por mis antojos.
Sobre todo por el hecho de que no habíamos tenido intimidad desde hacía un tiempo lo que me ha hecho pensar un poco en si algo ha cambiado, pero solo puedo ver una respuesta a eso.
Es por cómo luzco.
-No, no quiero nada.- dije un poco desanimada mientras tomaba la maldita avena.
-¿Eh? Creí que querías algo dulce.- dijo confundido.
-No, he perdido el apetito.- dije intentando sonar normal.
El chico me miraba curioso y confundido, pero para no tocar el tema de mis inseguridades, comencé a preguntarle sobre cómo iba la misión de los chicos ya que al parecer Hanji haría unas pruebas con Eren en el mar.
Después de estar par de semanas fuera, por fin tengo noticias de ellos. Francamente no eran las que esperaba, pero saber que ellos están dando todo por conocer qué hay más allá, es reconfortante.
Aunque... me gustaría saber si Erwin me extraña tanto como yo lo hago.
Mientras conversábamos, tomé mis agujas y comencé a tejer. Sé que no es gran cosa, pero el bebé necesitará algunas cositas cuando nazca y no tengo el dinero para comprarlas, por muchos motivos.
Así que decidí hacerlas yo.
-Escuché que la reina desapareció, ¿sabes algo de eso?- pregunté sonriendo burlona mientras veía como quedaban las botitas.
-Digamos que un ave acorazada la tomó prestada.- dijo sonriendo nervioso mientras rascaba su cabeza.- Pero la devolverá antes de que el sol se oculte o tendremos que cortarle brazos y piernas.
Dejé salir una risa al saber todo el caos que han de haber causado y lo que estarían pensando los clérigos, pero no significaba que debiéramos intervenir en ningún sentido.
Por lo menos, no ahora.
-Por cierto, le mandó esto del comandante.- dijo dándome un sobre.- Llegó esta mañana mientras se bañaba.
Lo miré curiosa ya que realmente no sabía qué esperar. Erwin había estado ocupado en su trabajo y solo en la noche era cuando podía pasar algo de tiempo de calidad, pero esto era inesperado.
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Con olor a flores //Erwin&tu
FanficMi vida siempre estuvo rodeada de muerte, siempre perdí gente a mi alrededor por lo que aprendí a vivir y pelear sin corazón. No había razón para hacerlo y todo se volvió una rutina, sin sentido ni objetivo hasta que el olor de tu piel despertó algo...