Con olor a flores //Erwin&tu

🌻Capitulo 66 - p1🌻

Narra Amelie

No lo entiendo..

¿Cómo fue que mi vida terminó en este punto? ¿Cómo es posible que una personas como yo termine así? ¿Cómo fue que algo así me pasara? 

Por mucho que me lo pregunto, no lo entiendo cómo es que terminé así. 

A lo largo de mi vida hice y dije muchas cosas de las que no estoy orgullosa, expandí el caos en las murallas mientras cálidas manchas rojas adornaban mi piel, pero también hice cosas de las que nunca podría llegar a arrepentirme. 

Aunque no sé si esas cosas puedan justificar la razón por la que ahora estoy aquí de pie, mirándome en un espejo.

¿Realmente merezco esto?

-¿Estás bien?- preguntó una melena roja mientras tomaba mi brazo.

-Sí, ¿por qué preguntas?- dije saliendo de mis pensamientos y volviendo a sonreír.

Tora iba a decir algo cuando una tercera voz apareció en el ambiente.

-Porque para ser una novia, no pareces contenta.- dijo Hina apareciendo en la habitación.- Luces más pensativa.

Desvié un poco la mirada hacia mi reflejo y bajé un poco la cabeza avergonzada ya que me habían pillado, y ahora no sabía cómo decirles lo que cruzaba en mi mente. 

-¿No estás segura de casarte?- preguntó la chica deteniéndose junto a mí. 

En el momento en que dijo eso, levanté la mirada y giré a verla con una mirada asustada.

-¡No es eso!- aclaré rápidamente ya que eso era más que seguro.

-¿Entonces? ¿Qué te ocurre?- preguntó la blanquecina curiosa.

Volví a mirar mi reflejo, insegura.

-Amo a Erwin y una vida a su lado es mucho más de lo que pude imaginar.- dije con una sonrisa, pero que en cuestión de segundos desapareció.- Es solo que no estoy segura de si merezco este hermoso sueño. 

-¿Eh? ¿Por qué lo dices?- preguntó Tora curiosa. 

-Fui una asesina, una rata que se escondió entre la oscuridad de las murallas y que usó muchas máscaras para no ser encontrada.- dije seria.- Usé a mucha gente para llegar a un estatus y cumplir mis objetivos, y ahora... el haber tenido la oportunidad de vivir algo como esto, me hace sentir que no lo merezco. 

Bajé la mirada a mis manos, intentando ignorar ver el reflejo de mí en aquel hermoso vestido blanco. No escuché nada de su parte por lo que creí que todo se había acabado y terminaría creando un drama por una estupidez como esta, pero ¿Qué puedo hacer para remediarlo? 

Estuve pensando en una respuesta para calmar esos pensamientos negativos, pero nada cruzaba por mi cabeza hasta que me sentí como suavemente me jalaban del brazo para así ser sentada en una silla.

-Amelie.- me llamó Hina.- Tú no fuiste la única que hizo cosas de las que se arrepienta. 

La miré y sentí un nudo en mi garganta al recordar lo crueles que eran al juntarme con un par de crías que sacrificaron para hacer el trabajo sucio y que terminaron siendo mi única familia. 

-Nosotras también nos manchamos las manos.- dijo Tora seria mientras colocaba su mano sobre las mías.-Pero algo bueno salió de ese infierno. 

Abrí los ojos de golpe al escucharla. 

¿De verdad había algo bueno de eso? ¿Una buena justificación que me hiciera merecer este pedazo de cielo?

-Gracias a eso, nosotras pudimos conocernos, convertirnos en una familia.- dijo Hina con una sonrisa.- Conocer al amor de nuestras vidas.