Con olor a flores //Erwin&tu

🌻Capítulo 2🌻

Narra Amelie *Días después*

-¿¡Qué?!- pregunté exaltada al escuchar lo que Hanji me contaba.

Hace un tiempo que conozco a la mayor Hanji, para ser más exactos desde que mi panadería le ofreció unos pequeños postres de cortesía para la hora del té hacía un par de años, lo que parece que les gustó y la legión se ha convertido en un gran cliente de postres y pedazos de pan.

Hace algún tiempo que le conté a Hanji sobre mi pequeño enamoramiento con el comandante y fue por eso que me ofreció la oportunidad de hacerle un regalo. Desde que era niña me ha gustado bailar y creí que iba a ser un buen regalo, uno que no dejara huella de mi presencia ahí.

Además de que bailo vestida de gitana en algunos bares para ganar algo de dinero extra, pero nunca creí que esto llegara a pasar.

-Lo que oyes.- dijo sonriendo.- Desde que fuiste al cuartel, se ha visto a Erwin más animado y soñador, creemos que tiene que ver contigo ya que parece que siempre tiene la idea de que el ambiente huele a flores.

-Pero... yo vendo pan, no flores. Creo que se está equivocando de persona.- dije un poco desanimada mientras pensaba en una chica cerca de aquí que vende hermosas y olorosas flores de varios colores.

-Sí, puede ser.- dijo mientras se levantaba de la silla y se estiraba un poco.- Bueno, debo irme y llevar este pan o Levi me matará.

-Sí, está bien.- dije mientras me levantaba de mi lugar y la acompañaba a la salida.

Ambas caminamos hasta la puerta, y una vez ahí, Hanji y yo nos abrazamos de modo de despedida ya que no sabía si tendría otra visita suya.

-Si quieres volver a verlo, dime y ya veré la manera en que puedas bailar.- dijo mientras sonría con cierta picardía.

En aquel momento no pude decir nada por el nudo en mi garganta y el violento sonrojo en mi rostro por lo que aquella situación le dio tiempo a la chica a despedirse e irse en su caballo.

De verdad que un día mataré a esa mujer por ser... por... ¡por usar mis sentimientos en mi contra!

Maldición... no debí exhibirme de esa manera y menos enfrente del comandante, ¿qué pensará de mí? Pero de alguna manera quería que tuviera algo de mí aunque fuera por esa vez, un baile que cree solo para él.

*suena el reloj*

Mierda se me ha hecho tarde, tengo que terminar con mi deberes y alistarme para esta noche.

Narra Erwin

Después de anoche, no he podido sacar de mi cabeza aquellos ojos verdes y ese peculiar olor a flores, no estoy seguro de si fue por la cercanía de nuestros rostros o algo más, pero no puedo olvidarla.

Su mirada y el color de sus ojos son algo que me persiguen en mis sueños, pero no de manera agresiva sino que me ha invadido de una manera que ahora espero cada noche ir a la cama para poder recordar sus ojos y que el olor a flores me inunde una vez más.

Anoche soné con ella de una manera diferente como si yo la conociera ya que siento que ese aroma lo conozco, fue extraño, pero ya encontraré una repuesta, cabe la posibilidad de que realmente la conozca.

Ya obtendré respuestas, solo necesito buscarlas.

-¡He llegado!- anunció Hanji mientras entraba por la puerta con una pequeña bolsa en las manos.

-Ya era hora lentes de mierda.- dijo Levi irritado.

-Lo siento, me detuve a ver una persona.- dijo mientras le entregaba al azabache su pieza de pan.- También te traje el tuyo Erwin.