Narra Amelie *tiempo después*
No estoy segura de cuánto tiempo ha pasado desde que Erwin se fue a la misión, y desde entonces mi vientre se ha abultado un poco, las náuseas no me dejan en paz y últimamente me he sentido un poco mareada, pero nada que una taza de té solucione.
Estar embarazada es un poco complicado y molesto en ocasiones, pero nada iba a detenerme, como jefa y aliada de la legión debo seguir trabajando para mantener todo en orden y solucionar algunos de los problemas de la gente, por lo menos hasta que la corona esté establecida.
-¿Desayunó mi señora?- preguntó el chico entrando con un par de bolsas en las manos.
-Sí, los hot cakes que preparaste estaban deliciosos.- dije sonriendo mientras lo miraba de reojo.
-Me alegra que le hayan gustado.- dijo sonriendo tranquilo.
Takato se ha quedado conmigo y me se ha ocupado en cuidarme lo que agradezco ya que pocas son las veces que he tenido ganas de comer por lo mareos y este básicamente me obliga para así asegurarse de que el bebé y yo estemos bien.
-Conseguí algunas cosas que necesitará para su embarazo además unas mantas para el crío.- dijo contento, pero aquellas palabras me helaron ya que desde que supe que sería mamá no he pensado en eso.
No he comprado nada para él/ella y ni siquiera he pensado en qué haré cuando la panza no me deje ni siquiera moverme.
Soy una pésima mujer.
-¿Se encuentra bien?- preguntó tocando mi hombro.
-¿Crees que seré una buena madre?- pregunté un poco seria.
Independientemente de convertirme en una esposa, me preocupaba no poder llegar a ser una buena madre para el pequeño/a que viene en camino porque yo no tuve una figura materna y el "cariño" que recibía era doloroso.
No quiero que él/ella tenga ese mismo trato, quiero que tenga lo que yo siempre quise y el amor que nunca tuve, aunque tengo miedo de no saber hacerlo y sin Erwin aquí, no sé cómo mierda conllevar todo esto.
-Por supuesto que será una buena madre, ¿por qué lo pregunta?- cuestionó el hombre confundido y serio.
-Porque no me estoy comportando como una.- dije con la mirada gacha.- Estoy pensando en todo menos en los cuidados del pequeño ser que está en mi vientre, ni siquiera me he tomado la molestia de decírselo a su padre.
Me sentía mal. ¿Cómo puedo prestarle tanta atención a todo menos a quien realmente lo merece? ¿Esto solo me pasará a mí o podría ser algo normal?
-Tranquila, usted es responsable de muchas cosas, pero no puede hacerlo todo sola.- dijo sereno.- Por eso estoy aquí, para cuidarla mientras usted cuida a mucha más gente.
Aquellas palabras de aliento me hicieron sentir ese reconforte que necesitaba, pero me hubiera gustado que Erwin me las dijera, aunque él aún no está enterado de esta noticia.
-Gracias Takato.- dije sonriendo, sintiéndome más tranquila, pero teniendo una nota mental de pensar más en el bebé.
El hombre sonrió y siguió contándome algunas cosas que consiguió en el mercado mientras bromeábamos e imaginábamos cómo todo cambiaría si nos esforzábamos, además de recordarme que en un punto no podría seguir trabajando por el tamaño de mi vientre, pero ahora nada de eso me importaba mucho.
Ya que esperaba que para ese momento, haber dejado todo arreglado y que Erwin estuviera a mi lado mientras todas las murallas respiraban un aire completamente nuevo.
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Con olor a flores //Erwin&tu
Fiksi PenggemarMi vida siempre estuvo rodeada de muerte, siempre perdí gente a mi alrededor por lo que aprendí a vivir y pelear sin corazón. No había razón para hacerlo y todo se volvió una rutina, sin sentido ni objetivo hasta que el olor de tu piel despertó algo...