Con olor a flores //Erwin&tu

🌻Capítulo 8🌻

Narra Amelie

Cuando llegué a la panadería, comencé a preparar la masa para el pan dulce; estaba tan concentrada en mis labores que no vi entrar a un hombre, fue hasta que escuché su voz que me detuve de golpe.

-Disculpe señorita.- dijo el hombre.

Dejé de hacer mis cosas para mirar a la persona que me llamaba, me giré con una sonrisa en los labios, pero al verlo me encontré con 2 hombres, uno de ellos le conocía de hacía ya un tiempo, aunque se notaba que el tiempo había hecho su trabajo en él.

-¿Puedo ayudarles?- pregunté un poco desconcertada, pero manteniendo la sonrisa.

-Estoy buscando a una chica.- dijo el hombre mientras se acercaba a mí con un cartel hecho a mano.- ¿La ha visto?

Miré la imagen y me encontré con una pequeña niña de grandes ojos, cabello ondulado y una sonrisa que solo cubría la ignorancia de lo que ocurría a su alrededor. A esa niña la conocía muy bien.

-No, lo siento. No la he visto.- dije con un gesto apenado.

-Quisiera que la viera otra vez.- dijo un poco serio e insistente mientras veía como el otro hombre caminaba de lado a lado.- ¿Está segura de que no la ha visto?

Me quedé callada un momento ya que debía mantener mi postura, él sabe que la conozco, pero... ¿realmente sabrá su identidad?

-Esta niña desapareció desde hace 18 años, así que ahora debe tener unos 23 años.- dijo mientras me miraba fijamente y el otro hombre cerraba la puerta con seguro.- Sabemos que vino a la superficie y que trabaja cerca de aquí.

Ahora sé a lo que quiere llegar, ellos lo saben.

Sonreí nerviosa y lista para lo peor, no podía pedir ayuda ya que llamaría mucho la atención y lo que menos quiero es captar la atención de mis vecinos o de las autoridades.

-¿Saben su nombre? Tal ve la haya conocido.- dije mientras deslizaba mi mano lentamente hasta el rodillo que usaba para la masa.

-¿Ya has olvidado tu nombre...?- dijo sonriendo y colocando su mano en su cinturón.- Amelie...

Mierda..

Narra Erwin

Estábamos terminando de cargar las cosas lo que significaba que pronto nos iríamos y no volvería a verla por un tiempo, pero eso es lo que no quiero.

No puedo irme de aquí sin haberla visto, sin saber que ella está bien, sin haber arreglado el mal entendido de lo que sucedió aquella noche, sin haberle dicho que la amo.

No puedo dejarla sin antes hacer que su corazón y el mío sean uno.

Pero cómo arreglar las cosas si no sé dónde vive ni sé qué decirle.

Estuve pensando por un tiempo en lo que podría decirle, quería dejarle en claro que todo el mal entendido había sido por una inseguridad, por la ignorancia que tenía de su trabajo e identidad, pero aún cuando tuviera una pequeña idea de lo que le diría...

¿Qué excusa diría para por irme y verla?

No podía irme de la nada, los chicos sospecharían y Hanji podría descubrir que conozco su identidad, eso podría traerme un problema con mi compañera así que debo tener cuidado con mis acciones.

Estuve pensando por un largo tiempo alguna excusa para escaparme, pero nada creíble cruzaba mi mente así que al final pensé que no podría ir con ella por lo que comencé a convencerme que no la vería.

Aquel pensamiento rondaba mi cabeza lo que comenzó a deprimirme mucho así que decidí tomarme un descanso para despejar mi mente; me dirigí a una cafetería cercana, ordené una taza de té.