🌻Capitulo 50🌻

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Narra Amelie

Cuando Hanji se fue con el azabache a rastras, sentí como el ambiente se alivianaba, pero no estaba segura de si era por la forma tan caballerosa de actuar, que terminaba siendo incómodo, o por la forma tan tensa en la que se miraban Erwin y él.

Que alivio que terminó.

Dejé salir un suspiro tranquila ya que podría pasar tiempo con mi comandante a solas. Sonreí ante la idea de poder acurrucarnos en mi cama, comer algo juntos e incluso hablar un poco del bebé.

Iba a preguntarle qué quería hacer cuando sentí su mano jalarme hasta el mostrados de la tienda para así subirme a este y empotrarme, comenzando a besarme de manera demandante y necesitada mientras desabotonaba un poco mi camisa.

Yo sin quedarme atrás, jugué con su cabello, despeinándolo y jalándolo a mi gusto.

-Erwin...- lo llamé un poco agitada al separarnos del beso.

-Calla.- ordenó dirigiendo su rostro a mi pecho.

Iba a preguntarle qué le sucedía cuando comencé a sentir sus labios acariciar mi piel y su aliento chocar, causando que la piel se me erizara por el placentero tacto hasta que...

Iba a preguntarle qué le sucedía cuando comencé a sentir sus labios acariciar mi piel y su aliento chocar, causando que la piel se me erizara por el placentero tacto hasta que

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-Aghh..- gemí al sentir su dientes.

Iba a preguntarle qué era lo que hacía cuando segundos después sus labios comenzaron a hacer succión, provocando que aquella zona se sintiera caliente, pero realmente quería sentir más por el nivel de excitación que llevaba.

-Erwin.- gemí en su oído al sentir más de esos mordiscos en mi pecho, haciendo un camino hacia mi cuello mientras su mano subía por mi pierna, levantando mi falda.

Sentí su tibia mano subir hasta mi zona íntima para así comenzar a frotar suavemente causando que abrazara suavemente su cintura con mis piernas, juntándolo más a mí mientras abrazaba su cuello con mis brazos.

-Alguien podría venir.- susurré mordiendo su oído suavemente mientras veía de reojo como personas pasaban fuera de la tienda.

Mi respiración se agitó un poco cuando sentí sus dedos en mi, ahora, desnuda parte íntima, frotándola suavemente en círculos. Provocando que me mojara cada vez más mientras mis mejillas se enrojecían más y mis manos jalaban su cabello.

-Mmh... Erwin...- gemí bajando una mano a su miembro para así comenzar a acariciarlo sobre la tela.

Ganándome un par de suspiros suyos.

Estuve disfrutando de sus movimientos cuando mi mirada logró captar a una ancianita que entraba a la panadería para así mirarnos desconcertada y curiosa por la extraña posición en la que estábamos.

Supongo que fue gracias a la capa y a la gran espalda del rubio los que no mostraban lo que realmente estaba pasando.

En ese momento, sentí como los dedos de Erwin se alejaban de mí, lo que me dio la oportunidad de sonreír "apenada" y "dulce", intentano ocultar toda la excitación mientras acariciaba suavemente la espalda del rubio.

Con olor a flores //Erwin&tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora