Narra Amelie
Hace un par de horas que Takato me ha avisado que la legión ha partido a la ejecución, lo que hizo que los tomaran su posición y comenzaran a mover a la gente, sin levantar sospechas.
Los únicos que podrían salir heridos son todos aquellos alrededor de la ejecución, pero me imagino que la legión tendrá cubierto ese aspecto mientras tanto yo debo ir a ver a una persona de la que no he sabido nada desde hace mucho y que también está involucrada en esto.
-Chunta.- llamé al azabache.
-¿Ya es hora?- preguntó curioso mientras se asomaba por el marco de la puerta.
-No, pero tengo que hacer algo antes de que todo empiece.- dije seria mientras terminaba de apretar los arneses.
-¿Es importante?- preguntó como si fuera una madre que desaprobaba la salida.
-Iré al castillo, ¿es lo suficientemente importante?- pregunté irónica, terminando con los arneses y comenzar a equipar el equipo de maniobras.
*Suspiro* -Iré contigo, pero te sacaré cargando de ahí de ser necesario.- dijo serio, desapareciendo del marco para así ir a por su equipo e irnos.
-Sí, sí... lo que digas.- susurré burlona.
****
Estuvimos viajando por los túneles secretos de las murallas hasta una entrada secreta al castillo. Realmente no quería meterme como si fuera una rata, pero si llegaba por la puerta de enfrente, nunca me dejarían ver a la reina así que no tenía opción.
-¿Está segura de que es buena idea venir a verla?- preguntó el azabache.
-No, pero creo que es necesario.- dije seria para así terminar moviendo una cortina que ocultaba la entrada.
Iba a salir cuando escuché la voz grave de un hombre, probablemente miembros del clérigo, por lo que decidí hincarme y mantenerme escondida hasta que ellos se fueran del lugar.
Hasta que eso sucediera, nos quedamos escuchando todo lo que hablaban y nada de lo que habían dicho me interesó hasta que mencionaron algo referente a una boda.
-¿Se casará?- preguntó el azabache confundido.
¿Matrimonio? ¿Con quién?
A lo que el pueblo sabía, no se esperaba un matrimonio sino una renovación y mejora a todo el desastre que la "familia real" había hecho durante tanto tiempo. Un evento como ese solo haría un desastre aún peor, sobre todo si el nuevo rey es un traidor.
Ese tema erizó mi piel y me trajo varios recuerdos que, conforme fueron hablando, terminé por hilar hasta entender lo que realmente estaba ocurriendo.
Todo esto era una trampa en la que todos estaban cayendo sin darse cuenta.
-Hay que detener esto...- susurré.
****
Estuvimos escondidos escuchando un tiempo hasta que los hombres se fueron. En ese momento, salimos de nuestros escondites y nos acercamos a una figura femenina de cabello negro, que miraba por el gran ventanal.
-¿Puedo ayudarles en algo?- preguntó la mujer sin mirarnos.
-Venimos a ver a la reina, ¿puedo saber dónde se encuentra?- pregunté relajada con una sonrisa.
-Lo siento, ella tuvo que salir.- dijo la mujer girándose y mirándonos, regalándonos una sonrisa.
Me acerqué a ella para así terminar por rodear su cuerpo entre mis brazos, algo que no había hecho desde ambas éramos unas niñas y que realmente hacía falta. Poco después nos separamos, permitiéndome verla con más detalle.
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Con olor a flores //Erwin&tu
Fiksi PenggemarMi vida siempre estuvo rodeada de muerte, siempre perdí gente a mi alrededor por lo que aprendí a vivir y pelear sin corazón. No había razón para hacerlo y todo se volvió una rutina, sin sentido ni objetivo hasta que el olor de tu piel despertó algo...