Con olor a flores //Erwin&tu

🌻Capitulo 7🌻

Narra Amelie *un par de días más tarde*

-Este es tu pago de esa noche.- dijo Ren, mi jefe incómodo..

-Muchas gracias.- dije mientras intentaba sonreír.

Aquella noche cuando el comandante se fue, me quedé parada en esa habitación sin saber qué decir o pensar, mi corazón se había roto y lloraba el desprecio de mi ser amado, mi mente estaba nublada y solo podía recordar aquella imagen...

Sus ojos mirándome con sorpresa, para luego tornarse a un gesto de desagrado y asco, pero lo que más me dolía era el hecho de que quisiera vomitar, tal vez recordó nuestras noches juntos y terminó asqueado.

Supongo que vio la realidad...

-Lamento mucho lo que sucedió esa noche, no creí que fuera malo tener ese tipo de acercamiento.- dijo mi jefe mirándome con pena.

Sonreí con pena ya que era una buena idea, pero el destino jugó con mis sentimientos.

-No lo lamentes, es buena idea, solo fue un contratiempo.- dije en un intento de no hacerlo sentir mal.

-Aún así, lo lamento mucho.- dijo apenado.

Conozco a Ren desde hace tiempo y se ha vuelto un confidente muy bueno, él sabe de mi amor hacia el rubio, pero no es su culpa, al final yo fui la que terminó enredándose con él.

Todo esto fue mi culpa.

Le sonreí por una última vez, jugué un poco con el cheque de mi sueldo y terminé por irme de ahí; originalmente pensé en renunciar y dejarlo todo atrás, pero no puedo hacerle esto a Ren, yo soy la que le da una mejor vida a su esposa e hijos, irme ahora no sería justo.

Son parte de mi familia, y no puedo hacerles esto así que seguiré trabajando.

Solo necesito olvidarme de Smith.

Salí del lugar y comencé a caminar por las calles rumbo a mi casa ya que necesitaba volver a trabajar. Debía volver a la realidad.

****

Durante el camino comencé a pensar en lo que había pasado últimamente, aún no podía digerir los hechos de aquella noche ya que fueron cuestión de segundos para que la nube en la que vivía, se reventara.

Solo bastó una mirada fría del rubio para hacerme caer en la realidad.

Esa madrugada, le escribí a Hanji y, llorando, le conté todo lo que había pasado, terminé confesándole lo destruida que me encontraba por dentro, pero lo natural que debía parecer por fuera.

Sin embargo, no he recibido una respuesta, realmente no me sorprende ya que la legión debe estar ocupada con alguna expedición o alguna clase de plan por lo que me tiene sin cuidado su silencio.

*mira el cielo* ¿Por qué el cielo me tiene que recordar a él?

****

Después de haber repartido los pedidos, me puse a caminar con una canasta de pan por las calles, ofreciendolo a las personas que pasaban por ahí cuando la gente comenzó a amotinarse en una de las calles principales.

No era normal que la gente hiciera eso, me acerqué curiosa a ver qué estaba sucediendo, pero no lograba ver algo, al parecer solo estaban expectantes a algo, pensé que sería algo estúpido por lo que iba a retirarme hasta que escuché algo que llamó mi atención.

-La legión viene a re-abastecerse.- dijo una mujer emocionada.

Me detuve un momento y pensé si debería quedarme. No estaba segura de si sería lo correcto, pero nadie, a excepción de Hanji, podría reconocerme ya que en una actividad como esta, Erwin no estaría presente.