MDT: Mi querido entrometido

Capitulo 1:walton

 Elías Walton... 

Me levante como cualquier otra mañana, temprano para salir a correr, el día estaba hermoso y no pensaba en desperdiciarlo quedándome más rato en cama, cuando sentí que era suficiente regrese a casa lo que no sabía era que había tardado más de más, las clases estaban a punto de empezar y aunque no tenía ganas de asistir, debía. 

¿Y si falto? No creo que nada muy importante pase hoy.  

Era su último año, pero aun así no se me hacía tan importante llegar a tiempo, solo es el último año. 

-LADRON!!!- gritó elay lanzándose sobre mí, derribándome al piso. 

-Maldición! - me queje mientras lo fulminaba con la mirada- Tienes 26 años elay, madura imbécil. quítate- dije enojado mirando a mi hermano con disgusto. 

-vamos, eres más alto que yo y aun así te derribo fácilmente-me respondió sonriente-. Debes ser más rápido, ni siquiera me esforcé para poder tirarte al suelo. - se levantó y frunció el ceño- ¿qué te pasa? -lo ignore. - ¿me haces liberarte para quedarte tirado en el piso como foca bebe? Está bien. 

Segundos después escuche los pasos de mi hermano alejarse, pero de igual manera no me levante, me sentía cansado de esta rutina que mi vida había acogido con los años.  

-ELIAS!!!-grito gritó elay de sorpresa, sentí como agua fría caía de golpe sobre mi cuerpo. La risa de elay resonó en la casa.  

-ELAY VOY A MATARTE!!!- le grité y salí corriendo detrás de él, pero por culpa del agua que había sido derramada me resbalé volviendo a caer- IMBECIL!!!-grité enojado. 

¿El no piensa madurar o que carajos?   

Esta vez me levante con cuidado, camine despacio hasta las escaleras, las subí con bastante pereza, finalmente llegue a mi cuarto después de caminar por el largo pasillo lleno de puertas de la casa, me encerré en el baño y me duche.  

Después de ducharme, tome unos vaqueros oscuros, una camiseta verde militar y unas botas negras hasta el tobillo, un outfit como diría oslin muy original. 

Baje a desayunar, pero había demasiado silencio en la planta baja, camine hasta la cocina. Seguía pensando en la posibilidad de quedarme en casa, pero tampoco tenía ganas de escuchar a elay todo el día. 

Noté algo extraño al entrar a la cocina, elay sostenía su teléfono y se veía muy concentrado observando algo, pensé en lo peor mientras descifraba su expresión, era de tristeza e ira, claramente con una culpable que yo conocía. 

-elay, que pasa? - le pregunte esperando la respuesta, me acerque a él, lentamente. 

- Karina me engaño-dijo serio, se levantó de golpe y le dio un puñetazo a la pared más cercana, sus nudillos terminaron destrozados. -y con Valentín con mi maldito mejor amigo, que clase de cliché de mierda es ese. -se sentó de golpe y le enseño su teléfono, sin duda la imagen era de Karina besando a Valentín. 

- te lo trate de decir, algo no me cuadraba entre ellos dos, pero tu estabas ciego de amor y no me quisiste creer. lo lamento hermano.- puse mi mano en su hombro, elay me miro con ira, como si yo lo hubiera traicionado.