Capitulo 22: la abuela

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Eva

-vi a mi abuela suicidarse cuando tenía 4 años-repitió- entonces yo, no entendía lo que pasaba, pero recuerdo claramente como vi a mi abuela clavarse un cuchillo en el cuello mientras gritaba que todo era culpa de su hija.

Me quede en silencio, sorprendida por la repentina confesión de Elías, sabía que le había pedido que me contara su secreto, lo que ocultaba detrás de esa sonrisa. Nunca me imagine algo como eso, todo fue tan rápido.

No puedo evitar pensar en el trauma que él lleva consigo mismo, a una edad tan temprana, ver una acción como esa es era demasiado.

- ¿le gritaba a tu madre? -me atreví a preguntar.

- "¡es tu culpa, es culpa de ese engendro del demonio al que le diste vida!" Eso le decía. - me miró serio, sus ojos estaban vacíos, como si contar esto no le doliera. - creo que se refería a mi o a Elay.

¿Elay? Creo que en el documento que los gemelos me habían dado mencionaba los familiares más cercanos. Asentí dándole a entender que continuará.

El ambiente de hace unos segundos atrás había desaparecido por completo.     Eso es lo que me gusta y disgusta de elias, podemos cambiar de escenarios y seguir siendo nosotros dos. Nosotros mismos. Como si nos conociéramos de toda la vida.

Ya veo la razón de decir que los caprichos, son tan especiales.

-En el funeral de mi abuela, toda la familia estaba dividida, no sabía la razón por completo, pero aun con mi corta edad podía ver que eran lagrimas falsas. -apretó su mano de tal manera que sus nudillos se pusieron blancos. - Ellos, ellos no lloraban enserio, sabía que era puro teatro.

-¿Tu familia materna verdad? -Mi curiosidad siempre superaba mi abolidas de quedarme callada.

- No, no era mi familia materna la que lloraba falsamente, ellos si estaban destruidos, era la paterna. Me decían cosas, no sabía a qué se referían, pero sabía que era extraño. Yo solo era un niño que quería brillar, pero no pude.

-elias.- me miro y puso su mano en mi mejilla.

-Después de ese día, todo cambio, mis tíos se alejaron, mis primos, los walton se volvieron fríos y asquerosamente egocéntricos, como se supone que soy, mi padre se alejo, se volvió una pared impenetrable . Los grives, mi familia materna seguía igual, dolidos por la pérdida de su matriarca, la única mujer en el puto mundo que se sentaba a escuchar hasta la más mínima tontería que dijeras.- sonrío tristemente, tome su mano y recosté mi cabeza en su pecho.

-¿cómo era ella? - me atreví a preguntar.

-muy extrovertida, realmente grosera o es lo que recuerdo, su pelo era blanco ya por las cañas y sus ojos eran tan azules como los míos, siempre llevaba un anillo en la mano izquierda con una piedra de cuarzo, muy especial para ella.

Su voz estaba llena de admiración, llena de felicidad y nostalgia.

-recuerdo que ella tarareaba una cancion-continuó hablando. Una sonrisa se posó en sus labios mientras me miraba a los ojos- ve hasta el final, con esa sonrisa que sabe brillar.-tarareó.

En ese momento, el dolor se hizo presente en su voz, era más que solo dolor, era decepción, era desilusión, no podía explicarlo. Estaba segura de que elias tenía sólo segundos antes de explotar en llanto.

-Entonces, ¿es tu canción favorita?- tome su mano y empecé a jugar con sus dedos.

-Si, aunque solo recuerdo eso, luego pasaron, muchas cosas más, cosas que, no se pueden contar.- beso mi frente- Vamos a dormir, ya es muy tarde.

MDT: Mi querido entrometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora