Capitulo 11: escape improvisado

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Eva 


Me levante temprano, tome una ducha y me vestí con una camiseta negra ancha, unos shorts a medio muslo de color gris, unas vans negras o como diría naomi  y para resumir bastante básica y bajo perfil. 

Había planchado mi pelo así que decidí peinarme en una coleta alta. Baje a la sala a ver si los demás estaban listos. 

- ¿vas a ir así? - pregunto naomi. 

-si. - le respondí. 

-no cariño. - dijo seria. 

-malia ayuda. - dije y tragué en seco. Malia se rio ignorando mi petición. 

- axel.- hablo de nuevo naomi 

-está bien- axel se acercó a mi- te duele mucho la herida? 

-no, ya está totalmente bien- dije sonriente. 

Apenas termine de hablar axel me cargo en su hombro y empezó a subir las escaleras. Mis gritos de auxilio fueron ignorados por las risas de los demás. 

Llegamos al cuarto de naomi, axel me sentó en la cama y se retiró. Apenas el salió naomi entro a la habitación, ya sabía la  que me esperaba. Abrió su armario y empezó a tirar ropa al azar. 

- ¿naomi que planeas? - pregunte con esperanzas falsas. 

-cierra la boca y ponte esto. - me paso unos pantalones ajustados de color blanco, una camiseta corta de color negro que mostraba mi ombligo y un jersey jackey estilo jean. 

- ¿me veo tan mal? - le pregunte. - eso parece sacado de pinter.- dije a la mitad el nombre ya que ella lo odia. 

-primero que nada, no te ves tan mal, pero necesitamos que llames la atención de ivan- dijo sonriente mientras ponía sus brazos en su cintura. - y segundo es Pinterest, no vuelvas a decir su nombre a medias por favor. 

- ¡pero me veía bien! - le dije resignada ignorando su advertencia sobre la aplicación. 

- ¡ya! - se quejó- solo quería vestirte, pero bueno, mis amigas ya ni me quieren, no me dejan cambiarlas, ni jugar con ellas como si fueran mis muñequitas- dijo sonriente. Se tiro en la cama a mi lado y fingió que lloraba. 

Rodee los ojos, ese pequeño berrinche de naomi ya lo conocía, pero es mejor decirle que si antes de que se ponga a balbucear. 

-nadie me quiere- empezó a patalear en la cama. 

- ¿estas chantajeándome? - le mire con la boca abierta 

-si. - dejo de actuar y se sentó- ¿cómo lo supiste? 

No respondí a su pregunta, tomé la ropa y entre al baño de su cuarto. Me cambié la ropa y salí de allí, lo primero que vi al salir fue la sonrisa de naomi, se acercó a mí y soltó la coleta. 

- ¿feliz? - le sonreí 

-nena, benditas nalgas- dijo sonriente. - ponte las vans que tenías. 

MDT: Mi querido entrometidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora