MDT: Mi querido entrometido

Capitulo 14: Lucero

eva 

Nada estaba bien, todo lo que elias a escuchado hasta ahora es verdad, pero que hay de mi verdad, la verdad de cada uno de nosotros.  Aunque una parte de mi quería gritarle a elias todo, aun no sabía si era de fiar y ahora, la decisión de tristan y haruka de aceptar la ayuda de ivan me ponía más intranquila. Me parecía realmente irracional aceptar la ayuda de ese muchacho. 

Cupido, un hombre que por poder destruyo familias, su avaricia le segó al nivel de quererlo todo solo para él, pero ese es un error humano, al quererlo todo podemos perderlo todo. 

- ¿eva te quedaras aquí abajo? - de mis pensamientos me saco la voz de elias. 

Solo quedábamos él y yo, no me había dado cuenta de que los demás ya estaban arriba. Unos segundos de silencio incomodo acompañado de una tensión extraordinaria nos rodearon. Me arme de valor para romperlo. 

- ¿Quién es tu padre? - le pregunte mirándolo. 

Elias me miro confundido, como si fuera la pregunta más difícil que le pudieran hacer. Me acerque a él y le mire directo a los ojos, ese silencio antes de su respuesta, me estaba atormentando de una manera tan dolorosa, tan intensa, sentía miedo por alguna razón. Miedo a su respuesta. 

Pasaron al menos 10 minutos en ese silencio, la mirada de elias estaba perdida, esa simple pregunta le hizo perderse en sí mismo, le hizo meditar de una manera tan lejana. Sus ojos claros miraban la pared, estos habían adoptado una mirada sombría, como si un recuerdo lo estuviera destruyendo, como si estuviera muriendo por dentro.  

-Es un empresario, filántropo y matemático, tiene 45 años, dos hijos uno de 26 y otro de 19, su esposa murió... y el... el...- su frase se quedó en eso, la forma tan programada en la que lo dijo me hizo erizar la piel. 

Respire profundo y en un impulso, un impulso que debí frenar, pero mi corazón no me lo permitió, lo abracé, recosté mi cabeza en su pecho. estar tan cerca de él es un sentimiento explosivo dentro de mí, como si elefantes corrieran en mi estómago, como si todo se detuviera.  

Lo abrace más a mi acariciando su espalda, aun así, él no había correspondido, como si estuviera en shock, como si no lo esperara. Me mantuve así unos segundos más, antes de que yo soltara el abrazo el me rodeo con sus brazos, era tan cálido y sincero, como si ambos compartiéramos un dolor que no podíamos contar al mundo, como si ambos supiéramos lo que le pasa al otro.  

Solo diré esto una vez, una única vez, el abrazo de elias walton es el mejor que he recibido. 

- ¿Entiendes lo bien que se siente un abrazo como este? - me pregunto y me abrazo más a el-. de alguien que no conoces, pero sientes que lo haces de toda la vida. 

Sentí ganas de llorar, tengo a los chicos, a mis amigos, todos a mi alrededor, personas que quiero, pero un abrazo nunca se había sentido tan bien. 

- ¿cómo sabes que siento eso? -. respondí con otra pregunta. 

-porque ambos corazones laten al mismo ritmo, el sonido es el mismo, le vibración es igual -. dijo mirándome directo a los ojos. 

Esa mirada, una mirada que me hizo querer lanzar todas mis barreras al piso, lanzarlas tan lejos y dejarme llevar por el sentimiento de paz y desahogo que el me hace sentir.