MDT: Mi querido entrometido

Capitulo 53: Año nuevo parte 1

Eva

— Elias ya... —le supliqué, me dolía bastante.

— Solo un poco más bonita. —dijo mientras hacía más fuerza.

Un jadeo se escapó de mis labios, mi piel ardía ante el dolor.

— Deberías ser más gentil. —ordenó Fhanny mirandolo mal.— no aprietes una herida!

Se preguntarán, ¿Qué hacemos nosotros tres juntos? La respuesta es simple: preparativos para Año Nuevo. Queremos celebrar el rescate de Owen, pero hasta que no le dieran de alta no íbamos a hacerlo y para nuestra suerte hoy es el gran día en el que le dan de alta, además es el gran día en el que casi me corto la mano.

— por eso digo que eres estupida. —Habló Fhanny mientras me sonreía.

— Ya cállate y bésame. —Le respondí sonriendo.

— Bésame el culo. —Respondió de mala gana mientras miraba a otro lado.

— ¿Estás sonrojada? —le pregunto Elias— muy lindo y todo, pero Eva es mía.

Le sonrei rodando los ojos comiendo estupida enamorada, Fhanny se nos quedó viendo unos segundos, después suspiro, se levantó sin decir una palabra y camino hasta la puerta de la cocina.

— ¿Nos vemos en la noche? —me atreví a preguntarle.

Ella dudo unos segundos su respuesta, pero aún así logré ver en su mirada un pequeño brillo de alegria.

— No tengo a donde ir, para sentirme bien, así que, si, nos vemos esta noche. —me dio una pequeña sonrisa y salió perdiéndose de mi vista.

....

Ya habíamos llegado al hospital, Elias y yo íbamos a ir por Owen, Elay nos había dado los papeles para su alta. Camine sonriente hasta la habitación de Owen.

— Te ves muy feliz de ver al casi muerto. —Habló Elias con cierto disgusto en su voz.

Molestarlo un poco no vendría mal...

— Es que, pobre Owen, destrozaron su lindo rostro. —Sonreí internamente.

El ni siquiera respondió, me tomo del brazo y me metió a un cuarto de mantenimiento.

— Elias que ha- —No pide ni preguntar.

Me tomo del cuello y pegó sus labios a los míos en un beso de los que comienzas con ropa y terminas sin vergüenza. Lleve una de mis manos a su pelo tirando de el con la misma intensidad, tenía mucho sin tener algo de esto con Elias, una de sus manos se dirigió a mi entrepierna y por encima de mi pantalón empezó a acariciarla, provocando un hormigueo en esa área al imaginar cómo se sentiría sin ropa, sus besos bajaron a mi cuello arrancándome pequeños jadeos de placer.

— Recuerda a quien le perteneces y a quien le pertenezco. —murmuró sobre mi cuello.

Y aquí es cuando mi espíritu abandona mi cuerpo y me permito ser objeto de alguien llamado Elias Walton, ¿está bien? No. ¿Lo haré de todas formas? Si.

— Pero esto es un hospital y hasta yo tengo limites. —se separó de mi y me sonrió.— ¿vamos por Owen?

— Vete al... —me quede callada y salí de allí arreglando mi camiseta y pelo.

— Infierno, si, es tu frase personal. —se burló de mí mientras llegaba a mi lado.

Mire los papeles que estaban ligeramente arrugados en busca del número de habitación, era la 232, estábamos algo lejos.

220...

221..

222...

232? Aún faltaba mucho para llegar de manera ordenada a ese número. Ignore eso y abrí la puerta sonriendo, el estaba arreglando su camiseta mientras se miraba al espejo.