Elias
Todo esto me resultaba sorprendente, apenas llegar a la casa de eva note que algo grande estaba pasando. La ubicación estaba bastante alejada y no solo eso, estaba muy bien escondido, también tenían un sistema de seguridad que ella tuvo que desactivar.
Me parecía fascinante, era un portón de metal con un estilo frívolo y macabro, casi parecía sacado de una casa del terror.
Cuando llegamos note que ya los demás estaban allí, todo se sentía tan surreal. Estacioné al lado de una camioneta blanca y salí del vehículo, todos se quedaron sorprendidos al verme, hasta oslin que también me hizo llevar la sorpresa a mí.
- ¿Qué demonios hace el aquí eva?- pregunto adrien mirándome mal.
-guarda los colmillos canino. - le respondí- voy a ayudarlos.
-soy malia- se presentó una castaña evitando que mi conversación con adrien continuara. - un gusto- me extendió la mano, la tome y nos dimos un estrechón simple. de algún modo, ella se me hacía familiar.
-soy naomi- una rubia se acercó a mi- ¿tú eres el famoso elias?
- ¿Famoso? - mire a eva sonriente.
-ni te hagas ilusiones- rodo los ojos- tristan, sácalo.
-yo lo saco. - dio gael si no me equivoco, tomo a ivan en brazos y se rio- muy buenas ataduras.
-déjalo en el sótano. - dijo adrien mirándome.
-ven conmigo. - hablo eva.
Se acercó a mí y tomo mi mano causando un escalofrió en mi piel, la soltó de golpe al darse cuenta y siguió caminando en dirección al interior de la casa.
Este lugar era enorme, tan grande como la casa principal de mi familia, o mejor dicho la prisión de mi familia. Eva me llevo por unas escaleras hasta el segundo piso lo que me hizo confundir.
- ¿no vamos a ir al sótano? - pregunté.
-tranquilo, solo vamos por algo a mi cuarto-ella se detuvo y me miro antes de abrir la puerta. sonreí de manera picara.
- ¿tu cargador? - ella se sonrojo y rodo los ojos abriendo la puerta, entre detrás de ella.
-idiota- susurro causando un pequeño ataque de risa en mí.
Su cuarto estaba extremadamente ordenado, pero a la vez desordenado, por un lado, la legendaria silla de ropa que debo asegurar al menos el 60 por ciento de la población adolescente lo tiene, y por el otro había un escritorio bien ordenado, incluso los plumones estaban todos a una distancia idéntica.
La cama era grande, bastante grande, tenía la tentación de tirarme en ella, pero prefería evitar problemas con eva la notaba algo estresada y prefería no empeorar las cosas con mi actitud infantil. Las paredes eran de un color blanco, pero en una sección había muchas fotos, decidí acercarme a curiosear mientras ella buscaba lo que sea que estaba buscando.
En las fotos estaban todos juntos, pero eran mucho más jóvenes, debían de tener unos 5 o 6 años los gemelos estaban cargando a naomi mientras que los demás estaban tirados en el suelo exhaustos como si fuera una competencia y los tres primero mencionados habían ganado.
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MDT: Mi querido entrometido
Teen FictionLa confianza es un arma de doble filo, la curiosidad igual. Elias ya paso por mucho, vivió cosas que no le desearia a nadie al igual que eva, pero ya sabemos como va esto. El entrometido de Elias tratando de ser un héroe en la vida de Eva, se convir...