MDT: Mi querido entrometido

Capitulo 38: La llegada

Eva

La llegada fue más rápido de lo esperado, eso debido a que me quedo dormida gran parte del viaje. Al momento de bajar del jet los chicos nos estaban esperando Justo en la pista de aterrizaje.

El team tricolor tenía una pequeña sonrisa de picardía, cada uno a su manera. Naomi sonreía apenada mientras que gael, owen y Tristán se mantenían serios y con cierto disgusto en la mirada. Elay por su parte, mi cuñado mejor dicho se encontraba con una sonrisa victoriosa.

— Bienvenidos a la realidad. —murmuró Fhanny cuando llegamos hasta donde ellos, me extrañó no ver a dahianna presente.

Malia salió corriendo hasta mi y me abrazo fuertemente, la abrace de vuelta mientras sonreía. Ivan se acercó a mi y me abrazo escondiendo su cabeza en mi cuello.

— ¿estás bien?

— Ivan.

— Distancia. —respondió sonriente y se separó. Con eso el entendió que me encontraba bien.

La alegría se acabó tan rápido como empezó, haruka me dio una bofetada tan fuerte que me hizo tambalear.

— ¡Estas puto loca! —me grito en ese mismo lugar.

La cara de los demás era de impacto, para todos era una sorpresa que haruka se atreviera a levantar la mano a cualquiera de nosotros. Levante la mirada haciéndole frente.

— Un poco.

— ¿como puedes irte de esa manera?

— Yo me la lleve haruka. —intervino elias.

Haruka levantó la mano esta vez para pegarle a elias, pero yo la detuve sosteniendo su muñeca y empujándola. Me puse frente a elias.

— No te atrevas a tocarlo.

Tengo en claro que si hubiera querido quedarme lo hubiera hecho, pero no. Decidí irme con él y a pesar del pequeño percance que tuvimos, fueron los mejores días de mi vida. No me interesa ahora mismo a haruka en su modo sobreprotector.

— Vamonos a casa. —ordenó. Se dio la vuelta y empezó a alejarse.

Los demás allí presentes fueron pcoo a poco detrás de ella, a excepción de adrien el cual se encontraba mirándome fijamente.

— chivato. —le dije de mala gana, el solo apartó la mirada.

tomó la mano de Fhanny— Vamonos bunny. —le ordenó mientras se alejaban.

¿Bunny?

Ladee la cabeza por la confusión, él acababa de llamarla a ella bunny. Acaba de llamar a Fhanny bunny.

Bunny...

Fhanny...

Ahora Fhanny es su bunny...

La mano de elias en mi mejilla me salvo de aquellos pensamientos. Miró detalladamente mi rostro y soltó un largo suspiro.

— ¿Te duele?

— No, estoy bien. —respondí con cierto desánimo.

Mi mirada se perdió en un punto fijo de la pista, el pánico que había creído olvidado acaba de regresar y con más intensidad. Esa sensación inmensa de perdición o salvación, ese dilema mental entre perder o ganar. Me estaba matando de con cierta lentitud y con cierta lentitud me terminara matando.

— Oye, todo estará bien. —me dio una sonrisa reconfortante.

— No digas eso, no sabes si es real.