Fuera todo estaba muy oscuro, el viento gélido silbaba por encima de su cabeza y el asfalto estaba resbaladizo por la incipiente niebla que ya comenzaba a descender. Solo tomaba esa salida cuando quería librarse de algún pesado, pues jamás caminaría de noche por un lugar tan sombrío y solitario por iniciativa propia. Los contenedores de basura se apilaban contra las paredes formando rincones que escapaban a la vista. Una vez más, tuvo la sensación de que alguien o algo saldría de allí para darle un buen susto.
La silueta de un hombre apareció al final del callejón y Taehyung cerró los dedos alrededor de la correa del bolso.
Esperaba que solo se tratara de alguien que estaba dando un paseo, pero quienquiera que fuera se quedó allí plantado, observándolo mientras él se acercaba. Contuvo el aliento y frenó el ritmo, al tiempo que sopesaba la idea de retroceder y regresar al bar. Dio algunos pasos más, vacilantes e inseguros, hasta que la luz de la farola más cercana le permitió distinguir sus rasgos. La curiosidad lo instó a recorrer el resto del callejón.
Él se hizo a un lado. Esgrimía una expresión amable. Taehyung se sintió como un delincuente al que acabaron de atrapar intentando escabullirse por la puerta trasera.
-Siento abordarte así en medio de la noche, pero no podía permitir que te escaparas. -Extendió la mano y él correspondió al saludo tras un efímero titubeo-. Jeon Jungkook, ¿hay algún lugar por aquí en el que podamos charlar unos minutos? No te robaré mucho tiempo.
-¿De qué se trata? -La luz ámbar de la farola se derramaba sobre su bonita cara, revelando su seriedad y su cautela.
-De un asunto profesional, pero prefiero explicártelo en otra parte.
«¿Un asunto profesional?». Tal y como le iban las cosas en ese terreno, no tenía muchas expectativas de que aquel tipo fuera a proponerle algo que mereciera la pena acompañarle a ningún sitio.
Además, era un completo desconocido que dejaba propinas de cincuenta mil wons y que lo había abordado en un callejón a las once de la noche. La prudencia le decía que se desembarazara de él cuanto antes.
-La verdad es que tengo algo de prisa. Si quieres puedes comentarme lo que sea de camino a mi coche. -Lo invitó, solo porque su Chevy estaba aparcado frente a la puerta del Blacklist, a menos de diez metros.
-Te prometo que seré breve, te lo resumiré en cinco minutos. - Señaló con la cabeza una cafetería que permanecía abierta al otro lado de la calzada-. Todavía hay gente caminando, coches circulando y la cafetería estará llena. No se me ocurriría hacerte nada malo con tantos testigos por todas partes.
Taehyung intentó no sonreír, pero no llegó a tiempo de evitarlo y las comisuras de sus labios se arquearon con sutileza.
No esperaba que su desconfianza fuera tan palpable.
-De acuerdo. Cinco minutos.
No se dio cuenta de que él seguía sosteniéndole la mano hasta que la apartó y volvió a sentir que el viento le enfriaba la piel que él había calentado.
-¿Quieres que te ayude con eso? -Señaló la guitarra y Taehyung negó.
-Estoy acostumbrado a cargar con ella.
Cruzaron la calle hacia la cafetería contigua a un salón de belleza. Él se subió la bufanda para cubrirse la barbilla, encogió los hombros para protegerse del viento y enterró las manos en los bolsillos del abrigo.
Él no parecía tener frío, ya que sus manos estaban calientes y caminaba erguido.
-La canción que cantabas el otro día en Yeouido Hangang, ¿era tuya? -le preguntó Jungkook.
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Runaway ✿KookTae✿
ФанфикKim Taehyung siente que ha tocado fondo. Sus días de gloria como cantante en los mejores clubes de Seúl terminaron cuando decidió poner punto y final a una relación amorosa con su jefe, un magnate de los negocios que no acepta la ruptura y reduce la...