Runaway ✿KookTae✿

Capítulo 09

Park Bogum levantó la cabeza de la entrepierna de Kim Jiho, se acomodó sobre su cuerpo excitado, y lo penetró por tercera vez aquella tarde como a él le gustaba, con una acometida profunda y enérgica que lo dejó sin respiración. Él arqueó la espalda, apretó las caderas contra las suyas y puso a su disposición los pezones más apetitosos que había saboreado nunca. Se apoyó sobre el antebrazo para no descargar todo su peso sobre él, y abarcó con la mano libre su pezon, que pellizcó antes de proceder a chuparlo con pasión.

Después se desencadenó una vorágine de intenso placer sobre las sábanas de seda color burdeos que cubrían la cama de Jiho.

Mientras los cuerpos se recuperaban y la pátina de sudor se les enfriaba en la piel, yacieron silenciosos el uno al lado del otro.

Al cabo de un rato, Bogum se giró hacia él y jugó con un mechón pelirrojo de su cabello mientras observaba su perfil sonrosado y le volvían las ganas de besar esos labios llenos y sedosos.

-¿Cuánto tiempo nos queda? -le preguntó con la voz ronca.

-¿Hasta que llegue Jongsuk? -Miró el reloj de números fluorescentes que había sobre la mesilla de noche-. Una media hora, así que a menos que puedas hacer algo decente en cinco minutos, será mejor que nos levantemos. Tengo que cambiar las sábanas, darme una ducha y airear la habitación -mencionó, con el tono coqueto.

-¿En serio? ¿Cinco minutos?

A él se le entornaron los ojos al sonreír.

-A los veinte años habría aceptado el desafío pero... mierda, esto me recuerda que mañana es mi cumpleaños y que cumplo nada menos que...

-Vamos, funcionas de maravilla para tus cincuenta y cinco. De hecho, nadie me folla mejor que tú, cariño. -Se deslizó sobre la cama para darle un beso en la boca y luego se levantó.

Jiho no mentía. Jongsuk siempre era tan educado y tan clásico que él se aburría como una ostra en la cama. Además, su forma de entender el sexo era demasiado simple, y jamás habría accedido a introducir innovaciones en su relación de pareja.

Bogum le había abierto los ojos a un nuevo y excitante mundo que tampoco podía compartir con la remilagada de su esposa.

Por ejemplo, a él nunca se le había pasado por la cabeza que el sexo en trío pudiera ser tan excitante hasta que él lo animó a probarlo.

Bogum no se levantó de inmediato sino que permaneció tumbado, admirando el excitante trasero mientras él caminaba hacia la ventana y la abría un poco para que entrara el aire. Las puntas de su cabello rojizo rozaban sus mejillas, la piel nívea de su espalda que se tornaba carmesí en las nalgas, donde lo había azotado minutos antes. Él también estaba marcado, sentía un leve escozor en la espalda y el labio inferior le palpitaba en la comisura derecha, donde él había hincado sus dientes.

-¿Te veré mañana por la tarde? ¿Después de tus ensayos? -le preguntó.

Jiho se colocó una bata azul de raso y se ciñó el cinturón.

-Te llamaré cuando sepa el horario de Jongsuk, aunque siempre podemos ir a un motel o a tu oficina. -Nunca iban a hoteles en sus encuentros sexuales, ninguno quería correr el riesgo de que alguien los reconociera-. Te cantaré cumpleaños feliz y te haré la mejor mamada que te hayan hecho nunca.

-Será el mejor cumpleaños de mi vida.

Él soltó una risita de camino al tocador, donde comenzó a cepillarse el cabello mientras lo miraba distraídamente a través del espejo. Lo había conocido hacía cinco meses, cuando acudió con su esposa a la función que esa noche representaban en un teatro. Al terminar, él hizo uso de sus influencias y consiguió felicitarlo personalmente en su camerino mientras Seungwan lo esperaba en el coche. Además de muy atractivo, también era un gran seductor y Jiho se sintió atraído de inmediato por su labia, por la mirada profunda de sus ojos negros, por su traje caro y por el rólex auténtico que decoraba su muñeca.

Al día siguiente se acostaron juntos y había sido la mejor experiencia sexual que había tenido nunca.

-¿Qué tal tu nuevo compañero? -recordó Bogum de repente-.Supongo que no es rival para ti ya que no has hecho ni un solo comentario sobre él.

-¿Taehyung? Es insignificante como un mosquito. ¿Te puedes creer que no tiene ninguna experiencia teatral? -Hizo un gesto de arrogancia-. Es aplicado y el pobre se esfuerza mucho en los ensayos pero le falta empuje y frescura aunque reconozco que su voz no está mal. -Lo observó a través del espejo-. Ya ha pasado una semana y no veo su evolución en ese sentido, creo que va a aburrir al expectador el día del estreno. La verdad es que no entiendo qué diablos es lo que Jungkook ha visto en él para ofrecerle el trabajo de Minjae. Me parece indignante.

-¿Por qué piensas que lo ha hecho?

-A Jungkook le gusta, y cuando digo que le gusta me refiero a que lo encuentra sexualmente atractivo. Él es un buen profesional, pero no deja de ser un hombre. Cuando cree que los demás no nos damos cuenta, lo mira justo como tú me estás mirando ahora. -Dejó de cepillarse el pelo y se dio la vuelta para mirarlo directamente-. Casi seguro que se lo llevará a la cama, pero terminará comprendiendo que no tiene talento para este trabajo, y cuando eso suceda lo pondrá de patitas en la calle.

-Eres malo -murmuró con complaciencia.

-Y a ti te pone que lo sea, ¿verdad?

-No te imaginas cuánto.

Jiho era mucho más interesante cuando no se sentía amenazado profesionalmente por otro compañero o compañera. Mientras Choi Minho le estuvo haciendo sombra, su carácter se volvió insoportable y se hizo muy difícil estar a su lado. Incluso el sexo dejó de ser tan bueno porque estaba obsesionado con el trabajo y con los atronadores aplausos con los que el público premiaba el trabajo de Choi.

Bogum lo habría mandado de paseo de no ser porque no podía alejarse de su adicción por él.

Menos mal que tras el retiro del actor y la aparición de Minjae, Jiho volvió a ser el hombre de antes: encantador, sensual y muy ardiente.

Era por eso por lo que Bogum deseaba que no se equivocara con respecto a ese tal Taehyung.