Capítulo 13

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Se reunieron con los amigos de Jungkook en la bolera. Jungkook lo presentó como «el nuevo actor de la obra», pero Taehyung se percató de los gestos incrédulos de sus amigos mientras intercambiaban saludos. Nadie se había tragado que solo los uniera esa relación.

-Eres la primera persona que trae a jugar a los bolos. ¡Enhorabuena!-le dijo Jessi por lo bajo. Era una mujer rubia, robusta y con exceso de maquillaje que llevaba unos vaqueros ajustados y una camiseta negra.

Taehyung iba a hacerle una aclaración pero la mujer lo dejó con la palabra en la boca.

Terminaron de ver la partida en curso acomodados sobre los sofás de color naranja del área de descanso, frente a dos nuevos cócteles Campari. Jungkook estuvo respondiendo a todas las dudas de Taehyung conforme veía el juego de sus compañeros, que era bastante bueno.

Incluso Jessi, que al ser pequeña y redonda como una esfera no parecía dar la talla, demostró poseer bastante maestría acertando varios plenos. En un determinado momento, Taehyung se cubrió la cara con las palmas de las manos.

-Voy a hacer un ridículo espantoso, ¿cómo me he dejado convencer por ti?

-¿Porque soy un tipo persuasivo? -A él se le aflojó el ceño y a Jungkook se le distendió la sonrisa-. Ha quedado una pista libre y nadie la ocupa, vamos a ensayar un poco. -Jungkook se puso el calzado especial e instó a Taehyung a que hiciera lo mismo. Luego se puso en pie y le tendió la mano -. Vamos.

De cara a la pista, él le entregó una bola y se colocó a su lado, hombro con hombro.

-La primera regla es situarse a unos cuatro pasos de la línea de falta. Después sostenemos la bola con las dos manos, a una altura cómoda entre la cintura y el pecho. Así. -Él lo imitó, fijándose bien en sus instrucciones-. Y ahora realizamos cuatro pasos muy sencillos. No te olvides de que hay que mirar un punto específico.

-¿Qué punto?

-Por ejemplo, el lugar por donde quieres que pase la bola. -Taehyung asintió y, a continuación, Jungkook puso en práctica un lanzamiento al tiempo que le iba explicando los sucesivos movimientos-. Avanzamos un paso con el pie derecho, alejamos la bola hacia delante, la balanceamos hacia abajo con la mano derecha, damos otro paso con el pie izquierdo y la alzamos por detrás hacia el punto más alto. Entonces deslizamos hacia delante el pie izquierdo, flexionamos la rodilla y la soltamos cuando llegue a la altura del pie.

La bola saltó rauda de su mano, se mantuvo recta durante el trayecto y derribó ocho bolos al llegar a su destino.

-¿Puedes rebobinar? -preguntó aturdido-. Hace años todo me parecía más sencillo y me sobraban tres de los cuatro pasos.

-Lo haré un poco más despacio.

Como si se hallaran en el local y estuvieran ensayando alguna escena de la obra, Taehyung volvió a ponerse en sus manos para llevar a la práctica con mayor o menor habilidad las instrucciones con las que él lo iba guiando. Sin embargo, en alguna ocasión se hizo necesario que Jungkook recurriera al contacto físico para ayudarlo a adoptar la postura adecuada y, en esos momentos, la atmósfera de aparente camaradería se desvanecía para dejar aflorar la tensión sexual. En una de esas ocasiones, Jungkook se situó a su espalda y acaparó el control de su mano derecha, con la que sostenía el bolo. A Taehyung le llegó su calor y su energía a través del roce de los dedos.

Sintió un cosquilleo en el vientre cuando él colocó la otra mano sobre su cadera, e incluso dejó de escuchar sus palabras porque quedó apresado en el lenguaje del resto de sus sentidos.

«Sigue siendo tu jefe, el director de la obra, así que olvídate de que es un extraordinario ejemplar masculino y ¡céntrate!».

-Así, muy bien. Ahora adelanta esta pierna -le dio un golpecito con los dedos en la cadera-, balancea hacia atrás y suelta.

Runaway ✿KookTae✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora