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Ava Smith*

Durante todo el fin de semana me mantuve descansando desde la comodidad de mi hogar, hablé con mi hijo en dos ocasiones, salí a un bar a divertirme, fue relajante después de todo lo del sábado.

Hoy es lunes y lo primero que me despertó fue el sonido de Celeste en la cocina preparando el desayuno, me levanté de la cama, la arreglé, cepillé mis dientes y recogí mi pelo en una coleta desordenada, tenía puesta una bata de seda color verde, mi cuerpo se ve muy sensual.

Bajé las escaleras y el olor a tocino me dio más hambre, tomé una manzana y enseguida le di una mordida, mientras observaba a Celeste cocinar, escuché como la puerta de la casa se cerraba cuando vi en dirección a la puerta Noah venía corriendo hacia mis brazos. 

 Me bajé del asiento en el que estaba, me encontraba muy alta para cargarlo, le di muchos besitos y abrazos, amo a mi hijo y así sea una hora que dure lejos de él para mí es una eternidad, enseguida Celeste subió con Noah a su habitación para vestirlo y llevarlo a la escuela, detrás de mí se encontraba Harry viendo cada paso que daba y repasando todo mi cuerpo con su mirada.

Es difícil para mí verlo y no tener esas ganas inmensas de montarlo como años atrás lo hacía, pero después de lo que sucedió por más que trate de buscar la forma de verlo como antes simplemente no puedo.


— ¿No tienes trabajo o cosas que hacer?— hablé sin quitarle la mirada.

— Siendo sincero hoy tengo el día libre.

 — ¿Ella vive contigo? 

 — Vamos seguirás con eso toda la vida.

 — Quiero saberlo, después de todo necesito una explicación al menos de tu parte.

 —Si vive conmigo, no tiene a donde ir.

—¿y tú que eres una fundación o ahora te dedicas a hacer obras de caridad?-- pregunté molesta.

 —Campeón ya estás listo para irnos a la escuela— dijo justo cuando mi hijo iba bajando por las escaleras.

No seguí la conversación porque mi hijo estaba presente y era un tema del cual no se puede enterar al menos no por ahora, despedí a mi hijo y decidí ponerme a desayunar, todavía tenía tiempo para una ducha antes de irme a trabajar.

Ya vestida y lista para irme tomé un taxi, le había prestado mi auto a David, pensé en irme en la moto, pero después sería complicado regresar con el auto y la moto, entré saludé al chico de la recepción, una vez abajo me dispuse a ir a la oficina de James para entregarle unos informes que había redactado con respecto al caso.


Toque varias veces la puerta de su oficina pero nadie contestaba así que decidí entrar sin mas, al entrar mis ojos no asimilaban lo que estaban presenciando, una chica de pelo rubio estaba completamente desnuda sobre su escritorio, James estaba desnudo, algo sudado y la estaba envistiendo, ellos se dieron cuenta de mi presencia y pararon lo que estaban haciendo, ambos estaban en shock.

— Ustedes sigan en lo que estaban, señor Parker aquí encima de este sofá le dejo el informe acerca del caso de Miguel Pérez, con permiso.— dije de la manera más natural posible sin mostrar ningún tipo de enojo ni nada por el estilo.

Es un idiota conmigo quiere jugar y dársela de posesivo cuando en realidad se folla a cualquier cosa que tenga vagina no puede negar que es un idiota, ya no perderé mi tiempo viendo en él algo que realmente no tiene, mejor me concentraré en trabajar mientras más rápido salga de aquí mejor para mí.

Incontrolable deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora