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Ava Smith*

Al rato de estar en el gimnasio decidí bajar a almorzar con los muchachos estaba hecha una furia por el puto comportamiento de April y Chris, preferí no decir nada para evitar más problema del que ya teníamos. 

 Pasé toda la tarde ayudando a David y Job a romper la seguridad de Enzo Salvatore, mientras James y los demás explicaban como sería todo, el plan consistía en entrar a la casa de manera sigilosa recoger las pruebas necesarias, pero lo más importante arrestar a Enzo, tendríamos ayuda del FBI como siempre, nosotros debíamos hacer el mayor trabajo.

Ya era de noche habíamos cenado y yo me encontraba vistiéndome para partir, James ya se había puesto su traje, me esperaba a mí, coloqué mis armas y oré antes de salir de la habitación, pensé en mi hijo y en todas las cosas bellas que ha dado la vida.

 No tengo miedo a morir, pero si tengo miedo de partir de este mundo sin antes dejar un legado para mi hijo, James y yo nos fuimos hasta llegar a la salida del hotel donde nos esperaban las tres camionetas le di un fuerte abrazo a Job, ya que una vez que lleguemos cada quién se irá a su destino.

El camino hacia la casa de Enzo fue bastante largo para ser exactos eran las 12 de la madrugada la hora perfecta para hacer este tipo de allanamiento, James era el que manejaba la camioneta, en el lado del copiloto iba yo y en la parte trasera iban David, Chris y April. 

 Al llegar James estacionó un poco distante a la gran mansión todos nos pusimos nuestros dispositivos en los oídos para así poder comunicarnos sin llamar mucho la atención, antes de bajar de la camioneta April nos dijo que teníamos 10 minutos para hacer cualquier cosa, ellos solo habían logrado romper la seguridad tecnológica por ese periodo de tiempo.

Si en vez de estar recreándose hubiera ayudado a David y Job otros resultados serían, sabía que algo iba a joder la misión a última hora, April se quedó en la camioneta porque ella debía avisarnos el tiempo y verificar y darnos la alerta en caso de que estemos en peligro.

— Quiero que pase lo que pase salgas de ahí con vida.— dijo James sujetándome por la cintura.

—Lo prometo.— dije estampando nuestros labios de una manera suave y delicada, mi beso no era de deseo era por cariño.

Me separé de él y fui en busca de mi objetivo estaba nerviosa, traté de calmarme, escuchaba desde mi dispositivo como April me guiaba y me decía por donde debía entrar, justo cuando entré por la parte trasera había un fuerte hombre de espalda, puse mi pistola en su nuca, le di un disparo, seguía avanzando hasta que uno de ellos me vio intentó dispararme, yo esquivaba las balas, me puse detrás de una gran pared.

Escuché como uno de ellos dijo en italiano que protegieran al señor Enzo, vi como dos de ellos subió a la parte de arriba, miré por la ventana que me quedaba al frente y vi la silueta de Mark, saqué mi cabeza de mi escondite y le di 4 disparos al hombre que intentaba matarme.

Seguí avanzando subía las escaleras mientras que con mi arma apuntaba a todos lados, al llegar a la segunda planta vi una puerta le di una fuerte patada la revisé desde afuera no había nadie, seguí caminando hasta que de repente sentí como un fuerte hombre se abalanzó sobre mí intenté zafarme, pero este me dio un fuerte puñetazo en la cara, puso sus manos en mi cuello e intentaba asfixiarme. 

 Levanté mis dos manos y las dirigí a sus ojos hice una fuerte presión en ellos que se vio obligado a soltarme, cuando aflojó su agarre le di una patada en su entrepierna, él le dio una patada a mi mano logrando que mi r-15 callera al suelo, volvió abalanzarse sobre mí esta vez él sacó su pistola, yo fui más rápida y saqué del lado izquierdo de mi pierna una glock dándole 2 disparos en la cabeza, él calló sobre mí lo más rápido que pude me salí debajo de él.

Incontrolable deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora