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James Parker*

Debo decir que desde ayer Ava no se ha estado sintiendo bien, me duele ver la situación por la que está pasando, no es fácil tener que ver como el futuro del padre de tu hijo depende de un juez.Saber que le dieron 10 años de condena me reconforta, es lo justo por él haber cooperado con la justicia, además si tiene buena conducta puede salir en menos tiempo eso es lo único positivo en este caso.

Cuando uno de los agentes dijo frente a todos nosotros que la que había entregado a Harry a las autoridades había sido Regina, supe que ella era una mujer malévola y sin sentimientos.No justifico el hecho de que Harry haya delinquido, eso no le da el derecho a ella de meterlo tras las rejas mucho menos hacerle eso a su sobrino.

Salimos del lugar en el camino Ava no dijo una sola palabra por lo que decidí no decirle nada y mejor dejar que se relajara y dejara de pensar en todos los problemas que tenía últimamente, después de unos minutos aparque debajo del edificio de Job.

Bajé del auto solamente yo subí por el ascensor, al llegar presioné el timbre enseguida él me pidió que pasara, busqué a Noah lo cargué y tomé todos sus juguetes, justo cuando salía por la puerta con el niño en brazos, Job habló.

—Supe todo lo que pasó de lo único que me puedo alegrar es que solo le hayan dado 10 años.— se veía cansado.  

—Te veo luego debo llevarlos a la casa y luego pasar por la oficina, tú debes ir hay una misión, solicitan nuestras presencias.

Me despedí de él para salir del lugar, subí al niño al auto, luego me subí a mi asiento, en todo el camino nadie dijo nada, me dirigí hacia mi casa, Ava y yo habíamos acordado vivir allá.

Al llegar esperé a que se abriera el portón, aparque en la entrada de la casa, todos bajaron del auto, entramos a la casa, dejé que ella subiera con el niño y que se acomodaran mientras que yo me serví un poco de café para mantenerme despierto.

Estaba tomándome cuando recibí la llamada de mi tío, debía esperar a Job para que nos fuéramos juntos a la inmobiliaria, después de varios minutos él llegó, Ava estaba sentada en uno de los sofás leyendo una revista.

—¿Estás listo?—le pregunté a Job.  

—Claro, vámonos.— dijo mientras abría la puerta para irnos.

—¿A dónde van?— preguntó Ava esta vez.

No tengo de otra que decirle todo lo que está pasando, ella es inteligente y de todas formas se dará cuenta tarde o temprano.

—Han descubierto el paradero de Petrov así que debemos ir a capturarlo.— dije lo más sereno posible.

— Voy por mi bolsa espérame.

—No, tú te quedas no voy a permitir que expongas tu vida de ninguna manera.

—James esta misión me pertenece al igual que ustedes.

—Nadie ha dicho lo contrario, pero tú trabajarás desde aquí y no está en discusión.— salí de la casa dejándola encerrada.

Desde afuera se escuchaban sus gritos, no le di importancia, prefería eso a que tener que exponer su vida y la de mi hijo.Nos subimos a mi camioneta, en menos de 5 minutos llegamos a la inmobiliaria, bajamos al salón donde se encontraba mi tío y los demás, al llegar todos estaban reunidos menos Chris, al no verlo empecé a sospechar.

Ava Smith *

Seguía gritando como loca la señora del aseo estaba asustada por mi actitud, tiraba las cosas al suelo por la ira, fui hacia todas las puertas de la casa que me pudieran llevar a la salida, todas estaban cerradas y para rematar había varios hombres de seguridad en cada extremo de la casa.

Subí a mi habitación busqué entre mis cosas hasta que encontré mi traje especial. Como pude me vestí rápidamente tomé todas mis armas, mis lentes especiales y bajé a la planta baja donde estaba anteriormente.

Fui hacia la puerta principal y saqué mi arma, apunté hacia el pomo de la puerta y sin pensarlo dos veces le disparé ocasionando que la cerradura callera al suelo.

— Señora el señor pidió que se quedara aquí.— dijo la señora del aseo nerviosa.

—Cuide al niño que está durmiendo en su habitación.— ignoré lo que ella me había dicho anteriormente.

Salí afuera, los hombres de seguridad enseguida intentaron acercarse a mí, levanté mi arma, ellos no tuvieron otra opción que dejarme ir.Subí a mi auto con cuidado salí de la casa, iba manejando con precaución, pero algo rápido, llegué a la inmobiliaria aparqué y bajé del auto.

Bajé en el ascensor fui caminando hasta que llegué al salón donde estaban todos sentados escuchando a Juan mientras que él explicaba el plan, tomé asiento y también me puse en actitud de escucha, James y Job me observaban molestos, a mí no me importó en lo absoluto.

El plan consistía en ir hacia una bodega donde Petrov y sus secuaces se estaban escondiendo, pero debíamos ser más rápidos que ellos, ya que tenían planeado salir del país en la madrugada con medio cargamento de cocaína.

Al terminar de explicar el plan todos se levantaron de sus asientos y salieron a trabajar mientras que James, Job y yo nos quedamos en nuestros asientos, Juan me miraba y reía negando con la cabeza.

—No cambias Ava.— dijo Juan.

—Nunca lo haré señor, si me disculpa iré con David para ponernos de acuerdo.— me levanté de la silla.

—Te di una orden de que te quedaras en la casa.— dijo James con los dientes apretados.

—Soy tu esposa, no tu empleada, tengo derecho a decidir por mi misma y te dejé bien claro que yo participaría en esta misión.— lo miré fijamente a los ojos.

Salí sin esperar respuesta de él, entré a la oficina de David, me senté en una de las computadoras y busqué toda la información de Petrov, al terminar me fui hacia el campo de tiro y practiqué un buen rato. Salí del campo de tiro, fui a la cafetería a comer algo, había pasado toda la tarde practicando, ya era de noche debíamos empacar nuestras cosas para irnos a capturar a Petrov.

Incontrolable deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora