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Ava Smith*

Dormí como una bebé en los brazos de James, al despertar me di cuenta de que él no se encontraba en la cama, así que me levanté y me dirigí hacia el baño, lavé mis dientes y salí nuevamente. Salí de la habitación y me encontré con James sentado viendo las noticias, al verme me pidió que me sentara junto a él y eso hice.

—¿Cómo dormiste?— preguntó mientras cambiaba de canal.

—De maravilla.

—Me alegra saberlo, ya pedí que te traigan el desayuno.

—Gracias.

Minutos después entró la azafata con una bandeja de comida, devore mi comida y vi una serie junto a James.Luego de varias horas que para mí fue una eternidad por fin aterrizamos, mi sorpresa fue enterarme de que James me había traído a Kingston Jamaica.

Siempre he querido venir a Jamaica y que James me haya traído a este lugar es un sueño hecho realidad. Antes de bajar del jet le di una mirada, él me sonrió, me acerqué a él y lo abracé.

—Gracias, siempre había querido venir.

—Lo sé mi amor, Job fue quien me lo dijo fue por eso que decidí traerte aquí.

—Pues no sabes cuánto te lo agradezco.— dije emocionada.

Bajamos del avión, nos dirigimos hacia una camioneta, James subió nuestros equipajes en el maletero y luego me abrió la puerta del copiloto, subí en ella, luego él se subió en el asiento de piloto.  No dije nada en todo el camino, iba concentrada en el hermoso paisaje que mis ojos estaban apreciando, las personas de aquí son hermosas, su color de piel, su cultura, todo de ellos es una maravilla.

—¿Has venido antes?— pregunté mientras observaba por la ventana.

—Estuve aquí hace dos años en una misión.

— Me di cuenta, ya que conoces las calles.

—Eso es cierto, amada mía.

Aparcamos en una playa hermosa, James bajó de la camioneta, abrió el maletero y sacó nuestras pertenencias, yo me bajé del auto y me quedé observándolo.

—Vez allá donde están esas villas.— dijo señalando unas villas que estaban en medio del mar.

—sí.— dije confundida.

—Es donde nos quedaremos.

—¡En serio!— grité como loca.

¡Qué si mujer!— dijo él entre risas.

Nos subimos a una lancha junto con nuestras cosas, James la comenzó a encender y después de 2 minutos aparcamos a un lado de la villa donde nos quedaríamos.

Bajamos de la lancha, entré a la villa me quede asombrada, en el interior era un sueño, tenía una sala de estar, una habitación bastante acogedora, un baño con Tina y ducha, una cocina bien equipada y un jacuzzi.James solo reía mientras entraba con nuestros equipajes, los dejó en nuestra habitación y luego se dirigió hacia la cocina, sacó una jarra con agua y se sirvió un baso.

— Faltan más sorpresas, así que no te me asombres mucho, no, todavía.— dijo dándome una nalgada.

—¿Qué? ¿Me vas a follar toda la noche?— pregunté de manera picarona.

—Esa es una de ellas, pero para ti tengo algo mejor.

—Ve a cambiarte quiero que te veas hermosa porque esta tarde tengo planeada muchas cosas para los dos.— dijo para luego irse a nuestra habitación.

Incontrolable deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora