Ava Smith*
No podía conciliar el sueño el insomnio se ha vuelto una costumbre para mí después de todo lo ocurrido, por lo que decido levantarme de la cama y buscar un cigarro, miro la hora en el celular y veo que son las 12 de la madrugada.
Tomo un cigarro lo coloco en mi boca y salgo de la habitación, al bajar las escaleras veo que toda la casa está apagada solo la ilumina las luces de la calle y la de la luna.
Cuando llego a la planta baja me acerco al balcón y deslizo lentamente la puerta de cristal, salgo al balcón y enciendo mi cigarro.
Mientras doy unas cuantas caladas veo la hermosa vista que me brindan estas alturas, mientras daba otra calada sentí una mano en mi cintura por el perfume supe que era Harry quien me sostenía por detrás.
— ¿Ahora te dedicas a fumar?— dijo mientras sus dedos deslizaban la tela de mi pijama.
— Solo lo hago cuando no puedo dormir.
— Has cambiado tanto Ava, ya no queda nada de aquella mujer inocente que una vez conocí.
— Preferiría que no habláramos de esos temas porque tú mejor que nadie sabes que me llevó a cambiar mi actitud.
Terminé de fumar mi cigarro y decidí tirarlo me giré en su dirección quedando nuestros rostros unidos, podía sentir su respiración en mis labios.
Él estaba completamente desnudo de la cintura para arriba solo traía un pijama como pantalón, es imposible resistirse a este hombre, su sensualidad fue una de las cosas que me enamoró de él.
— La nicotina se ha vuelto mi aroma favorito.— dijo acercándose a mis labios.
—Harry no hagas las cosas más difíciles entre ambos.— dije con los ojos cerrados, sus toques en mi piel me estaban excitando.
—Déjate llevar sabes perfectamente que puedo llevarte al cielo y al infierno a la misma vez.— sus labios paseaban por mi cuello.
Me estaba conteniendo lo deseaba no lo puedo negar es el único hombre que conoce todo de mí, eso no quita el hecho de que se halla revolcado con mi propia hermana.
— Harry para— decía entre jadeos.
Vi como se detuvo y luego una de sus manos se adentró en mi bata de seda, sus manos eran suaves iba subiendo hasta que llegó a uno de mis senos, con la yema de sus dedos acariciaba mis pezones.
Mordía mi labio por la sensación de placer que me provocaba, soy una puta y todo lo que quieran, pero quiero darle de su propia medicina para que él se dé cuenta de que ya no soy aquella idiota que utilizó varios años atrás.
Puse una de mis manos en su nuca y sensualmente me acerqué a sus labios, nuestros labios se unieron ferozmente era un beso necesitado no de amor al menos no de mi parte.
Sus manos bajaron hasta llegar a mi vagina y sin pensarlo entró dos dedos en mí, solté un gemido sobre sus labios y comencé a mover mis caderas buscando más placer.
Él besaba todo mi cuello, mordía mi piel, yo sujetaba su pelo y lo apretaba con fuerza, mordía su torso y acariciaba cada extremo de su piel.
—Extrañaba tus besos mi amor.— dijo mordiendo mis labios.
—Y yo extrañaba tu cuerpo.— me detuve por unos segundos a observarlo.
Siendo sincera es una belleza, es un hombre hermoso, les dije que es italiano, tiene descendencia árabe por parte de su padre cosa que lo hace ver jodidamente sexy por su tono de piel y todo lo demás.
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Incontrolable deseo
ActionDespués de aquella traición no volvió hacer la misma, su corazón se volvió frío y sus sentimientos una piedra, solo puede darle amor a su pequeño único dueño de su corazón, alma y ser. Que pasará cuando él se interponga en su camino? ¿Se enamora r...