La mañana fue completamente diferente, el día estaba gris y la lluvia era acompañada por un frío insoportable, las aves no cantaba, solo la lluvia impartía su melodía natural al chocar con los cristales de las ventanas del palacio. Aunque la salud de Jeno era buena, Lee Taeyong no le permitió tomar un baño solo y le obligó a entrar a la bañera, tuvo que dejar que su padre le lavara el cabello como cuando era un niño pequeño y que él y su nana le vistieran, nuevamente le recostaron sobre la cama y le dieron su desayuno. Jaemin se posó en su cama cuando su padre se levantó temprano por la mañana y cayó rendido, el sofá era muy incómodo para dormir. El rey Jeong había llegado a la habitación de sus pequeños cuando la reunión finalizó y se quedó sentado en uno de los sofás, cuidando de toda su familia desde allí.
Ese día solo las tropas asignadas a la misión serían las que saldrían del palacio, debido al clima, el rey no quería exponer a nadie más a morir. Doyoung se encontraba en su alcoba mirando entre sus manos el collar de su madre, no había podido descansar en toda la noche, solo pensaba en su hermano, necesitaba encontrar la manera de acercarle a la corona, no podía dejarle lejos. Escondió su nueva adquisición debajo de la almohada y salió del lugar en busca del capitán, debían crear un plan para dar con los responsables.
En horas de la merienda de la tarde, la familia real decidió bajar a tomarla en el comedor, así hablarían con Jeno acerca de lo que habían visto, el príncipe solicitó que fuese Doyoung quien le ayudara a ir hasta el comedor, debido a que aún no se reponía por completo de una pierna, su hermano pudo curar sus heridas, pero no el hueso de su pierna, así lo pidió la diosa, de esa forma evitarían que Jeno se expusiera nuevamente y le mantendrían tranquilo unas semanas. Las puertas de la habitación de los jóvenes se abrieron dejando a su vista al soldado.
- Recibí la orden de llevar a un joven príncipe hasta el comedor.- Doyoung entró a la habitación y caminó hacia Jeno para ayudarle a levantarse.
- No confío en nadie más para que entre a nuestra habitación y sé que si llamo a Kun no hará más que interrogarme en el camino.- Soltó un pesado suspiro y apoyó su brazo sobre el cuello del soldado para poder ser llevado al comedor, teniendo como apoyo a Doyoung y una muleta de madera.- Sé que eso harán en el comedor, pero al menos no contaré la historia dos veces.
El soldado solo rio ante el comentario del joven y se concentró en tener extremo cuidado para no golpearle en el camino. Su travesía hasta el comedor tardó aproximadamente unos diez minutos, el pobre hombre ayudó a que el príncipe se sentara e intentó recuperar el aire.
El soldado sintió una mano posarse en su hombro y retomó la compostura para poder observar al responsable.
- ¿Te quedarás a merendar con nosotros, Doyoung?- Miró directamente a sus ojos, sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo, deseaba tomarlo ahí mismo y robarle.
- Por supuesto que sí, mi rey. Es de importancia que escuche la historia, así podré ayudar al capitán con la investigación.- Intentaba controlar su respiración, pero el tacto de Taeyong no le ayudaba demasiado.
- Por favor toma asiento.- El rey retiró su mano y caminó a su lugar para poder sentarse, él hizo lo mismo.
Según relató el príncipe, un ser misterioso se acercó a ellos en su punto de búsqueda, su rostro estaba cubierto por una capucha, su vestimenta era completamente negra, el príncipe le ordenó que se identificara, pero cuando el ser se acercó a él solo le apuñalo, sus tropas no lograron combatir contra ese ser, no era humano, les amenazó sin piedad frente a sus ojos y luego regresó a él para herirlo y clavar finalmente la daga en su pecho, se marchó corriendo entre los arboles en dirección a la costa, pero nunca pudo observar su rostro, pero si escuchar su voz antes de que se marchara, era muy profunda, parecía irreal, solo se acercó a su oído y susurró "larga vida al rey".
- Él tiene el conocimiento...- La voz de Yuta llamó la atención de todos los presentes.- Sabe cómo, cuándo y quién será el responsable de su muerte. Está creando un juego absurdo porque intenta alterar la profecía.- Taeyong llevó su mano hasta la del dios para poder tomarla, este le miró y dedicó una pequeña sonrisa.- los secretos no van a esconderse más, todo está por salir a la luz.
- ¿Yuta, qué estas diciendo?- El capitán miraba desde su lugar al dios que parecía perdido.
- Han de culpar al de las manos más sucias y desataran una lluvia de sangre...- Taeyong miró a su esposo.- Cuento las lunas, para saber en cuál de todas te haré derramar el líquido putrefacto sobre las rocas...
Jaehyun se levantó de su lugar y se acercó al Dios de la seducción para tomar su rostro entre sus manos, Kun miró a su madre y le pidió que se llevara a los jóvenes del lugar, los cuales obedecieron de inmediato. Las puertas del lugar se cerraron completamente.
- ¿Qué viste Yuta? ¿Qué sabes?- Preguntó acariciando sus mejillas, su mirada estaba perdida en la mesa, ya ni siquiera miraba a Taeyong.
- La maldición está por caer, la oscuridad ha perpetrado en el reino, no es quien dice ser, más se llevará con él una amarga realidad. Vino a reclamar algo que no le pertenece, sin saber que le espera un veneno destructivo.- Asustado, el rey abrazó al dios que parecía estar poseído y Doyoung tragó con fuerza, debido a que el dios mantuvo su vista fija en él, una mirada que le hizo saber que lo sabía todo.
Genial, ahora tenía que planear algo para deshacerse del entrometido.
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𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌
FanfictionEn un reino, donde la mentira, oscuridad, la venganza y la pasión, son parte importante de un equilibrio. Jaehyun no quiere perder a Taeyong, pero Taeyong tiene otras intenciones. Taeyong, un rey brillante, con facciones creadas por los mismos diose...