𝐂𝐚𝐧𝐭𝐨 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐨

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- ¿Me estás diciendo mentiroso?- Aquel tono que el rey Lee había utilizado para su pregunta hizo helar la sangre de Jaehyun, conocía a la perfección ese tono y cuando lo usaba era de esperar que ocurriese una desgracia. Taeyong se apartó de Jaehyun y se colocó frente a él, mirándole sin expresión alguna.- Te hice una pregunta, ¿Qué esperas para responderla?

- ¿Sorprendido que tu esposo ya no se encuentra bajo tu hechizo?

Era la primera vez que el dios oscuro hablaba desde que se habían encontrado con esa terrible escena, Taeyong le miró, Doyoung pudo sentir el enojo y cierto desprecio por parte del rey; sin embargo, a la vez observó como la piel del rey Lee se erizaba ante su voz, lo cual era perfecto pues eso le demostraba que tenía cierta fuerza sobre él.

- Es ilegal traer un muerto a la vida, ¿Qué diría el Olimpo si se enterase?

- Puedes llamarles, será un honor ver los rostros de todos esos hijos de puta cuando aparezca frente a ellos.

- Es imposible que estés vivo, solo Jaemin tiene el don de hacer esas cosas y estoy completamente seguro de que él no fue quien te ayudó, sin embargo, tengo conocimiento de que Jeno si fue tu perro faldero durante tu "muerte"

- Fue un fiel aliado, no un perro faldero, le debo mi vida y voy a protegerle sin importar lo que venga, para tu desgracia ya no ocasionas el mínimo sentimiento en mi, Taeyong... bueno, quizá sí, solo uno... me das pena.

Las palabras del dios hicieron estallar al rey Lee en ese momento, este comenzó a caminar por el pasillo, tratando de alejarse lo más que podía de los tres interrogadores, aunque huyó de la forma más cobarde, ninguno de los dioses le siguió, dejaron que se marchara con su berrinche a otra parte del palacio.

- ¿No crees que...- Jaehyun fue interrumpido por Doyoung

- No, eran las palabras que merecía escuchar, solo así lograré que muy pronto se revele contra todos y podremos comenzar con el plan.

- Aún no me hablas de tu plan, Dodo.- Jeno se movió hacia el frente para poder estar entre los dos dioses.

- No tienes que saberlo, tu solo tendrás una misión.- El dios tomó las manos del príncipe con mucha delicadeza y dejó un beso en el dorso de las mismas antes de mirarle directamente a los ojos.- Sobrevive.

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Canto primero
En medio del camino de la vida,
Errante me encontré por selva oscura,
En que la recta vía era perdida.

¡Ay! que decir lo que era, es cosa dura,
Esta selva salvaje, áspera y fuerte,
Que en la mente renueva la pavura!

¡Tan amarga es, que es más solo la muerte!
Mas al contar el mal que allí encontrara,
El bien diré, que hallara por mi suerte.

No podría explicar como allí entrara,
Tan soñoliento estaba en el instante
En que el cierto camino abandonara.

Llegué al pie de un collado dominante,
Donde aquel valle lóbrego termina,
De pavores el pecho zozobrante.
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Taeyong ingresó a su alcoba real, azotando sus puertas con fuerza pero a la vez se detuvo para colocar seguro sobre las mismas, lo menos que deseaba en ese momento era que alguno de los dioses en su contra entrara. ¿Cómo era posible que Doyoung haya roto su encanto? Deméter le había jurado que la el encantamiento era irrompible y aún no existía ser capaz de deshacerlo, pero, había podido darse cuenta de que el dios oscuro no mentía, pues su mirada le hizo conocer todo el desprecio que le tenía. 

Quizá todo debía acabar en amor y perdón, pero el Olimpo no es más que una jerarquía de desgracias, mentiras y abusos de los más débiles, es un lugar del que expulsaron a aquellos que no temieron hablar con la verdad y defender a los débiles. En ese lugar no existen dioses buenos, los que quedaron en el poder son las más grandes escorias que hay, tratad de no caer ante su engaño. 

Taeyong se encontraba caminando de un lado a otro, pensando en como iba a salir de todo el problema que le esperaba tras la puerta, era claro que ya nadie creía en él y para su mala suerte ni siquiera sabía donde se encontraba Jaemin, esa era su carta secreta, pero hasta no tenerlo en sus manos no iba a poder actuar contra los demás. Pasó sus manos por su rostro, sintiéndose desesperado por la situación, miró por su ventana buscando alguna forma de escapar del lugar, pero era imposible, puesto que él mismo había dado la orden de proteger todas las entradas del palacio con máxima seguridad; irónico, su plan fue su propio encierro. 

- En el mundo terrenal suelen hablar de la cantidad de infiernos que existen, de los demonios a los que llaman príncipes del infierno y no se cuantas estupideces más, ¿Nunca te has interesado porque tu pueblo sea un poco más intelectual? Es claro que la educación es un poco baja por aquí.- Esa voz hizo que un escalofrío recorriera todo el cuerpo de Taeyong, sus manos comenzaron a sudar frío y sentía que no podía moverse, volteó lentamente su cabeza y fue cuando le vió recostado sobre su cama... 

- ¿Qu...- No pudo ni hablar, un nudo enorme se había formado en su garganta evitando que pudiese decir algo.

- ¿No estás contento de verme?- Yuta se levantó de la cama, estaba vestido con las prendas más finas del rey, caminó con elegancia por la habitación, modelando su vestimenta al rey Lee.- Me quedan mucho mejor que a ti, de eso no hay duda, ahora entiendo el recelo que solías tenerme... 

- No...

- No te desgastes en intentar hablar, estás lleno de miedo hasta los huesos, así que primero respira y recupera tu aliento, yo me quedaré aquí un buen tiempo.- El dios le regaló al rey Lee una de sus sonrisas tan características de él, aquella que era encantadora y lograba que más de uno cayera en su seducción. 

Taeyong sintió sus piernas flaquear así que rápidamente caminó a uno de los sofás y se sentó, sentía nauseas, estaba sudoroso, sus palpitaciones estaban alteradas, en cualquier momento le daría un ataque cardiaco. Mantenía su mirada sobre aquel ser que se paseaba por toda su habitación con elegancia y tranquilidad... esto era completamente imposible, Doyoung lo había matado, le había arrancado su corazón, uno de los dioses más poderosos había acabado con su vida, él no podía estar vivo... Ni siquiera Jaemin podría haberle revivido. 

Los minutos pasaban, aquel dios no se cansaba de alardear sobre lo bien que se veía con la ropa y el rey solo trataba de recuperarse, incluso había cerrado sus ojos desde hace un par de minutos, el entorno era tenso, pero más que todo por parte del rey Lee. Sintió las manos frías del intruso colocarse sobre sus hombros, ni siquiera se molestó en quitarlas, Yuta ejerció una leve presión sobre esta zona, buscando alguna respuesta en el rey, pero no consiguió nada, Taeyong solo estaba ahí sentado. 

𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora