𝐌𝐢 𝐚𝐦𝐚𝐝𝐚

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Quiero verla, necesito abrazarla y decirle cuánto la amé.
Abrió con fuerza divina las puertas de la habitación de su hijo, encontrando el cuerpo de su amada recostado sobre la cama de su hijo y cubierto con el manto favorito de Johnny. Le miró desde la puerta y comenzó a acercarse a ella muy lentamente, posiblemente por el miedo que sentía en ese momento, iba a confirmar su idea de que había perdido a su esposa.
Se sentó en la cama y descubrió su rostro con sus manos temblando, fue cuando sintió el peor dolor en su pecho... el rostro pálido de su amada, sus ojos cerrados y fría ante su tacto le hicieron saber que su alma realmente ya no estaba con él. A pesar de ser el dios del inframundo, por primera vez su corazón se había roto y sin más las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, recostó su rostro en el pecho de su amada, desahogando su dolor.

- Te amé, eras todo en mi vida.- sus manos tomaron el rostro de la diosa y levantó su mirada para poder verla.- Mi amada diosa, a pesar de tu traición imperdonable, nunca deseé perderte, no quería que te alejaras de mi, menos de esta manera, porque jamás volverás a mi, los inviernos dejarán de ser los mismos...- besó sus fríos labios, deseando que los cuentos de niños fuesen reales y que ella despertara, pero era algo absurdo.- Mis hijos me han abandonado, tú te fuiste de mi lado, Cerbero partió también, no le encuentro sentido alguno a continuar con vida.

- Eres el responsable de toda la basura que estaba viviendo...- Esaú voz llamó su atención, pero no dejó de mirar a su amada.- Aunque hablando con honestidad, Perséfone es la culpable de todo lo que sucedió y lo que está por suceder, Hades.

- Deja de culparle.- El dios miró de reojo a quien había interrumpido su momento.

- No puedes negar que estoy diciendo verdades, por su culpa todo está en peligro, ademas, ni siquiera te has preparado para lo que te espera, si el Olimpo logra entrar aquí estarás muerto antes de que puedas explicar algo.- escucho como se acercaba a él.- Si yo logré entrar, ¿Qué te hace pensar que ellos no lo lograrán?

Tenía razón en sus palabras, estaba siendo descuidado y necesitaba vivir al menos hasta que pudiese cobrar su venganza, su dulce venganza.

...

- Creí que ya no volverías por aquí.- Johnny abrió el portón de su casa permitiéndole al soldado, su hermano, entrar a su propiedad.

- No he tenido demasiado tiempo, las cosas están de locos, necesito contarte todo. ¿Dónde están los niños?- preguntó Doyoung mirando a sus alrededores .

- No te preocupes, Ares está en el jardín jugando a ser agricultor, aunque la verdad tiene una buena mano para las cosechas, Marie está con él, sentada debajo de un árbol y siendo resguardada por nuestro fiel amigo.- Habló mientras caminaba al lado de su hermano hacia el interior de la casa.

- ¿Cómo lograste que Cerbero saliera del inframundo?- preguntó a su hermano, al llegar a la cocina de su hogar, miró por la ventana hacia el jardín, mirando a los niños.

- Cuando iba a salir del inframundo, me tomó por mi capa, no me dejaba marcharme así que le dije que vendría a buscarte, inmediatamente cambió su semblante y me liberó, pero marchó conmigo.- Johnny se colocó al lado de su hermano y le entregó una taza con té.

- Es alguien fiel, cuando le vi el otro día no me reconoció a mi ni yo a él, pero al verte aquí, me di cuenta que era él.- tomó la taza de las manos de su hermano y degustó el dulce té.

- ¿Qué tienes que contarme?- preguntó Johnny cambiando completamente el tema y sentándose en uno de los bancos de la mesa.- Por favor toma asiento, ven come algo.- Colocó sobre la mesa unas magdalenas de naranja en un plato de plata.

𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora