𝐃𝐞𝐬𝐜𝐞𝐧𝐬𝐨

159 37 13
                                    

- Vengo a ver a los reyes.- Habló el hombre a los guardias de la puerta principal, hace mucho tiempo los pueblerinos no se pasaban por el palacio, incluso no tenían conocimiento de si estaban aceptando visitas.- Traigo un mensaje importante para ellos, pero debo entregarlo personalmente.

- Lo lamento, pero los comunicados se reciben en horas de la mañana en la plaza del pueblo, no se aceptan visitas sin aviso al palacio.- El guardia de la reja principal miraba de pies a cabeza al pobre hombre que se cubría con un viejo manto sucio y roto.

- No, ustedes no entienden, lo que traigo para ellos no puede ser tocado por otras manos, pero si gustan intentar, solo no soy responsable de sus enfermedades y castigos infernales por no ser dignos de tomar el pergamino.- La voz del misterioso hombre se volvió muy grave, lo cual causo cierto temor en el guardia y sus compañeros.

Los guardias se miraron entre ellos y asintieron a las palabras del hombre, dos caminaron a su lado hasta las puertas del palacio y al abrirlas el hombre pudo observar a los dos reyes en sus tronos, en frente de ellos se encontraban dos hombres. El hombre agradeció a los soldados y camino mirando hacia el suelo dentro del palacio, jamás había estado en ese lugar.

- ¿Puedo ayudarle en algo?- Preguntó el capitán Kun mirando al hombre desde su punto, su vestimenta le sorprendió ya que estaba en pésimas condiciones.

- Vengo a entregar algo a los reyes.- Murmuró sin levantar su cabeza y enseñando un pequeño bolso de cuero en sus manos.- pero ellos son los únicos que pueden tocarlo.- Kun se apartó para poder dar paso al anciano.

- Bienvenido al palacio, levante su cabeza.- Habló el rey Jeong desde su trono.- No debe temer o sentir vergüenza frente a sus gobernantes.

El hombre obedeció, pero su aire fue robado al encontrarse con la belleza de los reyes, era algo fuera de lo normal. Sentía que sus palabras habían sido robadas de su boca, no tenía la capacidad de hablar ni de dejar de mirarles.

- ¿Qué tienes para nosotros?- Miró al rey que le hablaba, un ser lleno de elegancia y buen porte, era creado por los mismos dioses, de eso no había duda.

- Información de vida o muerte.

...

Taeyong no se había alejado de Yuta desde el día que actuó extraño durante la merienda, Jaemin ordenó vigilar a toda hora la habitación del dios de la seducción, desde dentro y fuera del palacio, el pobre dios no había vuelto a hablar, ahora se mantenía callado y se escondía cada que podía entre los brazos del rey Lee o detrás del rey Jeong, sin embargo, ninguna de las dos deidades había conseguido hacerlo hablar.

- Estoy preocupado por él, no tengo idea de que fue lo que quiso decir, ni siquiera nos habla solo se esconde en nosotros. Jaemin está completamente estresado de verlo así.- Jaehyun entró a la habitación real, su esposo se encontraba sentado en el suelo con muchos papeles a su al rededor.

- ¿A cuál profecía se refería? No dejo de pensar en ello.- Soltó un suspiro pesado y pasó su mano por su frente para limpiar el sudor.- Hace mucho calor, ¿Conseguiste más información del asesino?-

- Si te soy honesto no tengo idea de alguna profecía, conozco muy pocas, pero si me asusto su comportamiento.- murmuró suavemente.- Kun regresó a la zona en busca de algún sobreviviente, pero dice que lo que encontró fue una carnicería peor que cuando salvó a Jeno, posiblemente los lobos decidieron prepararse un festín con la carne que había en la zona, así que a algunos de los soldados les hacían falta partes de su cuerpo.- Jaehyun tomó asiento en el suelo también y recostó su espalda la parte inferior del sofá, echando incluso su cabeza hacía atrás.

- Me enferma no tener el responsable en mi poder, juró que cuando lo capturen yo seré quien lo lleve al infierno y me suplique por su vida.

- Lo peor de todo esto es el hecho de que haya utilizado la daga de Perséfone para intentar acabar con la vida de nuestro hijo, así que sabía que era un Dios.- Su mano derecha se encargó de frotar sus ojos.

- Están atentando contra nosotros, ¿Crees que hay alguna razón para ello? Los pueblos han sido conquistados de la manera más pacífica, no debería haber rencor.- Taeyong intentaba entender, pero simplemente no lo lograba.

- Esto va más allá que una simple conquista, mi amor. Los pueblerinos o humanos no conocen la forma de asesinar a las deidades; sin embargo este atacante sí las sabe, así que no debe de ser humano.- Levantó su cabeza para poder mirar a su esposo, pudo identificar el estrés en su rostro.- No pienses más en eso, te prometo que traeré al responsable y lo pondré ante ti.

- No quiero que participes en ninguna misión, si algo te sucede perdería la cabeza por completo.- Murmuró mirando a su esposo.- Por favor quédate siempre conmigo.

- No iré a ningún lado hasta que sea necesario, debo quedarme en el palacio a cuidar de mi familia.- Sonrió a su amado intentando darle calma.- Hera nos ayudará, enviará a sus soldados más despiadados para que se adentren en el bosque oscuro, buscarán al responsable.- Jaehyun cerró sus ojos, los últimos días había estado muy ocupado y no lograba conciliar el sueño.

- No quiero una reunión de dioses en este momento, lo que menos quiero ahora es lidiar con esas almas despreciables.- Taeyong hizo un gesto de asco y se levantó de su lugar para poder buscar en su armario su pijama.

- Ya veo de donde aprendió Jaemin a despreciar a los dioses.- Jae se levantó de su lugar también y caminó detrás de su esposo hasta lograr tomarlo por su cintura.

- Oye, no me culpes de eso.- Golpeó suavemente la mano de su esposo antes de acariciarla.- Jaemin tiene la capacidad de ver las verdaderas caras de los seres, mi hijo sabe que son los dioses de la hipocresía absoluta, es por ello que los odia, solo defiende a Nayu y Deméter.-

- ¿A tu madre?- Preguntó Jaehyun dejando un beso sobre la cabeza de su amado.

- Es a la que más odia, según me dijo la ve como un ser despreciable e inmundo, no lo puedo culpar, tampoco es como que mi madre siempre ande dando buenas impresiones o siendo una diosa amorosa.- Se liberó del agarre de su esposo y se recostó sobre las puertas de madera del ropero para poder verle cara a cara.- Creo que sin darse cuenta mi pequeño retoño adoptó las cualidades de mi madre.

- Iba a hacerlo, Jaemin posee tu sangre en todo su cuerpo, lo que no me explico es ¿De dónde heredan su lado oscuro?- El rey Lee rio ante el comentario de su esposo y le dio la espalda para buscar sus prendas.

- No culpes a mis antepasados de eso porque dichas conductas las aprendí a tu lado.

Sin decir más tomó sus prendas y caminó hacia el baño, dejando a su amado con las palabras en su boca, su esposo era un completo malcriado, pero uno muy encantador y era claro que hasta Doyoung lo sabía.

𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora