𝐃𝐢𝐯𝐢𝐧𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐢𝐫𝐚

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El dios del deseo llevó su mano a su labio inferior y corrió al baño para poder mirarse frente al espejo, una herida en proceso de sanar era más que evidente en su labio, tomó del lavado una navaja y salió de este con la intención de asesinar al maldito demonio que lo acusó, pero se detuvo a mitad de camino cuando vio a los reyes detrás de Jaemin, su corazón se rompió, el rostro de Jaemin reflejaba el dolor de la traición, la navaja cayó al suelo.

- Te protegí de todos, defendí tu honor incluso con los dioses, estaba dispuesto a dar mi vida por ti, no temía a la muerte si el resultado de ella era que tú estuvieses bien y así fue como me pagaste, traicionaste mi confianza, abusaste de mi...- Jaemin levantó su vista pero fue dirigida al soldado que se mantenía en su lugar, se acercó a este y lo tomó entre sus brazos, abrazándole con una fuerza descomunal al punto que Doyoung sentiría que perdería su respiración, sintió como la tela de su camisa en la parte de su hombro estaba húmeda, fue cuando se dio cuenta que el príncipe lloraba en silencio, sin dudarlo pasó sus brazos por su espalda para abrazarle, dándole todo el apoyo que él niño iba a necesitar.
El soldado dirigió su vista al dios del deseo que se mantenía estático en su lugar, lágrimas corrían por sus mejillas sin apartar la vista del príncipe en sus brazos, "Suéltalo" murmuró con odio al soldado pero este hizo caso omiso y abrazó más fuerte al joven.

- Yuta...- La voz suave de Taeyong captó la atención del dios quien le miró inmediatamente, en sus ojos pudo reconocer el sentimiento de traición. El rey se colocó frente a su esposo y este lo tomó por sus antebrazos evitando que se acercara más al dios.- Dime que es mentira, que no atacarías así a mi hijo, tu no serias capaz de eso, ¿o sí?

- Taeyong, te juro que no hice nada, ¡Esta escoria está...- su berrinche fue interrumpido.

- ¡Cállate de una puta vez!- Jeno se acercó amenazantemente hacia el dios y lo tomó por el cuello de su camisa, elevándole unos centímetros.- ¡Te ofrecen protección y así es como pagas, mal nacido!- el príncipe tiró al dios al suelo, haciendo que se estampara en este con fuerza.- No puedo creerlo, padre ¿no te das cuenta? ¿Cómo va a explicar su maldita herida que esta justo en el lugar donde Jaemin mordió? ¡Es un maldito enfermo! ¡Ahora entiendo su obsesión de estar siempre cerca de Jaemin! Si yo no hubiese salido de la habitación, no quiero ni imaginar lo que habría hecho con él.- Jeno caminaba de un lado a otro frente al dios, Jaehyun deseaba intervenir pero soltar a su esposo sería una manera de asesinar directamente al dios en el suelo, por parte del soldado este no podía hacer mucho ya que su hijo mayor se mantenía escondido en sus brazos.

-Jeno, cariño.- La dulce voz de su nana llamó la atención del príncipe quien la miró. La anciana entró a la habitación con sus brazos extendidos y se detuvo al lado de los reyes.- Ven mi niño, ven con nana y la pesadilla acabará pronto.

Fue en ese punto que el príncipe quebró, dejó que sus lágrimas salieran y se acercó a la anciana, dejándose caer en sus rodillas y escondiendo su rostro en el abdomen de la mujer, llorando a gritos, su alma estaba desgarrada, habían dañado a la persona más importante en su vida. Yuta mantenía su cabeza baja, lloraba en silencio, su cuerpo temblaba por las reacciones que las personas estaban teniendo. Kun entró a la habitación y quedó perplejo al ver la escena, un Taeyong dispuesto a lanzarse sobre el que un día fue su amigo, deseoso de su muerte, un Jaehyun conteniendo sus lágrimas y tomando con fuerza a su amado para evitar que cometiera una locura, un príncipe llorando en brazos de su madre y el otro abrazado al soldado herido que mantenía su vista en el ser despreciable que se encontraba en el suelo.

- Kun.- el capitán del ejército miró a Jaehyun.- Quiero que lleves a Yuta a su habitación.- Taeyong con fuerza sobrehumana se liberó del agarre de su esposo y lo miró de una manera que le provocó escalofríos.

- ¡¿ Es una broma Jaehyun!?- gritó a su esposo.- ¡¿Enviarás a este bastardo a su habitación?! ¡Abusó de mi niño! ¡¿Acaso recuerdas quien es Jaemin?!

Jaehyun cerró sus ojos y movió sus manos frente al rostro de su esposo pidiéndole que se calmara, sus gritos solo causaban más dolor en su cabeza, la cual estaba llena de pensamientos mezclados, ni siquiera caía en cuenta de lo que debía hacer, no quería ser un monstruo con quien fue una vez su gran amigo.

- Kun, por favor llévalo a donde te dije, que coloquen ya sabes que en su puerta, quiero vigilancia en todas sus ventanas y puertas por donde pueda salirse, necesito pensar.- Murmuró mirando a su mejor amigo el cual asintió y se acercó al dios para poder ayudarlo a levantarse.

- ¡Eres un imbécil! - Taeyong se abalanzó sobre él y golpeó con fuerza su pecho antes de empujarle para marcharse de la habitación, estampando contra el suelo todos los adornos que estaban a su paso, dejando un desastre inmenso en el pasillo.

Yuta se levantó del suelo y caminó junto a Kun hacia el lugar que le habían dicho, cuando lo retiraron de la habitación Jaehyun miró la escena, sus dos niños en brazos de personas importantes para él, sufriendo y desahogándose, era claro que ambos tenían su lugar seguro en alguien que no era él, pero no podía quejarse, quizá no había sido un buen padre. Se acercó al soldado quien tenía a su hijo mayor entre sus brazos, Doyoung susurró algo en el oído del príncipe y este se apartó lentamente de su amigo para poder mirar a su padre, quien lo tomó entre sus brazos para abrazarle con fuerza, Jaemin sin dudarlo respondió al abrazo.
Doyoung caminó hasta el príncipe Jeno para colocar su mano en su hombro, el joven apartó su rostro del abdomen de su nana para mirarle y tomó su mano cuando el soldado de la ofreció para levantarse.

- Entiendo que la situación es complicada, era alguien cercano a su familia, pero ustedes son príncipes y no deben mostrarse débiles ante él, no saben cuales son sus intenciones o qué era lo que deseaba, Jaemin, sé que eres alguien fuerte y estoy aquí para cumplir las órdenes que me den.- Doyoung acaricio la mano del príncipe Jeno antes de liberarla, Jaemin se apartó de su padre y le miró directamente a los ojos.

- Quiero que lo mates y me entregues su corazón, yo te daré las indicaciones de cómo acabar con una deidad, quiero que sea esta misma noche.- escuchar a Jaemin pedirle eso hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo, pero asintió.

- Lo haré, cumpliré sus ordenes, mi señor.- el soldado caminó hacia su armario para sacar su ropa oscura, de esta forma las manchas no serían tan evidentes.

- Es muy tarde y Doyoung debe descansar, pienso que mejor sería hacer las cosas mañana o hablar con más calma.- ¿Jaehyun era realmente un imbécil? Quizá el rey Lee no se había equivocado.

- No, estoy bien, solo fue un golpe y ya dormí lo necesario, acabaré con el bastardo que se atrevió a faltarle el respeto a Jaemin, mi lealtad está con él, no solo por ser el príncipe, sino porque también es mi mejor amigo y cobraré venganza en nombre de los dos príncipes y el rey Lee.- Doyoung era un completo farsante, pero Jaehyun se pasaba de estúpido, estaba eligiendo al dios y dejando de lado a su familia.

No tardo más de cinco minutos en cambiarse, el príncipe le dio las indicaciones de lo que debía hacer, una vez más aceptó la orden dejando un beso en su mano. Al salir el rey Jeong ya le esperaba en la puerta, ambos caminaron en completo silencio por el pasillo lleno de vidrios, los cuales antes formaban hermosos adornos. Al llegar a la habitación Jaehyun suspiro con fuerza y el soldado colocó su mano en su hombro, dándole un poco de apoyo. Al abrir las puertas lograron ver al dios sentado sobre la cama, mirando hacia la ventana, Jaehyun miró a su amigo quien se encontraba en una esquina cuidado al ser y lo llamó con su mano, ambos se retiraron del lugar dejando solo a las dos deidades, Yuta se levantó de la cama creyendo que en la puerta estaría Jaehyun para escucharlo pero cuando miró que era el soldado quien se encontraba allí frunció su ceño y su disgusto se hizo evidente.

- ¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó con odio y acercándose un poco más al hombre de manera amenazante.

- Me han premiado con la bendición de matarte.

𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora