Quien nada debe, nada teme.
Solo aquellos con un alma impura le temen a algo tan delicado,
sus pecados atormentan sus mentes toda una vida,
el deseo de olvidar se hace presente,
pero jamás se cumple.
Las deidades, fuertes entidades,
admirables seres que pertenecen al Olimpo,
el lugar más impuro y poco leal que existe en el mundo,
verdadera entrada al mundo de la desgracia, ruina y maldad.
¿Por qué temerle a ese ser tan encantador y honesto?
solo se encarga de crear justicia a los malos,
lleva al paraíso a los justos,
da descanso eterno.
A mi amada muerte,
quien nada debe, nada teme,
oh mi amado rey, cuenta de una vez
¿Cuál es ese oscuro secreto que te hace temer?
...
De manera inmediata el rey Jeong se dio vuelta, abrió sus ojos, pero no se encontró con nadie, estaba completamente solo en esa habitación, comenzó a caminar y buscar en cada rincón de esta, ¿Había sido su imaginación? Imposible, estaba seguro de lo que había escuchado, incluso sintió su presencia. Una mano sobre su hombro le hizo sobresaltar y se apartó bruscamente, al voltearse solo se encontró con su hijo quien le miraba asustado.
- ¿Estás bien?- Preguntó Jeno preocupado por la reacción de su padre, con cuidado, comenzó a acercarse a él.
- Sí, sí, es solo que te estaba buscando y una rata me asustó.- Murmuró con cierto nerviosismo el rey, Jeno solo asintió pero era claro que no le había creído ni una palabra.
Jaehyun colocó su mano sobre el hombro de su hijo y le hizo abandonar aquel lugar junto a él, sentía como su cabeza daba vueltas, los escalofríos permanecían y en sus manos se podía observar un leve temblor. Ninguna de las dos deidades habló durante el camino y ni siquiera el rey se dio cuenta del momento en que su hijo le dio las buenas noches y entró a la habitación, movió un poco su cabeza, saliendo del trance en que se encontraba y pudo ver que continuaba en el pasillo frente a la puerta de la habitación de Jeno, así que soltó un fuerte suspiro y comenzó a caminar hacia su habitación, ¿Qué había sido eso? no encontraba una explicación coherente. Su mano se posó sobre el pomo de la puerta, pero antes de abrirla fue interrumpido por la forma brusca en la que la ventana del pasillo se abrió, causando un fuerte sonido por el golpe, inmediatamente corrió a esta y la cerró con cierta dificultad ya que el viento soplaba muy fuerte, al lograrlo, no pudo evitar mirar por el cristal y observó a el campamento de los soldados, se veía tranquilo y la llama de la fogata permanecía encendida; ahora que lo recordaba, necesitaba hablar con los dos soldados que fueron atacados en el bosque, quizá eso estaba relacionado con lo que había escuchado esta noche. Sin atormentarse más, el rey entró a su habitación para poder descansar al lado de su esposo, ya mañana buscaría pistas.
Jeno había sido el primero en despertar, tomó una ducha y al estar listo salió de su habitación, encontrándose con pasillos oscuros y un amanecer bastante oscuro, al parecer los relojes aún no marcaban ni las 05:15 am, así que sin más comenzó a caminar hasta llegar al salón real donde se encontraban los tronos, donde en un tiempo se sentaría Jaemin con su nueva esposa, aún no toleraba esa idea, era desagradable encontrarse con esa chica por los pasillos y fingir que le caía bien, deseaba eliminarla, acabar con ella, verla suplicar por su vida, poder apreciar como la sangre brotaría de su cuello, como ella se ahogaría con esta, era una idea tan placentera que no pudo evitar sonreír, tomó asiento en el trono de su padre y cerró sus ojos, imaginando que tenia a todo un reino ante su poder, necesitaba ganar ese puesto, era imposible que Jaemin se lo otorgara a una cualquiera y no a él. Una mano que se posó en su hombro le hizo sobresaltar un poco, pero a la vez le transmitió muchísima paz, así que mantuvo sus ojos cerrados y una sonrisa de satisfacción en sus labios.
- Te ves muy bien en ese trono...- Susurraron cerca de su oído.
- ¿Eso crees?- Preguntó con cierto tono de egocentrismo.
- Por supuesto que sí, serías un rey increíble, justo lo que necesito para poder regresar a este lugar.
- Desgraciadamente Jaemin no lo quiso así.
- ¿Desde cuando te importa lo que él quiera o no? Podemos eliminar a la chica, déjalo en mis manos.
- ¿Me creerías si te digo que no quiero que él la pase mal? Las ganas de acabar con esa cualquiera son infinitas, pero al parecer el amor de mi vida encontró al amor de su vida.
- ¿Qué esperas para pelear por él? Me parece algo inmaduro el hecho de que no busques arriesgar las cosas.
- No quiero joder más a la familia.
- No pensaste en eso cuando escapaste del palacio y buscaste asilo en el inframundo, espero que hayas sido bien recibido y que esas cicatrices no sean por parte de mis seres.
- No, no fueron por ellos, fui bien recibido por tu padre, las cicatrices fueron por otros asuntos estúpidos en los que no debí meterme.
- Si fuiste capaz de enojar a la muerte, ¿Por qué no tienes la misma valentía para luchar por tu estúpido hombre?
- Porque ya no siento la misma fuerza ni las ganas de vivir que antes tenía.
- ¿Deprimido?
- Yo lo describiría más como "falta de sentido"
- Te debo un favor eterno, has ayudado al inframundo para recuperar la piedra, incluso retaste a tu padre.
- Cobraré ese favor cuando sea necesario, quizá pida algo especial.
- ¿Me enviarás a matar a la chica?
- No, pediría que me asesinaras a mí.
Al escuchar sus palabras la deidad retrocedió, apartando su mano de su hombro y caminó hasta estar frente a él, Jeno abrió sus ojos y le miró, estaba vestido con una túnica muy oscura y detallada con oro, su cabello despeinado y bastante largo, sus ojos un poco apagados y su piel muy pálida, pero era lo normal, aquel dios venía reviviendo de lo que pensaron que sería un sueño eterno.
- ¿Vas a dejar que esa mortal te arrebate a tu gran amor?- La sonrisa burlona se hizo presente en los labios del dios.
- Lo dice quien tuvo que conocer al amor de su vida casado con otra persona.
- Mi cuestión fue muy diferente, ni siquiera pude pelear por su amor.
- Entonces, ¿Para qué regresaste, Doyoung? ¿Para asustar a mi padre igual que anoche?
- No, volví para acabar con lo que es mío.
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𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌
FanficEn un reino, donde la mentira, oscuridad, la venganza y la pasión, son parte importante de un equilibrio. Jaehyun no quiere perder a Taeyong, pero Taeyong tiene otras intenciones. Taeyong, un rey brillante, con facciones creadas por los mismos diose...