La luz de luna entraba por la ventana de la habitación, el niño sagrado se encontraba entre los brazos de su padre, ambos sin saber que un lado de la cama estaba vacío.
El rey Jeong abrió los ojos repentinamente al sentir como le movían con fuerza, encontrándose con su ama de llaves, quejidos provenientes del baño, alertaron al hombre, haciendo que se levantara de la cama y dando la orden a aquella mujer de vigilar al niño dormido, al llegar al baño intentó entrar en el mismo, pero este se encontraba cerrado con seguro, causando más ansiedad en él.
Se mantuvo al lado de la puerta hasta que esta se abrió, dejando a la vista a su esposo dentro de la bañera y su nana saliendo con la ropa del mismo en sus brazos.
- No entres alterado, ni le hables de manera fuerte, necesito que le mantengas relajado. No preguntes sobre lo sucedido a tu esposo, no ahora. - El rey solo miró a su nana y asintió a sus órdenes, entró en el lugar y se arrodillo a un lado de la bañera para poder acariciar el rostro de su esposo.
- Estas muy guapo, mi amado. - Susurró logrando robarle una pequeña sonrisa de sus labios.
. No quería que me vieras así, debí pedirle a nana que no te dejara entrar. ¿Dónde está mi hijo? - Preguntó el rey un poco alterado.
- No hay de que preocuparse, mi amado, está en buenas manos y durmiendo profundamente. Ahora, no puedes prohibirme el paso, según nuestro trato sagrado estaremos juntos en la salud y enfermedad, lo cumpliré por toda la eternidad.
Ambos se quedaron en el baño por un buen tiempo, hasta que el rey tuvo la fuerza para levantarse; sin embargo, fue su esposo quien le ayudó a vestirse y llevarlo a la cama.
...
- Mi rey, hemos recibido noticias de que encontraron a un sobreviviente más en los escombros del lugar. - El rey Jeong, se encontraba reunido con el ministro y sus fieles guardianes en la biblioteca real, habían recibido noticias importantes.
- ¿Dónde está dicho ser? - Preguntó el imponente hombre sin mirar al coronel de la guardia.
- Aún no le han capturado, al parecer se asustó y huyó cuando vio a la guardia real, ya que los que llevaron llevaban nuestros caballos negros.
- Eso no es excusa de su huida, quiero que le busquen y traigan ante mi. Ahora.
Sin decir más, la guardia real marchó del lugar, dejando solos al rey y el ministro.
- ¿Se ha sabido algo del miserable al que le corté la lengua? - Preguntó el rey mirando por primera vez a uno de sus trabajadores.
- Aún nada, señor. Quería preguntarle, ¿Qué quiere que hagamos con el sobreviviente luego de traerlo?
- Antes de traerlo descubre si tiene algún parentesco con mi hijo, de ser así mátalo inmediatamente, si no, tráelo ante mi, depende de las respuestas que me dé yo decidiré si vive o muere.
- Como usted ordene, mi señor.
La discusión sobre el tema acabó y comenzaron a estudiar algunas de las propuestas que el reino les había hecho llegar, sin duda alguna, aquellos pueblerinos eran almas inocentes y fieles a sus reyes.
...
En la habitación, se encontraba el rey Lee tomando reposo sobre su cama, siendo acompañado por nana quien leía un cuento infantil a su hijo al cual mecía en su cuna móvil. Taeyong, sentía debilidad en su cuerpo, era como si algo le robara toda su vitalidad, pero ni siquiera el médico podía explicar lo sucedido, quizá era un mal presentimiento avisándole que algo iba a suceder.
Sintió un fuerte dolor en su abdomen y rápidamente se levantó de la cama para correr al baño, la anciana alertada por la reacción, se levantó de su lugar también, pero el gritó del rey prohibiendo que le siguiera la detuvo. Tae se adentró al baño y cerró con seguro la puerta, comenzó a despojarse de sus prendas, quedando únicamente en ropa interior, luchando contra el terrible dolor que atacaba su vientre. Sus uñas se incrustaron en el mueble de madera que contenía un enorme espejo, en el cual el rey quería verse pero el dolor no le dejaba levantar la cabeza. Respiró profundamente y con la poca fuerza que le quedaba levantón la mirada; sintió su piel erizarse, un frío recorrió su cuerpo desde sus pies hasta su cabeza, sus ojos no podían creer lo que veían, un enorme moretón que invadía todo su abdomen le había robado el aliento al rey, ¿Cómo era eso posible? Sintió un fuerte dolor de nuevo pero esta vez pudo ver como algo se movía en su abdomen, causando que el moretón se moviera por unos segundos, llevó su vista a su cuerpo e intento colocar una de sus manos sobre la piel, un pequeño bulto de piel hizo contacto con su mano al mismo tiempo que causaba un dolor desgarrador en la piel del rey, era incapaz de soportar aquel dolor, no podía explicarlo, ni siquiera tenía fuerzas para gritar.
Los dolores comenzaron a hacerse más constantes, los bultos no dejaban de aparecer por todo su abdomen, el sudor caía desde la frente del rey, al igual que las lágrimas. El rey, exhausto del dolor tan fuerte y de los movimientos inexplicables en su interior, perdió la cordura. A rastras, se acercó al mueble de fina madera que había dañado con sus uñas, abrió las puertas del mismo y saco todo, tirando las cosas al suelo de la habitación, buscando entre estas su objetivo. Sus ojos se iluminaron al encontrar, por fin, una daga oculta en un pedazo de tela rojo, sintió la salvación en sus manos, la satisfacción de acabar con aquel dolor, no iba a dejar que ninguna oscura entidad invadiera su cuerpo. Decidido a calmar el dolor, colocó la punta de la daga en la piel de su abdomen inferior y con valentía pasó la daga a lo largo, sintiendo un ardor incontrolable y observando como la sangre empezaba a verter de manera exagerada. Dejó caer la daga a su lado debido a que el dolor que le castigaba había tomado más fuerza por lo que el rey había hecho.
Escuchó como la puerta era tocada con golpes firmes y fuertes, su mirada viajó a la misma y susurros de ayuda era todo lo que podía decir, sentía su cuerpo desfallecer cada que la sangre salía de él.
La puerta fue abierta con un golpe limpio, Jaehyun entró desesperado en busca de su esposo, al ver aquella trágica escena corrió para tomarlo en brazos, recibió una sonrisa cálida de su rey, "estás aquí" susurró intentando levantar su mano llena de sangre, pero fue impedido por un dolor que nuevamente lo invadió.
- Estoy aqui, mi ángel, no me voy a ir de tu lado. - Habló con desespero el rey, sintiendo como las lagrimas caían por su rostro.
Un "te amo" salió de la boca de Taeyong antes de que este cerrara sus ojos, dejando de responder al llamado de su esposo.
Un sentimiento inexplicable invadió el cuerpo del rey, gritó el nombre de su esposo, le movió con fuerza esperando reacción alguna, pero solo logró recibir la frialdad que había empezado a invadir el cuerpo de su esposo que tenía en brazos.
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𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌
FanficEn un reino, donde la mentira, oscuridad, la venganza y la pasión, son parte importante de un equilibrio. Jaehyun no quiere perder a Taeyong, pero Taeyong tiene otras intenciones. Taeyong, un rey brillante, con facciones creadas por los mismos diose...