𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌

𝐑𝐞𝐥𝐚𝐭𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐥𝐦𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐈𝐈

- ¿Tendrás el descaro de pedirme algo a cambio solo por pedir tu protección?- preguntó la diosa de la belleza al dios oscuro que se mantenía en su lugar.
- Serás parte de un plan divino que acabara con la profecía que por tanto tiempo esperé, de verdad piensas que aceptaré las cosas solo porque sí.- una sonrisa burlona se hizo presente en el rostro del dios del inframundo mientras tomaba asiento en su trono.- Por favor toma asiento, no quiero que tu asqueroso hijo nazca en mi palacio.- Con su mano solicitó a uno de sus esclavos una silla para la diosa, la cual fue traída de manera inmediata, sin embargo, la diosa tomó asiento por sí sola, ya que aquellos seres le repugnaban.
- Creí que eras alguien de buen corazón, pero veo que por algo te han dado el peor de los mundos.- Hades no pudo evitar reír a carcajadas al escuchar la clase de insulto tan estúpido que la doncella había hecho.
- Preciosa, intente asesinar a mi hermano, ¿crees que soy una buena persona? Asesiné a Pirítoo sin piedad alguna, influí en Hera para que asesinara a cada uno de los hijos impuros de Zeus, jugué con la mente de Poseidón para que actuara en contra de mi hermano y aún así jamás fui descubierto, pequeña Afrodita.- Tomó su copa con vino y bebió de ella un poco para poder humedecer su garganta.- Te hace falta aprender tanto, vives de lo que cuentan en el Olimpo cuando ni siquiera ellos tienen idea de por qué suceden las cosas, de forma que crean las historias a cómo mejor les convenga y engañan a miles de inocentes, quedando como enormes héroes cuando ni siquiera se vieron involucrados, pero ese no es el tema que debemos discutir.
- A pesar de conocer quién eres sé que no estás mintiendo con lo de las historias falsas, pero tienes razón, eso no era lo que ibas a comentarme, ¿Qué vas a querer a cambio?- preguntó la diosa dejando que el aire retenido saliera en forma de un suspiro pesado.
- Tú silencio, lealtad y protección, pero esta última no la quiero para mi.- La diosa miró con confusión al dios de la mentira quien se mantenía serio.- ¿Aceptas?- Hades se levantó de su trono y caminó hasta estar frente a su invitada, con una daga cortó la palma de su mano dejando que la sangre brotara y extendió esta hacia la diosa, esperando cerrar el pacto con sangre. Afrodita, tomó la daga de las manos de Hades y realizó la misma acción, luego tomó la mano del dios, sellando su pacto oficialmente, el cual era irrompible.
- ¿A quién deberé proteger?- Preguntó apartando su mano de la del dios y dejando que uno de los esclavos se acercara a vendarla.
- A mi hijo, él es de quien habla la famosa profecía que ahora conoces, es el verdadero amor de tu hijo.- Hades limpió su mano en la tela de su pantalón y se sentó en los escalones, para mantenerse más cerca de la diosa.- Está por nacer y ya el Olimpo planeó como destrozarle la vida.
- Si te mantiene más tranquilo, ellos no tienen conocimiento de quien será el que engendre al pequeño.- Murmuró la doncella frente a él.
- Ahora tú lo sabes, el niño de la profecía es mi hijo, al que engendré en el vientre de Perséfone, mi pequeño será quien herede todos los poderes que los dioses creyeron haber destruido una vez.- Hades elevó su mano y la colocó sobre el vientre de la diosa.- Si en algún punto se llegan a encontrar quiero que lo protejas hasta que yo aparezca, no quiero que a mi pequeño le suceda nada.
- Sabia que tenías un buen corazón.- La diosa colocó su mano sobre la del Dios ubicada en su vientre.
- Créeme, por él haría cualquier cosa, aunque eso me ocasione perder la vida, sé que si eso sucede él me vengará y para desgracia del Olimpo, mi pequeño tendrá toda la capacidad para asesinar a sangre fría y sin problema a Zeus.- El dios apartó su mano del vientre de la diosa y se levantó para poder caminar hacia su trono.- El pacto ya fue sellado, serás bienvenida a este lugar siempre que mantengas tu lealtad, ahora si no tienes más que pedir, puedes retirarte, yo cuidaré de ustedes.
Sin decir una palabra más, la diosa se marchó del oscuro reino de Hades, satisfecha por lo que había conseguido, ahora no estaba sola. Su regreso al Olimpo fue tranquilo y nadie sospechó de lo que había hecho, incluso esa misma noche fue invitada a cenar en celebración del plan que aquellos seres habían creado, su pobre hijo sería infeliz por culpa de ellos.
El nacimiento de los gemelos en el inframundo cambiaron por completo los planes de Hades y alteraron la profecía, la primera en enterarse de ello y la unica fue Afrodita, quien con frecuencia visitaba el reino del dios del inframundo, incluso llevaba a su pequeño para poder mantenerlo cerca de quien realmente era su alma gemela, al menos quería regalarle a su bebé un poco de felicidad. Solo eran dos pequeños, pero cuando ambos estaban cerca se mantenían en paz y muy risueños, según le comentaba Hades, era extraño ver al pequeño Doyoung sonreír, casi siempre permanecía con su semblante frío y serio, solo cuando llegaba el pequeño Taeyong aquel niño sonreía a más no poder.

Los años pasaron y la hermandad que se creó entre el dios del inframundo y la diosa de la belleza era inquebrantable, ella había mantenido su lealtad hacia él como lo había jurado la última noche, sin embargo, fue ella quien planeó aquella ultima noche que se supo de Doyoung, la diosa sabía que el joven estaba escuchando a escondidas, de manera que realizó todo tipo de comentarios que obligaran al mayor de los herederos a abandonar el inframundo, deseando que este se encontrara con su pequeño, su corazón por poco explotaba de emoción cuando vio al soldado en el salón real el día que se avisó de la muerte de Persefone, al fin estaban cerca, pero a su vez, la cercanía que había tenido con el joven causó en la diosa el deseo de poder abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien, sin embargo, eso sería mal visto por los demás dioses, de manera que solo pudo mantener su postura y fingir que no le conocía.
Esa noche, aquella dama se sentó en su escritorio y escribió en su pergamino todo lo que quería decirle al joven y no podía, esperaba que algún día el pergamino llegara a manos del dios y así entendiera el por qué de las cosas, deseando acabar con el odio que sentía hacia ella.
....

- Es todo lo que puedo contarte, no existía un tipo de profecía realmente que relatara la muerte de tu madre, pero si existió una conversación en la que se acordó su muerte, es por eso que tu madre escribió que conocía sobre eso.- Demeter mantenía su cabeza baja, el contar las cosas era difícil para ella.- Afrodita posee aún el pergamino del que te hablé, ella es la única que puede entregártelo.

-Eso quiere decir que ella es la responsable de la muerte de mamá...- El dios fue interrumpido por la diosa, quien acarició su mejilla suavemente.

- No, en ese pergamino encontrarás la explicación de por qué participó en el plan y cómo fue que este surgió, pero eso es algo de lo que no poseo conocimiento.- Un suspiró en forma de desánimo salió de la boca de la diosa de la agricultura, era claro que ella también deseaba conocer el por qué se habían dado las cosas.

- Entonces, ¿Cómo conseguiremos ese pergamino? Al menos puedes decirme quién sabe quién es el verdadero asesino de mi madre, estoy cansado de este juego mental en el que solo intentan nublarme más la mente.- Doyoung se alejó de la diosa y pasó sus manos por su rostro, estaba desesperado.

- La persona que más amas en el mundo lo hizo, fue el responsable de la muerte de tu madre y lo hizo sin piedad, aún sabiendo lo mucho que te dolería.- Un escalofrío recorrió el cuerpo del dios al escuchar las crudas palabras de la diosa.- Aún así se comportó como inocente y actuó como si no supiese nada al respecto, has estado castigando al hombre equivocado, Jaehyun no es el responsable.

- No puede ser, ¿De verdad es...

...

Buenas noches, mis amados lectores.
Debo de admitir que os he extrañado muchísimo, por fin mis parciales han acabado y ahora tendré un poco más de tiempo para dedicarlo a ustedes, (Llevar medicina virtual me roba muchísimo tiempo)
Estaré más activa y escribiré de nuevo capítulos enormes para su gusto, por ahora os dejo este que es la continuación del anterior...
Grandes cosas se acercan, preparad las lágrimas.
Esto va de sangre o lagrimas.