𝐀𝐝𝐨𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 𝐞𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐢𝐳𝐚

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En sus manos se encontraba un tesoro sagrado, no quería perderlo nunca. Sus manos se deleitaban con la suave tela de la prenda, su olor era enloquecedor, sentía como podría perder la razón en cualquier momento y cometer una locura, necesitaba a ese hombre más que nunca. Su obsesión había alcanzado niveles jamás conocidos, peleaba diariamente con el deseo de secuestrar al rey Lee y llevarlo lejos del reino, quería que fuese de su propiedad, le enfermaba la idea de que cada noche en la habitación real se encontraba Jaehyun marcando algo que no era de su pertenencia, pero dejaría que lo disfrutara, al final terminaría siendo de su propiedad.

- Lo veo muy desconcentrado, Doyoung.- La voz del capitán le hizo salir de su trance, miró al hombre que le observada desde el otro lado de la mesa, ambos se encontraban en el estudio admirando el mapa del reino para buscar posibles zonas de escondites.

- Disculpe, capitán, no he podido dormir muy bien estos días, el caso me mantiene despierto.- Murmuró tallando sus ojos con sus manos, era un estúpido, debía controlar mejor sus pensamientos.

- Me alegra saber que entregaste el corazón a la corona, eres un buen soldado.- Kun tomó un poco de agua y le miró de nuevo.- Por eso jamás vas a perder la vida, los reyes saben a quienes ofrecer protección eterna.

- ¿A que se refiere, señor?- Preguntó confundido por lo que le decía.

- ¿Conoces la famosa frase "los favoritos de Dios"? Esta vida es como una pirámide.

Doyoung continuó mirándolo confuso, de qué diablos estaba hablando.

- Estás en lo más alto de la pirámide, te convertiste en algo preciado para la realeza, así como entregas tu lealtad a ellos, ellos van a cuidar de ti. En esta pirámide siempre vemos morir a quienes están en la base, es decir, los escuadrones y soldados que solo luchan y conquistan, esos no tienen gran valor para la corona.- Eso era algo despiadado viniendo de capitán.- Las verdaderas vidas que importan son las de la familia real y las nuestras, los soldados que mueren, son remplazados de manera inmediata por nuevos reclutas que están ansiosos de servir a la corona.- Kun se acercó al joven y posó su mano sobre su hombro.- Mantente leal y nunca más vas a sufrir.

El palacio era un lugar enfermizo.

La noche cayó sobre el reino, una noche bastante calurosa. Jaemin se encontraba caminando en el pasillo camino a su habitación luego de una larga y exhaustiva clase de idiomas, necesitaba descansar, justo en la esquina del pasillo, un ser oscuro saltó sobre él, tomándolo por sus manos y acorralándolo con la pared de piedra, por más que forcejeó con el ser, era imposible liberarse, su fuerza era sobrehumana, intentó mirar su rostro pero no consiguió ver nada gracias a la oscuridad del lugar.

- ¿Quién diablos se cree? Le ordeno que me libere de inmediato, si lo hace le perdonaré su asquerosa vida.- Dónde mierda estaban los soldados en ese momento.

No recibió respuesta alguna, al menos no en palabras, pues los labios del ser fueron estampados contra los suyos, la desesperación comenzó a invadir su cuerpo, el miedo intentaba paralizarlo, pero debía luchar para evitarlo, dejó que el ser pensara que se había rendido y mordió su labio lo más fuerte que pudo, saboreando la sangre del asqueroso atacante. Este se apartó inmediatamente y huyó por los pasillos hacía la sala principal, la puerta de su habitación se abrió y pudo ver a su hermano salir de ahí, tallándose uno de sus ojos.

- ¿Qué haces ahí?- Preguntó Jeno mirando a su hermano que mantenía la vista hacia donde se había ido el ser.

- Entra ahora mismo a la habitación.- Corrió hacia su hermano y lo tomó de sus hombros para empujarlo al interior del lugar, logrando que este cayera sentado en el suelo, inmediatamente cerró las puertas con seguridad. Recostó su cabeza sobre la madera de una de las puertas e intentó recobrar el aire, si sus padres se enteraban iba a causar un problema más y su prioridad era encontrar a quien le había hecho daño a Jeno, apartó su cabeza de la puerta y se dio vuelta para observar a su hermano levantándose del suelo y masajeando sus glúteos.

- Lamento el golpe, pero no deberías salir de esa manera cuando no hay guardias cerca, luchamos por mantenerte a salvo.- Regañó a su hermano son dejar de mirarlo.

Jeno estaba por quejarse hasta que al levantar su vista admiró la sangre en la boca de su hermano, alarmado caminó hacía él y lo tomó por su mandíbula para estudiar de donde salía el líquido.

- No seas paranoico, me mordí sin culpa por venir hablando y caminando al mismo tiempo, tropecé con un escalón, pero estoy bien.- Apartó su rostro de la mano de su hermano con mala gana y pasó a su lado para dirigirse a su armario.

- ¿Por qué actúas así, Jaemin?- La voz de su hermano le detuvo en el camino.- Hacer creer a todos que no te importa nada o que no tienes sentimientos, ocultas tus dolores y alegrías, ¿Por qué? ¿Crees que demostrando tus sentimientos te verán como alguien débil?- si tan solo supiera que estaba cayendo para poder protegerlo.

Sintió como un escalofrió recorrió su columna vertebral, sin embargo no volvió la vista hacia Jeno.

- ¿Qué ganas con eso? ¿Crees que nuestros padres te admirarán más si eres reservado? ¡Por supuesto que no! ¿Acaso te has detenido a mirar cómo padre Taeyong te mira cuando te acercas a él en busca de afecto? ¿O cómo padre Jaehyun admira esos momentos y se nota su deseo porque seas así con él también? Vives encerrado en tu mundo de querer aprender todo y no dar explicaciones a nadie, ¿A qué precio, eh?

- No veo nada de malo en eso.- Escuchó los pasos de su hermano, sabía que venía hacia él y lo confirmó cuando este lo tomó por su antebrazo y le hizo voltearse para que le mirara.

- ¡Estás lastimándote y lastimas a los demás!- Sabía que Jeno estaba molesto por las venas que se resaltaban en su cuello.

- Quien tiene el papel de sentimental e incompetente eres tú, que yo no sea de esa forma no me hace culpable de nada.- Mantuvo su vista directamente a los ojos de su hermano.

- Pero a diferencia de ti, al menos mis dos padres se sienten amados de la misma forma y espero que tu también sientas el amor que te tengo.- Jeno bajó su mirada, sin duda alguna el comentario de su hermano le había dolido.

- ¿Cuál sentimiento de amor? ¿El de hermanos o tu enamoramiento por mi?

𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐊𝐈𝐍𝐆𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora