Parte 92

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POV'S REBECA.


Me había quedado dormida con sus caricias, mi cuerpo se sentía agotado y las luces del cuarto eran muy brillosas para mis ojos cansados.

Estaba despierta, pero mis parpados no querían levantarse, sabía que él seguía a mi lado porque aun sentía la piel de sus dedos recorriendo lentamente mi mano. Mel me había contado sobre lo que había pasado la semana que estuve inconsciente, no pensé que cuando hablaba de recuperar la amistad iba a ser de una forma tan intensa, el que estuviera aquí para cuidarme y hacerme compañía significaba mucho para mi.

No puedo mentirme a mi misma, significa mucho, porque él aún es muy importante para mi, tal vez antes nunca me lo había planteado de esa forma, ¿puede que estuviera enamorada de auron y no quería aceptarlo?... Hace años no estaba enamorada, bueno, se supone que lo estuve por Daniel, pero dentro de lo poco que recuerdo sobre nuestra relación, nunca sentí por él lo que siento por Raúl.

Las salidas con Daniel eran escucharlo hablarlo de él y sus enojos contra algo que le había pasado en el trabajo, salir con auron era reírnos de idioteces que se nos ocurrieran en el momento y burlarnos de la gente, puede que lo ultimo no fuera lo más optimo para nuestra edad, pero era algo que a ambos nos causaba gracia. Ir a tomar un té junto a él podía alegrar mi día de un segundo al otro...

Y de la nada la imagen de los ángeles volvió a mi cabeza... había intentado muchas veces no imaginármelos, no crear ideas en mi cabeza de lo que ellos hacían, pero era imposible, parte de mi jamás superará eso, aun que quiera. Recordarlo, imaginarlos a ellos besándose, enviándose mensajes y esas llamadas inesperadas, me dolía... quiera aceptarlo o no aún me duele.

Lo tengo a un lado mío, él pensando que estoy descansando cuando en realidad mi cerebro es lo que menos hace.

¿aún hablarán? ¿Raúl aún estará enamorado de ella? ¿podré recuperar esa confianza en él nuevamente? Mil preguntas invaden mi cerebro ahora, no dejan de dar vueltas y pensar tanto provoca que me duela la cabeza.

Abrí mis ojos unos segundos y tenía el teléfono en una mano mientras con la otra acariciaba mis dedos... Nunca me consideré una persona toxica, nunca tuve problemas con ninguna de mis relaciones anterior por prohibir cosas o algo por el estilo, siempre pensé que si alguien se quiere ir, es su decisión y debo respetarla, pero esta vez es distinto, siento miedo y desconfianza.

Siento inseguridad.

Se que él quiere recuperar la amistad y no la relación, pero ¿Cómo trato como amigo a alguien que yo lo quiero como algo más? Decírselo no es una buena opción, en mi cabeza solo se vienen malas ideas de lo que sería el después de ese tipo de charla. Incluso creo que el tenerlo alado mío ahora no es la mejor idea... Para ser su amiga primero necesito dejar de sentir cosas por él, pero no se como explicárselo sin ser directa. Las palabras para intentar formular esa frase no están en mi, mi diccionario interno se despidió y no está dispuesto a volver, no ahora.

Me estaría haciendo daño, si sigo compartiendo con él, si sigo creando recuerdos a su lado, sería mentirme, reabrir la herida por gusto.

Creo que no lo pensé con claridad en el momento.

Moví lentamente mi mano para alejarme de su agarre, intenté hacer como que dormía y acomodaba mi cuerpo, pero en realidad lo que menos necesito ahora es cariño, no quiero sentir amor por parte de él.

No quiero crear un rechazo hacia Raúl porque no se lo merece, no ahora, pero necesito dejar de sentir lo que siento para continuar con una amistad.

Pasaron varios minutos, él no hablaba y cada cierto tiempo escuchaba vibrar su teléfono, no iba a decir nada, estoy dormida y el hablar no se me da ahora, no me ayuda para mejorar, pero parte de mi quería hablar, soltar todo y que me dejara sola.

Agh, rebeca, ¿por qué te pones a pensar en esas cosas ahora?

Abrí mis ojos y él estaba poyado en su mano derecha sobre la cama observándome, como si supiera que necesito hablar algo. El mismo rostro que veía cada vez que nos sentábamos a conversar mientras cenábamos y le hablaba de algo que era importante para mi.


— Raúl. —dije apenas.

— No hables, es peor. —Su tono de preocupación era bastante notorio.

— Necesito que te vayas. —Su rostro cambió y parecía no entender, no me respondía y podía ver su boca abierta como si quisiera especular algo pero nada salía de ahí.— Por favor.


Se reincorporó en la silla aún sin saber que responder, pero al cabo de unos minutos se levantó y se fue sin decir nada, cerró la puerta a sus espaldas y lo perdí completamente de vista.

Definitivamente no fue la mejor idea, ni la mejor forma de decir las cosas, pero ahora necesito estar sola, pensar con claridad todo y enfocarme en mi, en mis sentimientos y en despejar mi mente para poder recuperarme.

Mientras antes salga de aquí, Mejor.


(...)


Me obligué a dormir para que el tiempo pasara más rápido, hasta que a las 4:00 pm llegó mi hermano, tenía un rostro de 3 metros de cansancio puro y por un momento me sentí mal al saber que tenía que estar aquí conmigo y no en casa descansando como merece.

— Hola hermanita. —besó mi frente.— veo que abriste los ojos finalmente.—esbocé media sonrisa.— ¿estás mejor? —hice una seña con mi dedo de "no".— auch, no te preocupes que mientras antes te recuperes antes estaremos en casa, saldrás de esta. —se sentó en la silla donde hace unas horas estaba Raúl. Se acercó más a mi y se quedó observándome unos segundos.— ¿quieres hablar de algo? —me quede en silencio. Negué con la cabeza.— que bueno porque si me decías que si te iba a hacer callar a la fuerza. —que estúpido.— Estaba Raúl afuera cuando llegué, ¿pasó algo entre ustedes? —puse los ojos en blanco.— Imagino que si, pero no te haré explicarlo, solo diré, que no te afecte, porque retrasa el proceso de mejor. —Se acomodó en la silla y se cruzó de brazos.— Estuve hablando con la enfermera antes de entrar, y vas bien, excelente de hecho, si todo mejora en 2 semanas puedes estar en casa.—Abrí mis ojos como plato al escucharlo ¿dos semanas? es demasiado tiempo, tanto aquí me hará entrar en crisis.— Lo sé, suena a mucho tiempo, pero pasará volando, luego podrás descansar en casa como corresponde. —Soltó un suspiro.— Hablé con mamá, quiere viajar para cuidarte. —esbocé media sonrisa, me provocaba bastante ternura imaginármela cuidando de mi como cuando era pequeña.— Le dije que lo hablaríamos cuando estuvieras consciente y pudieras hablar, no quería romper su ilusión y decirle "no" así como así.





Ahora es cuando me arrepiento tanto de haberme subido a ese auto, o de haber conocido a Cameron, seguro todo sería tan distinto ahora...





POV'S AURON.


No había sido capaz de irme de la sala de espera, a pesar de que sabía que ella quería estar sola, no la dejaría, no ahora, podría necesitar a alguien y aquí estaría yo hasta que apareciera Alonso.

Una vez él entró estuve dispuesto a irme, me levanté, caminé por los pasillos largos del hospital, llegué a la calle y caminé hasta donde estaba estacionado mi carro, entré y me quedé unos minutos en silencio mirando el manubrio.

¿Qué había pasado? ¿Qué desencadenó esa reacción? ¿dije algo? Intenté recordar cada una de las palabras que había dicho y por lo menos para mi nada era suficientemente comprometedor como para ganarme esa reacción...

Desearía poder entrar 5 minutos a su menta para poder entender que ocurre.

Ahora me cuestiono si es buena idea venir mañana... No creo que quiera verme, pero tengo un compromiso de cuidarla, supongo que puedo quedarme afuera así como hoy.

Tal vez solo necesita espacio.

Uff...

Intentaré convencerme de que solo necesita espacio.

Por ti el internet sale caro. ||auronplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora