6.SEVEN MINUTES

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-Seven minutes in heaven, ya sabes como va- Dijo Nora según Ian acabo de decir la palabra con un guiño.

-Una mierda Nora- Respondió Ian serio.

Que coño es eso, pensé.

-Un reto es un reto brother- Añadió Harry también.

-Elijo a Harry entonces- Dijo Ian levantándose vagamente.

En lo que Harry se levantaba, Nora volvió a hablar.

-No bombón, aquí elijo yo, Harry sienta el culo en la silla, Ainara tu te vas con el, te toca al ser la nueva- Añadio Nora señalándome.

-¿Que mierdas es el seven minutes in heaven?- Pregunté con cara de andar totalmente perdida.

-El seleccionado se mete con otra persona en una habitación, armario o vestidor y durante siete minutos tienen que estar ahí encerrados.- Explicó Nora con aires de líder.

No me jodas que tengo que estar encerrada con el hielo andante ahí metida.

Ainara, no, piensa una excusa.

-Em, tengo claustrofobia, yo no puedo lo siento- Dije volviéndome a sentar en el sofá.

-Ups, qué pena, a la niña le da miedo un sitio cerrado- Dijo Ian burlándose de mí mientras sonreía como si tuviese todo controlado.

Será imbécil.

-Ainara en mi vestidor hay una ventana, abrirla no pasa nada- Respondió Nora empujándome para que me levantase.

Mierda.

-Venga, levántate llorica- Me dijo Ian mientras me tendía la mano para que me apoyara y así levantarme.

-Se levantarme sola- Dije dándole un golpe en la mano para que la quitase mientras me levantaba.

-Al final del pasillo, la habitación de la derecha.-Nos dijo Helena con ilusión.

Entramos al vestidor y lo primero que hice fue poner el cronómetro.

Lo segundo, me fije en el vestidor, todas las paredes estaban cubiertas por armarios transparentes llenos de ropa y en el medio una gran mesa con bolsos y zapatos, por suerte, el espacio era bastante grande.

Ian abrió las ventanas y yo me senté en un pequeño puf que había.

-Eres una llorica, si no querías meterte aqui conmigo haberlo dicho, no poner una excusa de mierda, porque mira que es mala- Dijo Ian sentándose a mi lado.

Pues también era verdad, si esque soy idiota.

-No era una excusa, meterme en un sitio contigo me es insignificante- Le dije mientras miraba mi manicura.

El teléfono de Ian empezó a sonar.

No pude evitar mirar por el rabillo del ojo, era un número desconocido.

-¿Si?-Preguntó Ian formal.

-Ahora no puedo hablar, te pasaré todo lo que tenga por correo mas tarde y te repito que las pruebas yo no las tengo- Dijo como si sonara cabreado.

Tras esta breve llamada Ian colgó y se volvió a guardar el móvil en el bolsillo.

Esto no me pinta bien, pero tu no te metas que luego acabas metida en todos los berenjenales.

-¿Por curiosidad, quién era? Por hablar de algo que aún nos quedan 5 minutos-Dije mirándole con una sonrisa para que no sospechase que queria informacion.

No si Ainara lo que yo decía, tu no estas bien de la cabeza, me dije a mi misma por dentro.

-A ti no te importa- Me dijo dándome largas y con cara de asco.

Capullo.

Le miré entrecerrando los ojos con mirada desafiante suponiendo que así me lo contaría.

-Todo sea por no aburrirme en estos cinco minutos- Dijo poniendo los ojos en blanco.

Ala pues ha funcionado pensé sorprendida.

-Aja cuéntame- Dije cruzando las piernas y con tono y mirada de psicóloga.

-Pero no me mires con esa cara, parece que quieres desnudarme.-Dijo como siempre con la voz de egocéntrico.

Haber mal tampoco estaría, pero bueno centrémonos.

-Tengo un amigo que es policía y bueno a veces le echo un cable con sus casos.- Añadió sin darle importancia.

-Si claro y yo soy escritora y stripper como hobbie-Dije sin creerme nada de lo que me había contado, no tenía pinta de policía la verdad.

Claro que me lo creía, según la llamada que había escuchado, tenía toda la pinta de estar buscando algo.

Mierda ahora me lo estoy imaginando en traje de policía buenorro.

-No me creas si no quieres, me da igual-Dijo mirándome a los ojos como si le diese verdaderamente igual.

-A todo esto ¿Cómo es eso de stripper?- Me pregunto mientras se reía para provocarme.

-Lo siento no hago shows a los compañeros de trabajo de mis amigas- Le respondí con ironía para provocarle yo también.

-Vaya, eso es una verdadera faena desde luego- Me dijo acercándose a mi oído susurrando.

Este tio me esta devolviendo la escenita del concierto.

He de reconocer que al sentir su aliento en mi cuello , la piel se me puso de gallina.

-Vaya, a quien se le acelera ahora el corazón- Añadió otra vez en mi oído.

Definitivamente me la estaba devolviendo.

A continuación me acerqué yo a su oído y le mordió levemente el lóbulo de la oreja y volví a recrear la escena de la terraza pero esta vez como un leve susurro en su oído.

-Me daba pena que te sintieras excluido de la aceleración del corazón-Continúe diciendo-Por cierto, seven minutes.

Como si el teléfono me hubiese escuchado, la alarma sonó.

Ambos salimos de la habitación acelerados.

-Bueno pues siguiente ¿No?- Pregunto Ian nada más entrar a la sala de estar sin decir ni una palabra más.

Giro la botella y señaló a Harry.

-Te vas a cagar tío- Le dijo a Harry dando una palmada como si estuviese ideando un plan malvado.

MIRADAS QUE MATARÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora