34. SORPRESA

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-¿Delante de nuestros amigos cómo vamos a actuar?- Preguntó Ian directo.

-Creo que no es ninguna novedad que sepan que tenemos la tensión sexual de Damon Salvatore y Elena Gilbert en Crónicas Vampíricas, no creo que pase nada si nos ven más juntitos de lo normal no sería nada de sorpresa- Le conteste segura.

-¿De quién?- Me miró sin tener ni idea de lo que acababa de decir.

-¿No has visto la mejor serie del planeta?- Pregunte dramáticamente.

-Eh no, ¿Por qué tengo que haber visto una serie que solo con escucharla parece una copia barata de Crepúsculo?- Me contestó asqueado.

-Retira lo que acabas de decir- Le amenacé con mis llaves.

-Por como la defiendes algo de intriga tiene que tener explícame, porque el tan Demonio ese- Hablaba hasta que le corté.

-Damon, es Damon idiota- Le corregí entrecerrando los ojos pendiente de lo que iba a continuar diciendo.

-Disculpe señorita, pues, Damon- enfatizó cada letra para hacerme rabiar. - ¿Por qué era el chico malo y porque te gusta tanto?

-¿Cómo sabes que es el chico malo por cierto? Pregunté haciéndome la chula aunque fuese totalmente verdad.

-¿Pero tú te has visto? Eres la persona más anti patriarcado que he visto nunca, aunque la mayoría de veces que quieres quedar por encima de mí suele acabar mal- Río con superioridad.

Maldito egocéntrico.

-Anoche no decías lo mismo cuando estaba encima de ti- Le dije rozándole la entrepierna mientras conducía.

Ian se retorció en el asiento y me echó una mirada intentándome fusilar o algo así, pero no lucía tan agresivo como de costumbre ya que tenía que estar pendiente de la carretera.

-Pues si, es un chico malo. Su hermano Stefan era el bueno pero todos sabemos que necesitamos amor, aventura e incluso un poco de peligro. Así que le elegí a él, mi Damon- Dije suspirando totalmente enamorada.

-Mi Dimin- Me imitó Ian haciendo una cara de asco.

-No te pongas celoso querido, es algo que debes asumir le elegiría a él antes que a nadie- Le dije riéndome mientras me miraba en el retrovisor.

-Darling nadie me supera- Dijo acelerando el coche y sonriendo orgulloso.

-¿En qué mundo vives tu?- Le pregunté alucinando por su egocentrismo mientras me aguantaba la risa.

-Debe ser en un mundo muy diferente al tuyo, porque no deberías de decir que nadie es mejor que yo, siendo yo el que te hace venirte por las noches- Me dijo soltando una mano del volante y colocándola en mi muslo.

La sangre fluyó con rapidez hacia mis mejillas, me puse roja, no de forma bonita como las chicas guapas, no, de la forma la cual un tomate a mi lado podía parecerse o como si hubiese estado una semana tomando el sol sin crema.

Rápido gire mi cabeza a la ventana y así evitar que me mirase. No puedo más con este chico, un día de estos me va a matar de un chute de estrógenos y testosterona- Pensé intentando que se me bajase el sonrojamiento.

No faltaba mucho para llegar y el resto de camino fuimos peleándonos por quien ponía las canciones y como no cuando yo ponía una, Ian la saltaba.

-Eh tu! Como vuelvas a saltar a Harry Styles, vamos a tener un problema- Le amenace seria.

Harry Styles en el coche es necesario y un tema serio cuando se trata de quitarle, y no hay opinión que me cambie de parecer.

Me daba exactamente igual que Harry fuese amigo nuestro.

MIRADAS QUE MATARÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora