Era pronto. Tomé el desayuno y llamé a Helena. La cual entre un murmullo de gente se escuchaban elefantes, y donde me comunicaba a gritos que estaba en la India, tomándose fotos con su agencia de modelos para Victoria Secrets.
-¿¡Qué?!- Grité sin poder creérmelo.
-Como te lo cuento. Aura, oye mira te tengo que dejar que estoy subida encima de uno de estos bichos, que parece que en cualquier momento el animalucho este, me tira.- Quise entender ya que se entrecortaba y no se la oía bien- Te llamaré lo juro, adios te quiero.
Y colgó.
Yo pensaba que estaba en casa de Yon y resulta que está en la otra punta del mundo, nunca me deja de sorprender.
Fui a mi habitación, bueno, la de Helena, pero como ya no estaba, me la había adueñado.
Esa casa ya estaba pagada y Helena lo único que me dijo que debía de hacer era pagar el gas, el agua, la luz Las cosas que consumía. Tenía un buen sueldo y la verdad que no me suponía un gran problema.
Hice la cama, me di un baño y me cambié. La ropa que había elegido era perfecta para lo que estaba apunto de hacer. Nada de faldas, nada de vestidos Un bonito y precioso vaquero roto, y una camiseta de Ian.
Un conjunto bastante casual, pero para darle un toque más glamuroso, le añadí unas bonitas gafas de sol negras y un bolso del mismo color.
Cogí mi coche y rumbo a un refugio de animales fui a por lo que llevaba queriendo desde un tiempo.
Llevaba semanas yendo de voluntariado, a cuidar esos pequeños animalitos que personas sin corazón alguno abandonan y necesitaban afecto.
Me acerque a una pequeña camada de gatitos, habia de colores blancos, marrones, grises, naranjasPero habia uno, exclusivamente uno, un precioso gato negro, con los ojos verdes que me hipnotizaban.
Desde el día en que lo vi tuve la sensación de que tenía que llevarmelo si o si, hable con Helena y ella me permitió tenerlo. Así que haya íbamos.
-Hola Salem- Salude al gato como si me fuese a entender.
-Miau- Maulló el gato.
¡Pero que adorable!
-Disculpe señorita pero solo ha maullado- Dijo el responsable detrás de mí.
-No me arruines el momento- Dije hasta que leí el cartel en su camiseta donde se podía ver el nombre- Louis
El gato era pequeño, negro azabache y unos ojos grandes verdes esmeralda, en las patas tenia varias manchas blancas, tenia apenas dos meses y era extremadamente cariñoso.
Lo metí dentro de un trasportín y me presenté en el trabajo de Ian, no era solo para enseñarle al gato, si no que quería algo más.
Quería que viviéramos juntos.
Se que era algo muy difícil, y rápido incluso a penas habían pasado ocho meses desde que lo conocí.- Wow ocho meses, pensé.
Pero quería pasar cada segundo con él, lo más complicado era ahora que íbamos a comenzar con nuestro plan de destruir a Izan, sabiendo que este era una caja de sorpresas, se presentase en casa sin avisar como solía hacer y viese a Ian.
Por eso quería preguntarle y que él me dijese que le parecía y buscar una solución juntos.
Él aunque no lo pareciese era mucho más sensato que yo, ya que como bien podéis saber, yo era demasiado impulsiva.
Mi madre cuando era pequeña siempre me decía que contara hasta diez, pero nunca pasé de tres.
Nunca fui de enamorarme ni de estar locamente ciega de amor, simplemente creía en la fidelidad. Si tú me cuidas, yo te cuido, pero acabó siendo un nudo de problemas.
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MIRADAS QUE MATARÁN
RomantikHuir de Canadá para irse a Nueva York con una vieja amiga de la universidad y tener una nueva vida lucía muy bien, ¿Verdad? , lo que nadie sabe es el motivo por el que huir no fue nunca una opción para Aura, una chica la cual la vida no le había pue...