-No puede ser esto real-Respondió Ainhoa a Helena llevándose ambas manos a la boca.
Jamás supe que Helena sabía eso, yo nunca se lo conté, no entiendo como ella se enteró.
-¿Cómo lo sabes?-Pregunte a Helena sin poder evitar otra vez empezar a temblar tras recordar ese momento hace varios años.
Helena suspiro intentando aguantar las lagrimas, me agarro las manos y empezó a contarme todo.
-Encontré unos papeles de la denuncia en tu habitación, decían algo sobre un maltrato o algo así, siento mucho haberlos mirado, pensé que serian unos apuntes...Yo-Su voz empezó a temblar y la agarre la mano dándola a entender que no pasaba nada.-No supe que hacer o decir, fui imbécil debería de haber hecho algo o decir algo, ojala no hubiese sido tan cobarde- Decía con la voz entrecortada mientras las lagrimas caían por sus ojos.
No supe que contestarla y lo único que me salió fue abrazarla.
Si yo estuviese estado en su lugar hubiese hecho lo mismo.
El no saber sobre un tema, nos asusta siempre a todos y a veces nos hace cobardes.
Mientras la abrazaba, mi mente volvió a ese asqueroso día.
-Te juro que no he dicho nada, no sabia que el estaría ahí, ni quiera he hablado con el- Le dije con la voz temblorosa intentando retroceder y separarme de el.
No era la primera vez que cuando algo le sentaba mal, o se pusiera celoso me gritaba, nunca había llegado a poner una mano encima, y eso me aliviaba a pesar de sus gritos.
-Esta vez no cuela zorra, ¿Te gusta mucho hacer miraditas con los tíos verdad?- Dijo Kristan arremangándose y desabrochando su camisa.
Cada vez el estaba mas cerca y la pared que tenia detrás también.
-Kristan te lo juro, no le mire en ningún momento, por favor para- Le rogué con miedo.
El solo sonrió y me agarro del brazo con fuerza.
Mi miedo empezaba a aumentar y mis lagrimas no pudieron evitar saltar.
-¿Ahora vas a ponerte a llorar muñeca? Mas vas a llorar por acercarte a ese tio- Me grito.
Un puño salió directo hacia mi cara, nublando por completo mi vista y dejándome un poco mareada.
Me cogió la cabeza con las dos manos y me la estampo contra la pared.
Mi cuerpo se tambaleaba, no tenia apenas equilibrio.
Kristan me tiro encima de la cama, y con las pocas fuerzas que me quedaban solo intentaba apartarle aunque no sirviese de nada.
Me rompió el vestido y se bajo los pantalones.
El dolor en mi cabeza aumentaba y mi mareo era tan grande que no me permitía siquiera enfocar la vista.
-No por favor, no, para me estas haciendo daño-Le suplique.
Su fuerza estaba llena de rabia y odio, intente luchar lo máximo que pude, pero no sirvió de nada.
A la mañana siguiente me levante y no dije nada a nadie.
Kristan se fue de la universidad justo esa mañana, vivía con el miedo constante de que volviese.
Incluso durante un tiempo no me acercaba a ningún hombre, ni siquiera a mis amigos.
Pasaron unos meses y por fin me atreví a denunciarle.
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MIRADAS QUE MATARÁN
RomanceHuir de Canadá para irse a Nueva York con una vieja amiga de la universidad y tener una nueva vida lucía muy bien, ¿Verdad? , lo que nadie sabe es el motivo por el que huir no fue nunca una opción para Aura, una chica la cual la vida no le había pue...