Con miedo abrí la puerta esperando perfectamente que pudiese ser cualquier amenaza de Izán.
Ya fuese para asegurarse de que iba, o se hubiese enterado del plan que tenían organizado los Moore y yo.
Vivía con miedo constante.
Lo que vi ante mis ojos fue una caja de cartón con un enorme lazo azul encima.
Mire a ambos lados del pasillo comprobando que no había nadie, y en caso de que lo hubiese no pareciese Izan.
Agarre el paquete, lo apoye encima de la mesa del salón y con suma delicadeza lo abrí.
Mis ojos no podían creer lo que estaban viendo.
Era un precioso vestido de color azul electrico satinado. Lo saque de la caja. Era ajustado, de largo debería de quedarme más o menos un poco encima de la mitad de mis muslos. El vestido tenía al descubierto toda la espalda y el cuello de él, quedaba ajustado con una preciosa cadena dorada muy fina.
Una pequeña nota venía justo debajo el.
De Kai para mi nueva persona favorita, tranquila todo saldrá bien, estaré allí protegiéndote, y recuerda no tengas miedo. Un león no voltea cuando un perrucho ladra
Kaiet se había vuelto una persona imprescindible para mi, hablábamos todos los días y nos contábamos los chismes familiares, siempre me ayudaba con mis problemas y estábamos muy unidas desde aquella vez que me secuestraron para llevarme a Vancouver.
Sobre todo me ayudaba a calmar esos momentos de ansiedad, cosa que por desgracia y desde pequeña sufría.
Era algo que no contaba ni me gustaba que supiese la gente.
Kai tenía altas capacidades y a pesar de que yo no hablase ni le dijese nada, ella sabía muchas cosas de las que pasaban a su alrededor sin necesidad de contarlas.
Ella era mi lugar seguro entre toda esta familia de locura.
Helena era mi mejor amiga, cuando yo era la Aura de siempre, la que me permitía ser antes de no estar involucrada.
Y es que a veces las personas mas sencillas y más felices ocultan la oscuridad más profunda dentro de ellos.
Existían dos tipos de amistades.
La que si le contabas que habías matado a alguien te entregaba a la policía, por miedo, cosa que era lo más normal si tenías la suficiente madurez y cabeza.
O la que agarraba una pala y te ayudaba enterrarlo y ese secreto se lo llevaba a la tumba- Yo siempre había sido esa, si no, preguntarle a Joseph.
Kai era la segunda al igual que yo y claramente Helena la primera.
Mi amor por ambas era el mismo, pero en este mundo de locura, la única a la que podía contarle, absolutamente cada detalle de mi fría y oscura parte de mi vida era a Kaiet.
Desde que la conocí nunca me dejó sola.
Siempre intentaba ponerse en mi lugar, a pesar de que ella no lo entendiese.
Mientras me arreglaba se hacía la hora de irme, apenas quedaban quince minutos.
Tic Tac
Aparecía en la pantalla de mi móvil un mensaje del odioso Izan.
Me miré en el espejo para ver que tan guapa estaba. El vestido me quedaba como un guante, pareciese que Kai supiese mi talla perfecta.
Me habia realizado unas ondas en el pelo y llevaba unos tacones negros al igual que mi bolso.
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MIRADAS QUE MATARÁN
RomanceHuir de Canadá para irse a Nueva York con una vieja amiga de la universidad y tener una nueva vida lucía muy bien, ¿Verdad? , lo que nadie sabe es el motivo por el que huir no fue nunca una opción para Aura, una chica la cual la vida no le había pue...