12.DISPAROS

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-Ehh, buenas-Dijo de repente una voz masculina que provenía del pasillo.

Todos miramos al pasillo.

Un chico, desnudo, muy alto, moreno y de ojos verdes estaba parado ahí mientras se tapaba donde ya sabéis.

-Ay perdón-Dije avergonzada y girandome hacia Ian para no ver al chico.

Ainhoa no pudo evitar soltar una risa de esas vergonzosas y taparse los ojos con fuerza.

-Tio pero vístete, que me las vas a asustar-Le dijo Ian mientras le lanzaba una camiseta.

-Mejor dejamos las presentaciones para cuando me vista-Dijo el chico tan normal metiéndose en la habitación de Nora.

-¡Nora!- Dije riendome a carcajadas sin poder parar.

No está liada con Ian.

-No le deis mas vueltas, como si nunca hubieseis visto un tio desnudo-Nos dijo Ian entornando los ojos.

Te sorprenderias Ian, solo me había acostado con un chico en mi vida.

¿Raro verdad?

Solo lo había hecho con un chico y fue en la universidad, nunca me había hecho falta engatusar a un hombre con mi cuerpo, yo tenia mucho mas y eso a los tíos les gustaba.

Les provocaba hasta que no podían aguantarse más y en ese momento siempre me iba.

-También es verdad, pero no a él lo que sea de tu amiga-Le conteste mientras me giraba hacia Nora.

Nora empezó a reírse de la situación.

-Kaden, soy Kaden-Saltó de repente el chico.

-Pues un placer majo, nosotras somos Ainhoa y Ainara-Dijo Ainhoa presentándonos a ambas.

Yo asentí con la cabeza y le sonreí.

-Ya estaba pensando que estabais liados-Añadi a la situación que ya de por si era rara mirando a Ian y a Nora.

Muy bien Ainara, tu di que sí, que discreta eres, me dije a mi misma por dentro.

Ian pasó justo a mi lado con discreción.

-¿Por qué te pones nerviosa?- Me dijo al lado de mi oído y susurrando.

Egocéntrico.

A lo que yo para contestar le solté una patada en la espinilla en silencio.

-No porfavor no, Nora aunque diga que no me quiere, me ama, pero no de esa forma ni mucho menos, es como mi hermanita, ya quisiera ella-Soltó Ian dando una media sonrisa esa de las suyas.

-Lo que tu digas pero que sepas que si fuésemos hermanos de verdad me arrepentiría de no haberte hecho ahogar con el cordón umbilical-Le contestó Nora con una falsa sonrisa.

-Venimos a decirte que nos vamos a disparar, ¿Te vienes?-Pregunte otra vez con naturalidad.

El ambiente se tenso menos la cara de Ainhoa que ya lo había escuchado antes.

Debo de dejar de decir las cosas así, parecía como si fuésemos a matar a alguien.

Ojala, echo de menos esa adrenalina.

No Ainara mal, que luego por venazos así acabamos en la cárcel y no es plan, pensé de nuevo echándome la bronca a mi misma.

-Disparar cartones a un sitio legal-Añadí en mi defensa mientras levantaba las manos.

Nora, Kaden e Ian hicieron un gesto de alivio.

-Nosotros vamos-Afirmó Ian seguro de sí mismo.

-¿En qué momento para empezar hemos dicho que tu ibas a venir?-Le respondió Ainhoa.-Kaden tú te puedes venir.

-Tu si, Ian no-Añadi para molestar a Ian.

-Por mi perfecto, pero venga dejarle a este que se venga-Dijo Kaden mirando con una cara de aprobación a Ian.

-Nos vestimos y nos vamos-Dijo Nora empujando a Kaden aunque siguiese con la sábana puesta.

Dios porque Ian tiene que estar en todos lados.

-Eres un grano en el culo-Le dije a Ian mientras se abrochaba su camisa.

-Te jodes, te toca aguantarme darling-Me dijo Ian mientras me guiñaba un ojo.

Darling.

Ese capullo se había apropiado de mi mote.

-Eh eso es mío, que yo te llame querido no significa que me lo puedas llamar tu, imbecil- Le dije con una mirada fría.

-El tuyo es soso, esto le da, el toque, mi toque-Me respondió con una sonrisa picara.

Desgraciado.

Ya que íbamos a ir al final los cinco, Ainhoa aviso a Harry y yo a Helena para que viniese con Yon.

Helena quería pasar tiempo a solas con Yon y decidieron no venir.

Asique nos fuimos los seis a disparar.

Eso sonó como si fuéramos asesinos, me gusta.

Es broma.

O no.

Llegamos al sitio y nos pidieron formar parejas.

No me jodas, no puede ser.

-Que suerte tengo darling, otra vez juntitos- Me dijo Ian con intento de ser amable y acercándome a él mientras me agarraba de la cintura.

Le pise con fuerza.

-Si, desde luego una suerte increíble- Le dije con ironía.

Empezamos a disparar y lo goze como si fuese la primera vez que lo hacía.

Ya había ido más veces a sitios asi, Joseph me solía llevar para aprender a defenderme.

En casa siempre teníamos una, de que nos sorprende, era un psicópata.

-Eres buena-Me dijo Ian sorprendido.

Me reí y le pase a él la pistola para que disparara.

Apuntó concentrado en el centro de la diana y cuando estaba apunto de apretar el gatillo.

-Pues espera a ver el resto de cosas que sé hacer-Le dije al oído.

Ian fallo, note como se le puso la piel de punta y se le secaba la garganta.

-Ojala decirte lo mismo, pero muy bueno no eres-Le dije con una sonrisa provocadora.

-Todas estas provocaciones guardatelas para cuando nos toque darling-Me dijo devolviéndome mi propia medicina de nuevo.

MIRADAS QUE MATARÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora