25.PILLADOS

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-Es broma no me miréis todos asi, porfavor- Continuó diciendo Ian levantando las manos con signo de inocencia y riendo.

-Necesitas algo mas para llevarme a la cama no un jodido papel que tú mismo has escrito, querido- Le conteste con una sonrisa sarcástica.

-Bueno, vosotros sabréis pero a todo esto, ¿Nadie va a hablar de mi nuevo tatuaje?- Rompió Kaden la tensión que había señalando su antebrazo.

Ian se encogió de hombros para después, mirar con detención el ante brazo de Kaden.

-¿Una lanza?- Preguntó Helena arqueando una ceja.

-Si, una lanza, no tiene ningún sentido- Respondió Nora en nombre de Kaden llevándose ambas manos a la cabeza con desesperación.

-A veces me pregunto qué hago contigo, en fin, la primera vez que vi a Nora justo detrás de ella había un dibujo de flechas enmarcadas en un vinilo y así es, un pedacito de ella que ahora estará enmarcado en mi piel.

-Aun así es una tontería- Dijo Nora estampando sus labios contra los de Kaden.

-Eug, yo jamás me haría un tatuaje en nombre de nadie ni por nadie, como dice Nora es una tontería- Se quejó Ian cruzándose de brazos y entornando los ojos.

-Tonteria es la flecha, no que se haya tatuado algo relacionado conmigo, idiota- Dijo Nora dandole un golpe por debajo de la mesa con su pie.

-Pues yo creo, que los tatuajes en nombre de otras personas es como tenerlas siempre presentes a pesar de todo, te recuerdan cuánto significa esa persona- Añadí yo enseñando una pequeña estrella en mi antebrazo.

-Este es por mi madre, es la estrella que más brillará el día que no esté, y siempre estará ahí guiandome para seguir adelante- Continue explicando mientras lo acariciaba con delicadeza.

Ian me miró haciendo un puchero como si tratase de imitarme y pegó un sorbo a lo que quedaba de su cerveza, así terminando la.

-Pues yo tengo un pepino tatuado en el tobillo.- Añadió Yon como siempre dando humor a todas nuestras conversaciones.

-Wtf- Dijo Nora empezandose a reir sin entender nada.

Terminamos de comer y fuimos todos a casa de Ainhoa y Harry una casa que aun no había tenido el lujo de conocer.

Pero siendo Harry cantante y Ainhoa profesora de universidad, debian tener un casoplón de la ostia.

Mis teorías se confirmaron cuando llegamos a una increíble mansión blanca.

La casa estaba aislada, pero tampoco lo suficiente para no tener un par de vecinos por la zona.

Según pasamos la puerta de la entrada, había un gran recibidor en tonos marrones bastantes claros y bastantes flores y fotos decorando todo el pasillo.

Mis amigos avanzaron sin detenerse, parecían saberse bien el camino.

Mientras iba avanzando con ellos por el rabillo del ojo vi a algo pequeño moverse.

Me giré asustada, siempre tuve miedo a los fantasmas.

-Awww- Susurre acercándome hacia un pequeño perro.

-Corre perro, ahora que puedes- Advirtió Ian cogiendo al perro en brazos con tono burlón.

Era un pastor alemán, tenía tanto la cabeza como la cola blanca, sus patas eran marrones al igual que el resto de su diminuto cuerpo.

-¡No Kevy!- Gritó Ainhoa con un puchero mientras bajaba unas escaleras blancas bastante altas que debían de conectar a las habitaciones- Tenias que esperar a que te presentaramos.

MIRADAS QUE MATARÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora