Siempre llevaba algo con lo que poder amenazar o protegerme desde la universidad.
Otro hombre se empezó a acercar, pero a este no le diferencie ya que estaba justo pasando por una especie de sombra que creaban los edificios altos de esa calle.
Malditos edificios.
Como si de un huracán se tratara, el hombre de las sombras agarró a el otro y le empezó a soltar varios puñetazos.
Ian.
Le pude ver la cara perfectamente ya que se puso justo debajo de una farola.
Logre diferenciar esa increíble mandíbula de dios griego.
El chico en cuanto pudo escapar de sus puños, lo hizo, empezó a correr calle abajo y le perdimos de vista.
-Dios, gracias- Solté con un suspiro llevándome las manos al corazón ya que estaba bastante asustada.
-Tienes que dejar de hacer eso de salvarme siempre, hombre super heridas- Le dije acercándome a él riéndome para quitarle importancia y que no me dijese nada.
-¿¡Pero en qué estabas pensando!?- Me gritó cabreado- ¿Y si te llega a pasar algo?
-Tenía pensado en clavarle esto- Le respondí abriendo mi mano para enseñarle la navaja.
-¡Ainara eso sería un simple rasguño para él!- Me gritó aún cabreado llevándose las manos a la cabeza con preocupación.- Pensemos en lo positivo, he llegado a tiempo.
-Enserio muchas gracias- Le dije intentando recuperar el aire que me faltaba.
-Me partiría esta cara y cien más por ti- Me dijo gritando y agarrándome la cara con ambas manos.
Me quedé en shock, no supe qué responder.
Lo único que mi cabeza pensó en hacer fue en cerrar los ojos con ternura y apoyándome sobre su mano para después darle un beso corto en la mejilla con calidez.
-O al menos hasta que no me entren más heridas en el cuerpo.-Dijo añadiendo humor a lo que acababa de decir.
Nuestras miradas se cruzaron y nos quedamos mirándonos con sumo detalle, le note acelerado, nervioso.
Poco se hablaba de mi estado en ese momento, mi corazón latía demasiado rápido y el lo noto porque enseguida se empezó a reír.
Que mi corazón latiese asi de rapido por alguien jamás me había pasado, nunca me permití o no me concedieron sentirme asi.
-¡Aqui estas!- Chillo Helena dirigiéndose a mí.
El resto también se acercaban con rapidez.
-Empanada, presta más atención que luego pasa lo que pasa- Se mofo Nora de mi dándome un abrazo.
-Ya pensamos que tendríamos que poner carteles diciendo: Se busca- Se rió también Kaden.
Todos volvimos a las calles a seguir con nuestro paseo.
Ian y yo estuvimos bailando un par de veces.
Bueno tampoco lo llamaría bailar, yo escuchaba una canción que me gustaba, le agarraba del brazo y le obligaba al menos a que la cantase conmigo.
Después Nora, Ainhoa y yo si que lo dimos todo, cantamos, bailamos e incluso montamos una coreografía express donde algunos turistas nos grabaron.
Los chicos para hacernos competencia, se quitaron las camisetas y montaron un espectáculo como si fueran unos auténticos Playboys.
Una chica se acerco a echar un billete a los pies de los cuatro y eso a Nora no la sento nada bien.
-¿Pero tú de qué vas tia?- Preguntó Nora bastante cabreada a la chica rubia que se lo había lanzado.
-¿Tu tambien quieres un billetito o que?- Le contesto la chica molestando con una risa a Nora.
Que empiece el Show.
Los chicos enseguida pararon y se pusieron las camisetas para acercarse.
-Atrévete haber si te lo vas a tener que tragar- La respondió Nora acercándose a ella con rabia.
-Nora vámonos, no merece la pena- La dije agarrandola de la mano para irnos.
Kaden de repente plantó un beso a Nora delante de la chica.
Yon a Helena y Harry a Ainhoa.
Sin embargo, ¿Qué hizo Ian?
Coger el billete, devolverlo a la chica y hablar en nombre de los cuatro y decirla que ya estaban servidos guiñandome un ojo.
Di que si Ian defendiendo las parejas de tus amigos.
-No aceptais billetes, pero ¿Y mi numero?- Pregunto la chica con una sonrisa a Ian.
-Estamos servidos-Volvió a repetir Ian.- Pero tampoco me quejaría.
Bueno, era de esperar, en fin.
Yo entorné los ojos y me agarré al brazo de Ainhoa.
Seguimos recorriendo puestos de comida hasta que optamos por uno.
Paramos en un puesto donde vendían unos gofres con chocolate que tenían una pinta increíble y cenamos eso.
Después me llevaron a probar la bebida famosa de esa noche, un cóctel llamado Bloody Mary, esperaba más de él, supuestamente llevaba tabasco, zumo de tomate y vodka.
Sonaba bien, pista: No.
No me gustó, de hecho estaba asqueroso y solo me bebí uno al igual que todos.
Ninguno iba borracho, así que no tuve que aguantar a nadie, como la última vez hice con Ian.
Llegaron las seis de la mañana y yo estaba bailando con Ainhoa y Harry, mientras Nora y Kaden se pegaban el lote en nuestra cara, Helena y Yon estaban intentando conseguir un peluche en una caseta que había.
Gire la cabeza para ver qué hacía Ian.
Ian se estaba enrollando con una chica.
Espera, ¿Qué?
-Metele mas la lengua si puedes hombre- Susurró Harry mientras se reía.
-Qué asco- Nos dijo Nora también refiriéndose a la chica mientras la miraba con una mueca.
Hace unas horas diciendo que se partiría la cara por mi y ahora partiéndoselo literalmente con una rubia.
Por un momento pensé en quedarme callada y dejarles en paz, pero no pude aguantarme y sin darme cuenta estaba a apenas un metro de la nueva parejita.
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MIRADAS QUE MATARÁN
RomanceHuir de Canadá para irse a Nueva York con una vieja amiga de la universidad y tener una nueva vida lucía muy bien, ¿Verdad? , lo que nadie sabe es el motivo por el que huir no fue nunca una opción para Aura, una chica la cual la vida no le había pue...