Regresó a casa y de inmediato se dejó caer en el sofá, sentía que el peso que llevaba consigo todo el día finalmente había sido liberado. Sacó el celular de su bolsillo y aceptando su destino, devolvió la llamada a Glimmer, la lluvia de gritos no se hizo esperar.
Después de largos minutos de regaños donde ni siquiera pudo dar explicaciones Glimmer terminó la llamada con un "reflexiona sobre lo que hiciste jovencita", Adora solo pudo dejar escapar una risita, apreciando la preocupación de su amiga.
Por su parte Bow no contestaba, probablemente estaba durmiendo o estaba haciéndose su mascarilla diaria de las cinco de la tarde, así que solo cerró sus ojos y se dejó hundir, sin preocuparse del día de mañana.
Cuando la alarma sonó se sorprendió de haber quedado dormida tan rápida y tranquilamente, al ponerse de pie vio la medicina que usaba para dormir sin usar, podría asumir que la ausencia de su familia agravó su insomnio, ya que finalmente pudo descansar sin esfuerzo.
Se alistó rápidamente, comió ligero y de inmediato salió en camino a encontrarse con sus amigos, cosa que no logró hacer ya que sus horarios distintos lo impidieron hasta que pasaran unas horas, así que en lugar de eso asistió a clases.
–Hey, Adora.
Escuchó llamar a su lado, dejando de prestar atención a su clase y voltear a mirar.
–Te ves mucho mejor, parece que todo salió bien –Catra sonrió sincera.
Adora no pudo evitar sonreír también y agradecerle por darle la valentía que necesitaba, cosas que Catra escuchaba con una orgullosa actitud. Catra empezó a narrarle las maneras en que tuvo que encubrir a Adora, en especial el momento que Glimmer la amenazó entre otras cosas que las hizo no percibir lo que pasaba en el exterior.
–¿Qué es tan gracioso? –una voz conocida las hizo reaccionar.
–Oh, brillitos, cosas que no entenderías –Catra contestó.
–Oh, ¿en serio? –Glimmer contestó retadora–, venía a hablar con Adora de lo que pasó ayer.
–¿No te dijo? Era de esperarse –Catra contestó burlona.
–¿Tú sabes acaso? –frunció el ceño.
–Sin dudar, brillitos –pasó su brazo sobre los hombros de Adora y su vibrante voz sonaba como un ronroneo–, cosas que solo se hablan entre muy buenas amigas.
Glimmer estaba a punto de reclamarle a Adora, pero esa idiota levaba una sonrisa y la mirada perdida, solo le causo ganas de ahorcarla, pero la dejaría ser feliz, solo por esta vez, no sin antes mostrarle el dedo del medio a Catra y esta respondiera mandando un beso al aire.
–¿Acaso ella se cree tu madre? Ayer me estaba amenazando por ser una mala influencia para ti –Catra reía descaradamente.
–Nunca le oculto nada a mis amigos, debió ser una sorpresa –Adora admitió.
–Eso no está mal, supongo, ¿pero eso no te hace sentir agobiada? Todos necesitan un poco de privacidad –dijo la chica sin conocimiento del espacio personal porque seguía pegada a Adora.
–Glimmer no lo hace con malas intenciones, solamente se preocupa, mucho, demasiado.
–Deberías empezar a hacer más cosas por tu cuenta, así sientes más libertad, no me gustaría tener un chihuahua rosado ladrándome detrás –Catra hizo cara de fastidio al imaginarlo.
–¿Cómo que debería hacer? –Adora se dejaba influenciar sin darse cuenta, estaba muy enamorada.
–Déjame pensar... –se llevó una mano al mentón–, podrías acompáñame a un lugar genial, juro que no te arrepentirás.
ESTÁS LEYENDO
La chica que quiere - Catradora
Novela JuvenilUn día se escuchó a Adora decir "No es mi tipo", ¿creen que esas palabras detendrán a Catra? La respuesta es no, aunque esto haga que tenga que cambiar y sacrificar varias cosas, no descansará hasta ser la chica que quiere, y será la chica que nece...